lunes, diciembre 20, 2010

Y llegó la tuba !


Hace un tiempo, mientras recorría páginas de compras por internet en busca de cualquier otra cosa, me encontré con el ofrecimiento de una tuba. Creo que siempre me fascinó ese instrumento. Su sonido tan característico me acompañó toda la vida desde que escuchaba las tempranas grabaciones de los Hot Seven, de los grupos pequeños de Jabbo Smith, los primeros conjuntos de Fletcher Henderson, los Chocolate Dandies etc.
Se trataba además de una tuba de marcha, también llamado Sousaphone en honor a su creador John Philip Sousa. Localmente se lo ha designado "tuba margarita" supongo que aludiendo a su gran campana proyectada hacia adelante. Por otro lado siempre me atrajo estéticamente su forma, que tiene cierta belleza escultural. Las tubas siempre fueron caras, y contar con una tuba y su respectivo tubista a menudo implicó que toda la banda tuviera que contribuir haciendo una vaca para comprarla. Por otro lado las tubas nunca fueron instrumentos que se consiguieran usadas en gran abundancia.
De modo que cuando vi el aviso no tuve otro remedio que detenerme. En realidad lo volví a mirar muchas veces. El precio era muy accesible para un instrumento de esas características. El vendedor lo proponía como una pieza a restaurar,y la descripción del artículo detallaba alguna rotura de su lead-pipe. Las fotos revelaban sus buenos bollos de tuba de trabajo. Poco a poco me fue ganando el delirio, y me encontré clickeando el botón de compra empujado por una fuerza totalmente fuera de mi control. En todo el trámite subsiguiente me fui haciendo amigo del vendedor Gustavo Roberto Contreras, un muchacho tucumano que me relató la historia del instrumento. Había sido usado por el padre, fallecido ya hacía 8 años, que era evangelista y que usaba la tuba en sus tareas de misión. El Sr. Contreras (padre) había sido un aficionado a la música, y tocaba además el piano y algún otro instrumento. Alentado por estos antecedentes esperé con ansiedad la llegada de mi adquisición desde Tucumán. Llegó embalado en una caja enorme, de donde emergió enegrecida por los años y mostrando su anatomía lastimada por los años de esforzadas tareas evangélicas.
La llevé corriendo a la casa de Laci Trakal. Allí mi amigo húngaro reconoció origen checoslovaco de su fabricación, y esgrimiendo su proverbial soldadora, logró reparar el caño roto además de emparcharlo en varios lugares. Aquí la tienen: hasta ahora sólo logre pulir/limpiar la campana usando medio litro de limpiametales. Luego seguiré con el resto.

lunes, noviembre 29, 2010

Sábado 27 de Noviembre- Julián Maliandi ( gtr)- Nicolás Passetti(dbass)- Javier Puyol (drs)- Librería Ilusiones.

Algo ha cambiado en los últimos tiempos. La formación guitarra-bajo-batería, o sea el del típico "power trio" era sinónimo de jazz-rock, picu-picu fuerte, clavados (más vale remachados) a razón de golpear sin piedad el redoblante. Pero la buena noticia amigos, es que parece que los días de la hipoacusia causada por exceso de decibeles están llegando a su fin. Aquí el énfasis está en el fraseo, la insinuación más que el machaque, y una recuperación del sentido del ensamble, que a mi juicio es un elemento esencial en el jazz. Composiciones propias y standards, pero en todo momento tratados con criterio, de modo que la fuerza la otorgue el swing y no el volumen. Pareciera que es un criterio ya asimilado por esta nueva camada de jazzeros, que vienen subiendo la valla en varios centímetros para el nivel al que estábamos acostumbrados en el pueblo.
Y algo más: El set se anunció para las 19hs del sábado. Un horario excelente que deja la noche libre, una franja horaria que es utilizada casi universalmente en Europa. El lugar estaba bueno: una sala pequeña pero confortable donde entiendo que habrá más recitales del mismo tipo, cobrando una entrada accesible.
La próxima vez les mando a Garmendia.

sábado, noviembre 27, 2010

Viernes 26/11/10 - Lucy Dixon - Sergio Gruz - Bodega del Teatro Auditorium

Quienes conocemos a Sergio Gruz sabemos que es un intérprete de nivel internacional que reside hace años en Paris, pero que nos ha visitado a menudo en compañia de Alejandro Herrera, aprovechando periódicos viajes a BsAs para ver a su familia.
Lucy Dixon es una actriz, bailarina y cantante inglesa que reside en Francia, que tiene una carrera como solista que desconocemos en nuestro medio, pero que es de mucha originalidad, porque como bailarina tap pone al día su arte con músicas urbanas contemporáneas. Es integrante de uno de los tres elencos de Stomp, un grupo que se puede caracterizar como de "percusión humana" que combina la coreografía con elementos de percusión informal.
De modo que fue una oportunidad excepcional para ver a estos dos artistas que han combinado recientemente sus esfuerzos. El alternó standards con composiciones originales de Gruz, a los que L.Dixon le ha puesto letra, en una demostración de su formación integral.
Me confió Lucy que fue el primer "test" del dúo actuando en público. Creo que le pueden sacar mucho más provecho si incorporan algo de la estética que ella viene desarrollando en sus otros grupos, que podríamos definir como de un minimalismo rítmico que toma elementos del rap y el hip-hop. Eso, combinado con el despliegue de Sergio, que se nutre de su formación clásica con lo que parece una fuerte influencia del impresionismo francés, potenciaría diversidad de facetas a su espectáculo.
Les "incrusto" una muestra de su labor:

jueves, noviembre 25, 2010

Mar y Rio de la Plata

Viernes 19/11/10 - Jelly Roll Trio - Confiteria Orion.
Sábado 2o/11/10- Patricio Quinteros y los Tambores de Pompeya - Bar El Argentino.

El viernes 19 cumplimos con el JRT otra de esas fechas que hacemos cuando las demás bandas de ese circuito se borran por un motivo o por otro. No hubo nada especial que destacar, salvo que siempre es un aliciente descubrir que tenemos suficiente material como para soportar un set entero. El público fue poco numeroso pero generoso.

Una amiga inglesa de visita se despedía de la ciudad. Ya nos había visto tocar de modo que le quedaba por interés por repetir la experiencia. Por suerte descubrí que en el Bar El Argentino había un programa interesante, y me propuse llevarla a escuchar un poco de música . En aquel pequeño pero simpático reducto que el cantor de tangos y poeta Daniel Robles ha creado en el barrio de La Perla se presentaba Patricio Quinteros con un grupo nuevo. Patricio es un músico que siempre me ha intrigado. Aparte de su actividad formal como contrabajista de la Orquesta Sinfónica Municipal, cultiva una veta de música popular que particularmente original. Tiene varias composiciones que son hermosas, como Zamba Bruja, y un tango dedicado a un sacrificado obrero municipal con talento de cantor...o sea un homenaje a su padre. Pero esta vez el repertorio tendría el color del Rio de La Plata, porque esta nueva formación cuenta con una cuerda completa de tambores de candombe (Chico, Repique y Piano). Se suman además un ladero habitual de Patricio, el bajista Martin Sciurano y una joven tecladista...(Laura...Adela....help, que alguien me pase el nombre). Hermoso ensamble. Patricio escondido en un rincón, como músico poco ostentoso que es, cantaba sobre una base que burbujeaba de ritmo, todos apelmazados en el pequeño local que hervía de público entusiasmado.
¡Que envidia!

miércoles, noviembre 17, 2010

Resucitación y Revival - Respuestas y Preguntas

Luego de casi diez dias desde mi última entrada, quizás sea el momento de hacer un balance del resultado del anuncio sobre la supervivencia de Sergio Tamburri.

Claro que no fue una sorpresa para muchos, que ya tenían contacto con él. Para otros fue el fin de  "otro mito pedorro" , tal como lo calificó César Pietranera.  También implicó que volviera a tener contacto con otros personajes de la época, además del mismo César. Gustavo Meilij, por ejemplo reapareció luego que también tuviera dudas sobre si estaba vivo o muerto. 

Pero como dijo Luis Furlong "en una época en que se van muchos, siempre es bueno saber de uno que vuelve". También me sorprende que como Luis, haya tantos que persisten en la actividad, como es el caso del querible Alex Winkler, otro socio de Sergio en las lides de los Santos Lugares Stompers

Y a propósito de los Santos Lugares Stprs, también me topé con otro de sus fundadores, el trompetista Alberto Cambas Sabaté. Alberto tuvo un tiempo en que vivió en Mar del Plata, y aunque llegué a conocerlo, nunca había percatado que tenía otra pasión: el de la escritura. Ha recibido premios por varias de sus obras, que van desde la ficción hasta la novela histórica. Me encontré leyendo su novela (también premiada) "El Cuarteto Horizontal", en la que hace alusión a sus experiencias jazzeras y donde figuran con sus apodos otros conocidos personajes del jazz como Aldo "Conejo" Montilla, y nuestro Anibal Betinotti. (ver antiguas entradas sobre Aníbal)

Tendré que dedicar otra entrada a comentar este texto. También me escribió otro músico y testigo de las andanzas de aquella primera Porteña JB, Horacio Bermúdez Igartúa, que sigue en Bahía Blanca, donde otrora organizara festivales anuales llamadas de "Jazz Antiguo"

De modo que la cosecha no ha sido mala. Arrima información y posible documentación para el proyecto del Tano Tamburri.

Pero personalmente me abre un interrogante sobre qué hacer con esta veta de descubrimiento. ¿No habrá un peligro de caer en nostalgias tipo encuentro de los viejos tiempos, de colimbas, egresados y todo eso? ¿No será que el momento de lo creativo es el instante que se produce en cierto tiempo y lugar? ¿Será que los misterios de las pirámides no deben ser profanados?

O por el contrario, ¿hay en este campo algo a revivir, a rescatar, a poner nuevamente en funcionamiento? Es una pregunta que se sucita alrededor del mismo término "Revival" ...una palabra que siempre creí sospechosa...

lunes, noviembre 08, 2010

¡ Hanno amazzato cumpare Tamburri !

Así como en "Cavalleria Rusticana" un grito dramático anuncia el asesinato de Turiddo, la noticia de la muerte de Sergio Tamburri corrió como fuego en el pequeño círculo de seguidores del movimiento del jazz tradicional argentino, hace ya muchos años. El "Tano" (como también se lo conocía) había sido del núcleo fundador de la histórica Porteña Jazz Band, quizás podríamos decir de su "mesa chica", junto Norberto Gandini y el "Chileno" Espinoza. Ellos, y en particular Gandini, marcaron un ethos que señalaba una estética, y por otro lado un estilo de vida. Es típico del canibalismo que caracterizó las formaciones posteriores de esta banda que sus inspiradores nunca son (ver la página de la banda actual de internet) reconocidos como tampoco la mayoría de los que conformaron esa primer histórico álbum en que se plasmaba una filosofía musical. El debate de principios de los 60' entre los que formaban el movimiento de jazz al que podríamos denominar (con reservas) "revival" era el siguiente: Algunos sostenían que no era posible resucitar el clima histórico en que habían surgido los venerables grupos de jazz hot negro de la década de los 20, lo mejor que se podía hacer era intentar reproducir fielmente esas versiones, copiando incluso los solos, adoptando un actitud similar al de los ejecutantes de la música llamada "clásica", adhiriéndose con fidelidad a las partituras originales. Era lo que sostenían los músicos de la Guardia Vieja Jazz Band, conducida ideológicamente por Guillermo Forn y Puig.
Gandi (Norberto Gandini) sostenía por el contrario que se debía respetar el paradigma estético de ese período, pero liberando a los músicos de los arreglos originales, y dándoles libertad para tocar sus solos.
En fin, discusiones que parecen pueriles a la distancia, pero que en el momento daban lugar a fuertes intercambios entre los músicos.
El principio fundador de aquella "primera Porteña" era más consistente con el espíritu de los 60, con una impronta que hacía que sus líderes respondieran a criterios de creatividad y compromiso con el arte de su tiempo. Una combinación interesante, cuando se lo articulaba con una música tan retro como el del jazz originario de los años 20. El espíritu bohemio sesentista de sus líderes marcaba una forma de vestirse, de dejarse el pelo largo etc...a querer viajar por el mundo...y a curtir porros etc. El ambiente del jazz tradicional en sus distintas variantes siempre ha sido en realidad conservador y conformista, (por no decir mediocre) y alimentaba la leyenda de las andanzas de Gandi y el Chileno con exageraciones con las que satisfacían su morbosidad y envidia. Cuando se agotaron las versiones de los excesos de Gandi y el Chileno en Europa, se rumoreaba que Sergio Tamburri había quedado extraviado en Brasil, donde se habría vuelto adicto a drogas pesadas, y donde finalmente habría sido asesinado por narcotraficantes.
En una trasmisión radial que por motivos técnicos no puedo subir al blog, Cacho Giliberto trasladaba la escena a Nueva York (..murió acuchillado, fue terrible lo que le pasó al Tano)..
En fin...quedó instalado en el folklore de la Porteña, y personalmente me dolía el recuerdo de ese joven flaco buen mozo de sonrisa amable, con su destino trágico y romántico de héroe jazzero.

De modo que cuando descubrí un comentario perdido en una entrada de este blog del año 2004 mi sorpresa era enorme...hasta el punto de despertar incredulidad. Pero resulta que el hombre está vivito y coleando, aparentemente gozando de buena salud, haciendo su vida en Houston, Texas. En fin, esta entrada se ha prolongado demasiado.
Continuará....

lunes, noviembre 01, 2010

Caracolas y ¡Caracoles!

30 y 31 de Octubre- 7mo Festival Mar del Plata Percusión - Teatro Auditorium

Con una parsimonia y efectividad pasmosa Sergio Mileo llevó adelante nuevamente su festival. Nada parece desbaratar la gestión de este organizador. Ni la suspensión de inauguración que debería haber tenido lugar el viernes 29 debido al duelo nacional, ni el clima que parecía ensañarse con frío, viento y lluvia, ni los mil y un inconvenientes que se producen cuando se convoca a unos 100 músicos, la mayoría de los cuales viajan desde Buenos Aires y de otros lugares del país.
La variedad de la oferta y la cantidad de grupos me impiden hacer un detalle de todo lo ocurrido. Sólo diré que la oferta incluía, clinicas, talleres instrumentales y de danza, exhibición de instrumentos, clases-conferencias y shows.
Apenas haré relato de mi pequeña participación, ya que Sergio me invitó a sumarme a la presentación que hicieron los integrantes de su Ensamble MdP Percusión y el grupo Perculocos. Se trataba de la ejecución de una pieza compuesta por él mismo, y que originalmente debía ser la apertura del festival, pero que fue trasladado al domingo 31 en reemplazo del viernes. (Conseguir esa substitución fue en si mismo un logro logístico). Yo debía intervenir sobre el final de la pequeña obra, sumándome a Sergio con una suerte de llamada efectuada con caracolas.
La parte instrumental se complementaba con la participación de un grupo de cuatro bailarinas en base a una coreografía y dirección de Marisa Gozzi. Esto implicaba cierta necesidad de sincronización, y por ende tener que ubicar precisamente el lugar en que debía "tocar la concha" (como me dijo socarronamente la malévola Marisa)
Hubo ocasión de pasar la pieza algunas veces a modo de ensayo en la prueba de sonido. Ahora bien, no me resultaba fácil ir contando los compases del tema a la vez que contemplaba los pasos de las jóvenes y bellas bailarinas. Logré aislar un grupo de compases que conducían al cierre. Luego de un cierto toque de timbaleta, serían unos veinte compases....y pico. Nunca pude determinar cuántos eran exactamente. La situación era la siguiente: Suena el cue que marcaba la sección, y yo empiezo a contar:

Uno,...dos,.....tres....cuatro....cinco....(¿eso será una quatriéme de brazos?...
¡Chau! perdí la cuenta. Vamos a una repetición.

.....Cuatro, ...cinco .....seis....siete....ocho...(hmmm....¡que sexy! a que eso no es de ballet convencional....)
Vuelta a perderme. Sergio indica otra pasada.

....dieciocho...diecinueve...veinte....(digo yo, ¿está como rotita esa calza?)

Catástrofe. Perdí mi última oportunidad para precisar el momento de la llamada. Ahora ya estoy jugado. Llega el momento del comienzo del espectáculo. Sólo sé que hay que tocar luego del compás 20. El locutor anuncia que empieza el show, se abren las cortinas, y arrancan los tambores.

....diez y siete, ....dieciocho, .....diecinueve,....¡veinte!....veintiuno, ...veintidos...(Ma sí...yo me mando ahora...)

Me adelanto, y me pongo al lado de Sergio y su timbaleta. Veo que él también está tomando su caracola. Soplo con toda mi fuerza, y segundos después termina todo.
Pudiera ser que más o menos la hubiera embocado...pero por las dudas huyo tras bambalinas.

sábado, octubre 30, 2010

Pa' que aprendan

Viernes 29 de Octubre. Marita Moyano (Voz,/caja chayera) Juan Sardi (Perc./Melódica) Luis Reales (pno)- Bohemias Resto-Bar.

El duelo nacional por la muerte de Néstor Kirchner me permitió zafar de tocar ya que Orion no abrió, y me permitió ir a este nuevo lugarcito para escuchar música argentina, un modo apropiado de hacer mi propia catársis.
Siempre pensé que en cuanto a música popular el movimiento de folklore progre es el más vital y logrado de Mar del Plata.
Queridos cumpas jazzeros pedorros como uno:
Si quieren apreciar swing:
Vayan a escuchar a este grupo.
Si quieren escuchar música de raíz sencilla pero tratada con inteligencia:
Vayan a escuchar a este grupo.
Si quieren ver como se puede hacer música de un modo serio, pero sin petulancias:
Vayan a escuchar a este grupo.
Si quieren ver cómo la gente del público se convierten en actores participantes en lugar de ser receptores pasivos admiradores de genios de la paja:
Vayan a escuchar a este grupo.
.....o a cualquier combinación de convocada por Marita Moyano, cantante de músicos, una especie de Billie Holliday de la movida folklórica, respetada y requerida por los músicos del palo.

viernes, octubre 29, 2010

El Jazz en Rio Cuarto

Viernes 22 y Sábado 23 de Octubre- XIII Festival de Jazz en el Centro - Rio Cuarto Córdoba

Concurrimos con el JRT a esta edición del festival de Rio Cuarto. Este año fue dedicado a la memoria de Carlos Granado músico riocuartense fallecido recientemente, que tuve el gusto de conocer hace unos años. Granado se ganaba la vida como músico en esa pequeña ciudad, por lo que debía hacer todo tipo de música. Pero a la hora de volcar su pasión, se dedicaba a impulsar el movimiento local de jazz. El que quiera conocer su trayectoria lo puede leer en:

http://www.redriocuarto.com/rio-cuarto-llora-al-negro-granado/

Sabemos del esfuerzo que significa llevar adelante estas cosas, de modo que vaya nuestro agradecimiento a todos y en particular a Carlos Alonso, los muchachos de Saxos & Asociados y a Ricki "El Tigre" (un colorido cantante bailantero local que también puso el hombro para ayudar la organización)
Los festivales del interior están en cierto peligro de extinción. Los que los critican que se callen la boca y traten de hacer algo ellos, a ver cómo les sale.
Participaron en el curso de ambas fechas los siguientes conjuntos:
Granado Big Band (Rio Cuarto)
Jelly Roll Trio (MDQ)
Anaro Satti Cuarteto (Bs.As)
Saxos & Asociados (Rio Cuarto)
Sergio Poli Cuarteto (La Plata)
Dixie Group (Rio Cuarto)
Gabriel "Corto" Juncos Latin Jazz (Cordoba)
Grupo de Jazz Santa Rosa (La Pampa)
Fernando Carranza Trio (Rio Cuarto
Norberto Machline Trio (Bs.As)

Si escribiera todo lo que habría para comentar demoraría demasiado en subir este post. Solamente voy a destacar por ahora al último grupo de la lista. Junto a Machline estuvieron Oscar Giunta en batería y en bajo, Jorge "el Negro" Gonzalez.
¡Qué trio! Sobre todo el lujo de contar con un prócer como el Negro, un luchador que no afloja y continúa la gesta del local Jazz & Pop.

martes, octubre 26, 2010

Más sobre Pura Música o Show

Considérese el video incrustado al pié, que reproduce una aparición televisiva de Dizzy Gillespie junto a Louis Armstrong.
Sus aportes al jazz son indiscutibles, y nadie puede negar que ambos contribuyeron a lo más serio y trascendente del género.
Al mirar este clip, ¿con qué nos quedamos?
¿Con la trivialidad de sus payasadas, o con la solvencia de su música?
¿Con la cartelera taquillera, o con la fraternidad de dos gigantes del jazz?
¿Con una burda mezcla de estilos, o con el respeto mutuo de dos artistas de distintas generaciones, que conversan sin resignar sus respectivas estéticas?
¿Con la banalidad del espectáculo o la oportunidad de ver a dos grandes que se divierten a la vez que entretienen?

martes, octubre 19, 2010

Según pasan los años....

Santiago Giacobbe-Facundo Bergalli - Bodega del T. Auditorium - 16-10-10

Fue una noche de perros la del sábado pasado en Mar del Plata. Un temporalito envolvía la ciudad con una llovizna deprimente. Pero igualmente pensé que íbamos a ser más los que concurrimos a escuchar al dúo que reunía a un prócer como Santiago Giacobbe y a un brillante representante de la nueva generación, Facundo Bergalli. La gente se perdió una masterclass de cómo combinar una guitarra con un piano, maridaje siempre difícil, ya que suelen ser dos instrumentos que se obstaculizan en el acompañamiento. Facundo lo resolvía proveyendo una línea de bajos (un walking bass con acordes, según me explicó luego) cuando soleaba Santiago, que correspondía de igual manera cuando tomaba la posta el guitarrista.
Cuando terminó el set fuí a saludar a Giacobbe. Mi comentario fue que tuvieron que pasar todos estos años de mi vida para verlo tocar en vivo.
Pero mentira.
Deduje luego que sí lo había escuchado un una visita mía al país, cuando justo coincidía con una presentación del Octeto Electrónico de Astor Piazzolla en Mar del Plata. Siendo fanático del quinteto, recuerdo que el Octeto no me impresionó bien...
Otro desencuentro fue que en mis primeros acercamientos al jazz, me inscribía firmemente en la tribu de los conjuntos de jazz hot negro de los años 20. Todos conjuntos que terminaban con el reaseguro del sufijo "...Jazz Band". Todo lo demás no merecían la menor consideración. Pero en las bateas de las disquerías de la calle Corrientes figuraban LP's con nombres tan absurdos como Sanata y Clarificación, o Quinteplus. ¿De donde podían provenir tales deformidades...de Marte? Los verdaderos líderes del movimiento tradicional como Kacho Rodriguez Jurado o Norberto Gandini eran en realidad creativos e innovadores a su manera. Pero los que los seguían, como en mi caso, éramos mayormente necios. ¡Ay.....lo que es la ignorancia! Lo peor de lo conservador que se torna retrógrado.

Pero a esta altura del partido, tanto Giacobbe como yo....ya estamos grandes.
El que tenía el aura de vanguardista innovador, hoy suena bastante clásico, aunque muestra todavía las marcas de la experimentación que insufló los últimos años de la década de 1960...se escuchan las influencias de Lennie Tristano....también a veces parece que sonara un poco a Paul Bley....
En fin, me da un poco de pena que nuestros jóvenes músicos locales se pierdan este desfile de figuras fundamentales del jazz argentino que viene trayendo Félix Barone (que precedió el set del dúo con su cuarteto) Muchachos...estos tipos, Astarita, Giacobbe, Remus, Bellotto, Sucheras...¡Son Maestros, man! ....¡hay mucho que aprender de ellos.
Es tentador hacer una comparación entre la presentación de este dúo con el que le precedió en el ciclo, el de Bellotto/Sucheras. Desde el punto de vista pianístico hay contrastes marcados. El swing de Sucheras es más "sweet" a la manera de la escuela de Tatum, o Peterson. El de Giacobbe más duro...a la manera de Monk quizás. Sucheras toca de un modo horizontal,...a Giacobbe lo escucho vertical, quizás más complejo en su entramado armónico.
El modo de encarar el "show" ( de algún modo hay que designarlo) fue totalmente opuesto: Pocas palabras...mucha música. Yo escuchaba extasiado, conocedores como Gerry Rodriguez (infaltable) estaban chochos. Pero mi mujer (ay, bochorno) bostezaba y finalmente se levantó y se fue. Vi que lo mismo sucedía en otra fila. Mi invitada inglesa, que yo también había llevado a la presentación anterior, me comentó cortésmente que le había gustado más el "otro dúo"
En fin....el dilema sigue sin resolución......

viernes, octubre 15, 2010

Orígenes - Aguante New Orleans

Orion -8 de Octubre - Jelly Roll Trio- Atlántica Jazz Band

Este blog fue hackeado por un tal Garmendia por unos días, pero me alegra informar que ya hemos subsanado esta intrusión. El invasor ha quedado recluido a la sección de comentarios, de la que nunca debería de haber salido.
Ahora paso a redactar una entrada un poco extensa, a raíz de que el viernes 8 tocamos con el Jelly Roll Trio, compartiendo la fecha con otra banda. Sobre la tocada diré que no estuvo del todo mal, aunque faltó esa sensación crepitante de ensamble que a veces logramos en los ensayos. En mi opinión es un efecto de pánico escénico que se nos instala cuando tocamos en público. La pena es que se mata lo que me impulsa a seguir tocando jazz tradicional, algo que mis amigos de las corrientes más "modernas" a veces no entienden. Es que sinceramente creo que dentro de las sencillas estructuras del jazz primigenio, se posibilita esa extraña energía colectiva que insufló de energía a todo el jazz que vino después. Es algo accesible aún a los que no poseemos grandes dotes técnicas....lo que no puede faltar es la comprensión del paradigma, que a menudo escasea en los grupos más sofisticados y avanzados del género.
Otra explicación tiene que ver con las marcas iniciales que me introdujeron a esta música, ciertos recuerdos juveniles que atesoro y a los que les debo mi iniciación. Iré reproduciendo algunos de ellos más adelante, pero ahora quisiera relatar una experiencia que me quedó grabado como una imagen, un cuadro. Yo no tendría más que 17 años........

Descender al sótano del Bar Las Palmas (Sarmiento esq. Paraná) era ser admitido a la bóveda del tesoro del Rey Midas. Desde la vereda de la calle Paraná a menudo podían escucharse fragmentos de ensayos de las bandas de jazz tradicional que ahí se congregaban. Eran como cortos clips que arrancaban y se detenían, para luego comenzar nuevamente hasta avanzar algunos compases más. A veces buscaba excusas para pasar por ahí para ver si se captaban algunos de esos sonidos que se escapaban de las profundidades. Pero la mayoría de las veces sólo había silencio o apenas el débil sonido de un piano o un canto desafinado de tango. De modo que cuando Dicky Canci me invitó a presenciar un ensayo de verdad, mi emoción era incontenible. Se trataría de uno de los últimos ensayos de los desfallecientes Santos Lugares Stompers. Tomar el cafecito previo a la llegada de los muchachos ofrecía un panorama de los artistas decadentes que utilizaban las salas, gente de varieté, o de zarzuelas. Su aspecto era tanto más raída cuando se los comparaban con los semidioses, los músicos de jazz que iban llegando. Luego habría de descender por la escalera, ubicada al lado de los baños, a subsuelo, de donde provenía otro olor: el de la humedad teñido de tabaco. Ya en el rellano se escuchaba el tintineo de los pianos desafinados y otros sonidos amordazados que se colaban por las puertas acustizadas de las salas. Éstas tenían pequeñas ventanas por las que se podía espiar a sus ocupantes. Al transitar el pasillo que las separaba, me detuve frente a una de ellas, de donde provenía asordinada, una chispeante música de Nueva Orleans . El bastidor que proveía la ventanita me ofreció una postal imborrable. Se trataba de un ensayo de la Roseland Jazz Band. En el centro mismo del cuadro, dos cornetistas, de pié. Sus manos en las campanas de sus instrumentos, orientados uno hacia el otro en una actitud de intensa concentración. Eran Fernando Peliche y Rodolfo Yoia. Formaban una dupla curiosa, con cierto aspecto a hobbits. Al lado de ellos pero un poco más atrás se veía un trombonista más vale pequeño que delgado...era Hugo "Bicho" Borgnia. La imagen se congela en el momento mismo en que se produce el break a dos cornetas seguido por un glissando de trombón del añejo "Snake Rag", tal como lo tocaran King Oliver y Louis Armstrong en la legendaria Creole Jazz Band de 1923.


Algo más atrás se lo divisaba a Patricio Carrasco, aquél que sacudía sus rodillas convulsivamente al ritmo del los tumbados de la Creole JB. El piano estaría oculto tras la pared, pero ahí estaría tocando Ezequiel Pallejá. Ese día estaría ausente el tubista, Carlos Balmaceda, una persona que ingresaría a mi vida mucho más tarde. Sospecho que también estaría ausente el clarinetista...ya que no está en mi registro visual ni auditivo. De haber estado, se habría tratado de Cachi Carrizo o bien de Gustavo Meilij.
Muchas gracias a Rodolfo Yoia por refrescarme los nombres de los protagonistas de esta imagen, que me condujo luego por las vías del jazz

jueves, octubre 07, 2010

Garmendia no se rinde

Dickens Pub -Miércoles 6 de Octubre -Eduardo Palomo (pno) Julián Maliandi (gtr) Nico Pasetti (ctrb) Andrés Dellacasa (drs) E. Garvie (trp)

Sin que hubiera pasado siquiera una semana, la redacción me vuelve a enviar a cubrir otra presentación de este mismo grupo. Aunque sentía rechazo por tener que tolerar otra marejada de mal gusto musical, me entusiasmaba tener una nueva oportunidad de clavar mi pluma implacable, cual daga justiciera, en los cuerpos mutilados y sanguinolentos de estos degenerados, que en mi opinión desgraciaban a la escena jazzera local.
De modo que tomé asiento en un rincón del pub, tratando de entusiasmarme con lo que podría ser una nueva carnicería crítica.
Pero,......
A medida que avanzaba el set mi mandíbula empezaba a ceder a la gravedad, y mi cara boquiabierta no podía disimular mi asombro ante una mutación inesperada.
Para empezar, el ritmo complejo y envolvente del baterista me dejaba perplejo...debo admitir que la madurez de este joven adulto me asombraba, al desplegar un tapiz de poliritmia hipnotizante. Sus acentos eran resaltados por el contrabajista que aportaba un pulso que avasallaba a la vez que iluminaba la ruta armónica de los temas. Me impresionaba su rostro, que al concentrarse en su tarea, parecía poblarse de surcos de experiencia.
El arsenal tecnológico del guitarrista funcionaba con la perfección de la relojería suiza. Su inspiración en la improvisación se fecundaba con algoritmos de alta teoría, adquirida en su paso reciente por el centros de excelencia de las universidades bostonianas de jazz en EEUU. Además animaba el espectáculo con medidos comentarios en las que no estaban ausentes ni la erudición ni el humor.
El pianista apuntalaba toda esta estructura con la habilidad del defensor que rápidamente se transforma en un goleador fulminante. Es decir, se corría toda la cancha con su comping contemporáneo, pero al transformarse en solista desplegaba una gama de recursos que iban de los arpegios alucinantes a los obstinato arrasadores.
Pero la presencia más deslumbrante era la del trompetista. Presidía la labor del grupo con su aspecto senatorial, a la vez que su instrumento vertía el brío de una juventud que se renovaba con cada nota. Seguro en cada introducción, sus intervenciones variaban desde el ligero toque lírico hasta las alturas vertiginosas de agudo. Remataba los finales de los temas con la estocada certera del torero victorioso.
Luego del delirio de los bises, pasé por el mostrador a cobrar y me alejé del lugar. La música que había escuchado parecía perfumar la noche marplatense.

viernes, octubre 01, 2010

Escribe Garmendia

Apertura de la Jam de Creeptown - 30 de Septiembre-
Eduardo Palomo (pno) Julián Maliandi (gtr) Nico Pasetti (ctrb) Andrés Dellacasa (drs) E. Garvie (trp)

Como corresponsal de este blog, me vi obligado a asistir a la presentación de un grupo integrado por los mencionados más arriba, como apertura de la jam session semanal de ese local llamado Creeptown. Ahora, yo pregunto, ¿sabrán los dueños de lugar lo que significa la palabra "Creep"?
Bien, se lo utiliza para designar sujetos que son despreciables, arrastrados al modo de bichos asquerosos, como reptiles o insectos. Y bueno, efectivamente me encontré con un lugar poblado cual ciudadela de "Creeps". Los peores exponentes del género eran los músicos.
¡Que puedo decir! Para empezar, debería haber una ley que prohíba la asistencia de menores a estos lugares. Digo, porque el baterista debería estar durmiendo a esa hora, para poder ir al día siguiente a la escuela a aprender materias básicas como Lenguaje, en vez de estar tocando la batería.
El contrabajista también, a lo mejor zafa porque tendrá uno de esos documentos truchos que usan para ir a los boliches. De todos modos nunca voy a entender para qué usan un instrumento tan grande para tocar cosas insignificantes. Los ves ahí, con cara de de perro culeando y haciendo fuerza, y música....bah, algo que se escuche digo, ¡nada!.
El guitarrista se la pasó arreglando su instrumento. Ahora, ¿para qué vienen a tocar si no tienen el instrumento en condiciones?- ¿Eso es una actitud profesional?
El que parecía más seriecito era el pianista (aunque estaba bastante mal afeitado). En fin, dije, bueno, ahí voy a escuchar alguna canción, alguna cosa reconocible, un rockito ¡algo! -Pero no, ninguna otra cosa que un picu-picu constante de eso que se escucha de las bandas de jazz aburrido.
Pero el más patético, lejos, era el trompetista. Un viejo choto que tocaba como el orto. Otro que ponía cara de hacer fuerza como si estuviera defecando, sólo para que le salgan unos cuá-cuá, que parecía el lamento de un orco herido.
Las minitas....bien. Bueno, cuando ya estaba harto de perder el tiempo, traté de ver si podía enganchar a alguna de las pendejas....pero ni bola. No las culpo por estar charlando todo el tiempo con sus amigas y amigotes. Total, para lo que había que escuchar!.
Después subieron a tocar algunos que parecian tocar un poco mejor, por yo ya estaba podrido...así que me fui a dormir.
Hasta la próxima, amigos.


lunes, septiembre 20, 2010

Jazz : ¿Música pura, o show?

Américo Bellotto- Angel Sucheras - Bodega del Teatro Auditorium- Sábado 18

Creo que ya comenté otras veces que a mi llegada a Inglaterra y al anunciarme como argentino, no me preguntaron por Maradona, sino por Américo Bellotto. Por cierto, el que me hizo esa sorprendente primera pregunta era músico, y trompetista para más datos. Es que Américo era conocido por ser el lead de bronces de la afamada banda de Maynard Ferguson que por bastante tiempo tuvo su base en el Reino Unido, y que contrataba casi todos sus músicos ahí. La estética de Maynard era la de el despliegue espectacular y virtuosístico, y ser el que lo secundaba en la conducción de un pack de músicos calificados y de primera línea, tenía que ser alguien especial. El trompetista lead debe poseer características de precisión, seguridad y dominio absoluto del registro agudo de su instrumento. Debe encarar su tarea con una autoridad y firmeza porque se lleva al hombro toda una masa instrumental, en manos de un grupo humano típicamente anárquico y narcisista. El carácter de Américo y su talento estaban bien dotados para esa función. Pero quizás no tanto para el manejo sutil de las relaciones humanas, ni del gesto casi introspectivo del solista torturado á la Chet Baker. Es por ello que está un poco dislocado a partir de su retorno al medio musical porteño, donde no hay conjuntos profesionales numerosos que requieran de su función de líder, donde esa rara habilidad no tiene mercado y donde se vuelve intrincada la política para imponer un nombre como improvisador de jazz.
De modo que la estructura mínima de un dúo de trompeta y piano puede no ser el contexto más favorable para apreciar sus virtudes. Sin embargo, afirmo lo siguiente antes de continuar: Fue una oportunidad en que pudo desplegar una paleta amplia, llena de matices, donde no faltaron los momentos de suave delicadeza, particularmente en las baladas. El otro miembro del dúo, Angel Sucheras, es sin ninguna duda un músico excelente. Que no sólo acompaña sino que despliega muchos recursos con flexibilidad, en un estilo clásico, no muy lejano de la de un Oscar Peterson.
Para otorgar variedad al set, Américo usó una variedad de sordinas, y Sucheras cantó algunos temas, hablidad que ejercita a diario como pianista residente de grandes hoteles. Fue una muy buena muestra de jazz en una faceta clásica, hecha por dos gladiadores de la vieja escuela profesional de jazz. Dentro de esa línea se buscó hacer un show dirigido a un público amplio, tratando de establecer un clima jovial y agradable. Eso ciertamente se logró, aunque sólo en la medida en que la concurrencia era pequeña. El gran público sigue ausente de las tocadas de jazz.
Es que hubo un momento en que Miles Davis decidió abandonar toda amabilidad con el público, considerado un gesto de obsecuencia de los entretenedores "Tío Tom" para servir a sus amos blancos. A partir de ese momento se consideró de mal gusto cualquier concesión en función del espectáculo. A continuación hago un listado de los pecados cometidos por el dúo mencionado en su show del día sábado.
a) Hablarle al público.
b) Contar chistes.
c) Anunciar con antelación y en todos los casos, los nombres de los temas.
d) Explicar todo.
e) (Peor aún) Hacer referencias a la historia del jazz, de Nueva Orleans, de los funerales etc etc.
f) Tocar temas conocidos.

Debo admitir que a mí también me ponen nervioso todas estas cosas. Pero tomemos en cuenta algunos factores que suelen ignorar los modernistas, por llamarlos de algún modo.
a) Miles adoptó ese gesto en momentos de militancia política negra en los EEUU. No es nuestro lugar ni nuestra época.
b) En ese momento se apreciaba el valor de esa música. Se podía declarar, "les gusta nuestra música, entonces coman mierda".
c) Miles se hacía el antipático, pero por otro lado hacía las peores concesiones al mercado musical, adoptando el pop y el rock como material.
d) Nuestro tiempo, al revés que el de los incipientes '60, desprecia la actitud intelectual o mejor dicho, descarta de plano cualquier cosa que exija adivinar, investigar, o un esfuerzo por entender.
e) En la época de Miles interesaba la música, hoy se valora el "show"

Entonces...¿Habrá que seducir a "la gente", o no? Puede ser que el problema esté mal planteado...lo tendré que seguir pensando.




jueves, septiembre 09, 2010

Esteban noctámbulo

8 de Setiembre - Jauría- Dickens Pub

Aprovechando una de las escasas oportunidades que tengo para escuchar algo en las noches de la semana en que los boliches confinan el jazz progre (tipo miércoles o domingo ) , me sumé al poco público que acompañó al grupo conformado por Claudio "Colo" Sanchez (Tpt), Daniel Fernandez (Pno.) Alfredo Fasciolo (Str.bass) y Lucas Kulikov (Drs).
Hace un tiempo que los quería escuchar, ya que sabía que me iba a encontrar con algunas novedades. El Colo hace unos años que decidió concentrarse en extender su estilo más allá del dixieland que cultivó tantos años con su Bristol Jazz Band. Esta es la primera vez que lo pude apreciar plenamente en su conversión. Su labor como trompetista profesional en la Banda Municipal lo habilita técnicamente, y su logro también abona la idea de que es bueno una iniciación en jazz tradicional, al encarar las demandas de un gesto más contemporáneo. Sé mejor que nadie las dificultades para progresar estilísticamente, y sólo puedo felicitarlo por haber alcanzado el nivel que posee actualmente. Por otro lado el bajista Alfredo Fasciolo se ha largado a tocar el contrabajo, luego de años de persistir con el bajo eléctrico. Semejante esfuerzo también es admirable, e implica un gran crecimiento como músico. Sin duda que el color que presta el instrumento acústico es insuperable. Lucas Kulikov forma parte de una joven y reciente camada de bateristas que entendieron la sensibilidad del parche, y que saben que el tambor no es una cosa que se inventó para ser golpeado sádicamente. También lo pude escuchar con atención esta vez. Siempre me extrañó que Daniel Fernandez no tuviera más presencia en el ambiente. Hace años que vive acá, luego de migrar de Olavarría. Es un músico más que interesante, que toca con cierta delicadeza, quizás alimentada por su buena formación de base.

Llegué tarde al gig, y me tuve que contentar con escuchar apenas cuatro temas de la segunda parte. Un tema en trío donde se pudo apreciar el talento de Daniel, y luego otros tres temas con el Colo. Dos de ellos del tipo Funky Jazz que popularizaron como trompetistas Lee Morgan y Freddie Hubbard en su momento, pero que hoy al día suenan algo pasados de moda. En cambio el otro tema del set fue el conocido Rhythm-a-Ning de Thelonious Monk. Es notable como añeja mejor ese clásico "rhythm changes" que admite todo tipo de innovación. En este caso el grupo doblaba y desdoblaba el ritmo, resultando una versión atractiva y muy actual, aunque fuera un recurso que ya utilizaba Jelly Roll Morton y otros ya en 1920.
Como dijo el Colo en un momento: "El jazz tradicional no tiene fecha de vencimiento"

jueves, agosto 26, 2010

25 de Agosto-Leo Masliah y la Banda Municipal- Teatro Colon

Entrevista realizada a Cachito, franela del estacionamiento frente al Teatro Colon luego del recital de y Leo Masliah y la Banda Municipal.

VBB: ¿Hola Cacho, cómo estuvo la noche?
C: Fresquita pero muy linda, ¡vió la luna que hubo!
VBB: Dígame, ¿vino mucha gente a lo de Masliah?
C: Siii, un montón, por ser un miércoles...
VBB: ¿Y qué comentaban del recital?
C: Y, yo siempre pregunto, para entrar medio como en confianza y mejorar la propina. Mirá, hubo alguna vieja que decía que no había entendido nada, pero un Doctor dijo que había estado muy bueno.
VBB: Bueno, siempre hay quien viene a escuchar a la banda pensando que van a tocar música de películas, o pasodobles. ¿Y qué más pudo averiguar?
C: Lo que decían que había tocado un montón, y que no se sabía como hacía para acordarse de todas esas letras, y de toda esa música que toca. Parece que el hombre se sienta ahí como inexpresivo, y toca y canta como si no tuviera nervios ni nada.
VBB. Ah, y ¿estuvo muy cómico?
C: Lo que dijeron fue que se dedicó más a lo musical que al humor. El problema era que cada vez que abría la boca, aunque sea para decir algo serio, la gente se reía. Por ejemplo decía "Adelante maestro" y alguien largaba la risotada.
VBB: Qué molestos. ¿Y dígame que decían entonces de lo específicamente musical?
C: Yo lo que vi que había muchos de esos pibes que estudian en el conservatorio. Se quedaron un montón en la vereda, y yo me puse a charlar con ellos. Decían que así daba gusto pensar en la música. A muchos les daba ganas de estudiar, porque veían que había otra forma de encarar las cosas.
VBB. Claro, se darían cuenta que lo académico puede tener distintas dimensiones, y que la composición no necesita ajustarse a criterios esteticistas excluyentes.
¿Eh?
VBB: Nada, dígame, y de la banda que decían:
C: Que habían tocado un kilo. Que algunas cosas habían sido bastante difíciles. La verdad es esta vez no escuché que criticaran tanto como hacen otras veces.
VBB: ¿y del director?
C: ¿Quién? de Guillermo (Becerra)...no....que había estado muy bien, incluso parece que tocó con su viola a dúo con Masliah, y que había sonado fenómeno.
VBB: Pero, digo yo, ¿no criticaron nada?
C: Ah sí...se quejaban del sonido....bah, no del sonido en general sino de cómo se había amplificado el piano. Decían que lo habían hecho sonar demasiado fuerte, y que el Bosendorfer parecía un teclado eléctrico. A veces no se entendía la voz, e incluso tapaba a la banda.
VBB: Bueno, me quedo más tranquilo. ¿Y con los músicos pudiste hablar algo?
C: Mirá, siempre están esos que se rajan casi antes de que termine la función. Pero muchos se quedaron a tomar un café en la Fonte y eso. Yo lo que escuché que estaban entusiasmados, que habían tocado con ganas, y con deseo de hacer cosas así, populares si querés, pero inteligentes. Además alguno dijo que le volvía el entusiasmo por el oficio.
VBB: Mirá que bien. Bueno, gracias Cachito.
C: Chau.

domingo, agosto 15, 2010

Puesta al día.

Tanto entretenerme con los textos de Dobrilo, que se me van pasando las fechas. Hago ahora un rápido racconto:

30 de Julio- Jelly Roll Trio - Conf. Orion.
La deserción debido a las vacaciones de muchos de los músicos de las bandas que habitualmente ocupan el escenario en Orion, hizo que convocaran a nuestro trío. Ante un público escaso, subimos a recorrer viejos y nuevos hits. Más allá de los errores o los aciertos, nos sirvió para darnos cuenta que estamos en condiciones de soportar un set entero. (El trío digo, no sé los que tuvieron que escucharlo)

13 de Agosto- Teatro Colón.
Eduardo Palomo Trío- Eduardo Palomo (pno.) Nicolás Passetti (Ctrb.) Javier Puyol (Drs)
Sebastián DelHoyo Trío: Sebastián DelHoyo (Gtr) Martin DeLassaletta (Ctrb.) J. Puyol (Drs)
Invitados: Juan Manuel Martinez (Sx.tnr y spr) E. Garvie (Tpt)

Con el título algo bizarro de "Cultura Gourmet", se realizó una fecha en el Teatro Colón, con los dos tríos del título. En los camarines hacíamos chistes acerca de la probabilidad de tener que cancelar por falta de público, pero a la hora de comenzar hubo casi 150 cuerpos en la sala. No entendemos como se logró semejante convocatoria, pero si los noveles organizadores tienen un truco mágico, los felicitamos. Juan Manuel estaba en gran forma, y comentamos con Sebastián DH que hay un apreciable salto de nivel musical en los conjuntos locales. A los dos nos pareció que Eduardo Palomo ha encontrado hoy su propio lenguaje, que ahora está claramente instalado en la corriente moderna de los tríos de piano.

14 de Agosto- Bodega del Teatro Auditorium-
Gabriel Senanes 3 - Gabriel Senanes (Gtr-Sx. spr.-Voz) Pablo Marcovsky (Pno) Diego Arnal (Bass-Voz)

Se me planteaba un pequeño dilema el sábado 14. En la sala principal del Auditorium se presentaba la Antigua Jazz Band, o sea la heredera de aquella Guardia Vieja JB en la que me inicié. Todavía la integran algunos de los músicos de aquella época. En la pequeña sala de la Bodega tocaban los tres de Senanes. Opté por estos últimos (Arde de odio Jazzman50)....¿porqué?. Tengo que aceptar que me acompañó cierta sensación de traición, pero pensé (acertadamente) que iba a haber poco apoyo de público para la presentación del trío, embarcado en un proyecto de excelencia e innovación musical. Se podría decir que el grupo hace algo que podríamos llamar "popular culto" haciendo un oxímoron con dos palabras terriblemente equívocas para distinguir música. A ver....aires rioplatenses, tango, milonga, folklore..pero con un giro compositivo de inspiración académica, y un color camarístico de conjunto, sin que estuviera ausente la improvisación.
Y entonces....ante tan buen nivel de la música y de músicos....¿qué es lo que falla?
Es realmente una incógnita, pero me arriesgo a hacer esta respetuosa crítica: El producto es demasiado light para atraer a los académicos contemporáneos, y demasiado densa para el público común. Aún cuando toda la música original que tocaron era agradable y suficientemente elaborada para conformar mis oídos, quizás faltaba un elemento de groove, que introdujera calor al resultado. Eso, o era que la Bodega estaba congelada.
Un acierto: con el valor de la entrada (alta para costumbres marplatenses) obsequiaban un CD del trío. Una forma de hacer circular la música, a la vez de volver atractiva la entrada.



miércoles, agosto 11, 2010

La sorpresa de Goran VI

La danza culminó y la gente se fue desagregando. Goran trató de juntarse con el grupo de los más jóvenes, con la intención de acercarse a la bailarina. Sasa se quedó charlando con el violinista un largo rato.
"¿Qué estaban hablando ustedes dos?"
"El hombre quería saber tu nombre" "
¿Y se lo diste?"

"Claro, le dije que te llamabas Goran Mladic'..."

Una sombra cubrió el rostro de Goran, pero la bailarina andaba cerca, y volvió a concentrarse en el acecho. La chica parecía escurrirse cada vez que la tenía a mano.
La noche fue transcurriendo, hasta la fatiga empezó a imponerse. Los concurrentes comenzaban a retirarse, y los dos muchachos decidieron partir. Salieron en busca del Lada, que luego de unos intentos arrancó, y se dirigieron a la ruta de regreso.
Estaban transitando por un descampado cuando una camioneta obscura se le atravesó. Sasa frenó bruscamente. De la camioneta descendieron tres encapuchados armados que rápidamente abrieron las puertas de cada lado y sacaron violentamente de sus asientos a los dos amigos. Mientras que dos de ellos inmovilizaban a Sasa, el tercero obligaba a Goran a encaminarse hacia la banquina. La madrugada era silenciosa y apenas clareaba. Lo esperaba una silueta de un hombre con un sombrero de alas anchas. Goran reconoció al violinista.
"De rodillas" ordenó el hombre que en lugar de un violín, sacó de debajo de su sobretodo una escopeta recortada.
Así que eres hijo de Mladic', espetó.
Goran azorado empezó a presentir lo peor. Empezó a gritar que él no tenía nada que ver, que no pensaba igual que su padre, que nunca intervino en las acciones en Bosnia, ni en Herzegovina, ni nada. Que porqué agarrárselas con él, que no era su culpa ....
Inexpresivo, el mismo personaje que antes lo alentaba a tocar, ahora lo sometía con su arma. Sólo dijo que sí, que no lo era, pero que tampoco había sido culpable su hijo cuando lo asesinó el para-policial Zoran Mladic'. Fue la misma noche que también mataron a su nuera y a sus nietos de seis y cinco años. Y no sólo a ellos, sino a 50 vecinos más del pueblito donde habitaban.
Se oyeron dos estampidos.
Dicen que en el momento de la muerte desfilan por la mente del moribundo todas las escenas de la vida.
Pero en el instante inconmensurable en que Goran se desplomaba, sólo vio la imagen cristalizada de la bailarina de Cocek.

The End.

martes, agosto 10, 2010

La sorpresa de Goran V

Sasa empujó a su amigo hacia la tarima. Goran se resistía porque nunca había tocado música semejante. Pero puesto en el dilema de parecer soberbio, cuando en realidad estaba asustado, desvistió a su instrumento de su bolsita de tela y se sumó al grupo de músicos que ya se agregaban al dúo inicial. A partir de una indicación del violinista el grupo inició un acompañamiento en 2/4 sobre el que el solista tejía variaciones. Era un Umpa-Umpa en modo menor, típico de la tradición balcánica. Al principio Goran no sabía que hacer, simplemente trataba de acomodar alguna nota donde podía, y finalmente apoyando el acento, haciendo un-PÁ, un PÁ. Pero parecía que el violinista estaba empecinado en hacerlo intervenir más activamente. Se le paró adelante, incitándolo a continuar su fraseo. Poco a poco el trompetista se soltaba, y pese a que poco tenía que ver esta forma de improvisar con la que acostumbraba con la Metropol JB, gradualmente iba armando frases más parecidas a la de su guía. Los demás instrumentos se turnaban en el liderazgo, y las melodías se iban complicando. Goran se encontró con que sus dedos lograban digitar esas extrañas escalas. Y en un momento, se sintió tomado por un ensamble endemoniado que superaba sus mejores noches en el Sloveni. De pronto una de las mujeres jóvenes del grupo de jeans y remeras saltó a la tarima y comenzó a bailar un furioso Cocek, con las ondulaciones de una odalisca oriental. Otra orden del viejo violinista hizo cambiar la base de acompañamiento, adoptando una de esas indescifrables formas de compases irregulares. Goran siguió prendido ahí con un ojo en la bailarina y la cabeza hirviendo de extraños sentimientos. Era como si de golpe se le reuniera en su alma la desmembrada Yugoeslavia. Lo visitaban los espíritus de Croacia, los demonios de Kosovo, las quejas de Albania, los susurros de Montenegro, junto con sus conocidos aires Serbios. Y todo revuelto y mezclado con sangre de Turquía, Austria y Hungría.
De pronto vio como se armaba un gran fila de asistentes que tomados de la mano. Hacían los pasos de un especie de dabke, acercándose a la tarima, y dibujando una suerte de círculo con céntrico.
Cuando todo parecía un paroxismo, Goran exhausto abandonó el estrado. Cuando lo encontró a Sasa volvieron a tomar más cerveza, y casi sin darse cuenta, se encontraron unidos a la fila de dabke que ahora rodeaba a la bailarina de Cocek. Ella de pronto giró sobre el grupo y rodeándole el cuello con una chalina lo atrajo al centro del círculo.
Continuará...

lunes, agosto 09, 2010

La Sorpresa de Goran IV

Dado el estado en que estaban, podrían tener problemas de cruzarse con algún control policial, de modo que evitaron las arterias principales, y una vez cruzado el inevitable puente sobre el río Sava, siguieron hacia el sur. Poco a poco se iba modificando el paisaje urbano, las casas se volvían más bajas, y al poco tiempo circulaban por una zona donde se habían asentado comunidades de inmigrantes en busca de las mejores oportunidades de trabajo. No había pasado mucho tiempo desde la sangrienta guerra, que las etnias más perseguidas volvían a animarse a acercarse al centro comercial e industrial de Serbia.
Finalmente se detuvieron frente a un gran galpón. En su interior se desarrollaba una fiesta que podría haber sido un casamiento, un cumpleaños o alguna fiesta de las regiones de donde provenían los habitantes de la barriada marginal. Su vestimenta era colorida y extraña, algunos hombres usaban sombreros o gorros, y muchas mujeres usaban pañuelos sobre sus cabezas. Goran apenas podía entender su dialecto, y no lograba identificar si se trataban de gitanos, montenegrinos o kosovares. Los había de todos los edades, los más jóvenes vestidos con jeans y remeras, pero los mayores con atuendos regionales. Había humo denso que provenía de algunas fogatas rodeados de improvisadas mesadas, donde se vendían porciones de cerdo y pollo asado, además de la pasterma, pinxhur y las tortillas de hajvar picantes. La bebida que circulaba era la cerveza, y Sasa se apresuró a adquirir dos pintas en vasos descartables. Pero la música fue lo que atrajo a Goran. Sobre una tarima vio a un violinista de cierta edad cuyo rostro apenas se dejaba adivinar bajo su sombrero alas grandes. Su sonido era era espeso y filoso a la vez...lo que creaba la sensación ilusoria de que tocaba a mucho volumen. Lo acompañaba un acordeonista, que con gran destreza acompañaba las contorsiones melódicas del violín a la vez que puntuaba con acordes la extraña métrica del tema. Sasa, que se jactaba de ser conocido en aquel ambiente, gritó "Acá les traje otro músico.....vean que en ese bolsito trae disimulado su instrumento" El violinista se acercó a Goran y lo invitó a sumarse. Poco a poco iban llegando otros músicos con estuches de donde iban sacando extraños bombardinos de caballería. Una vez en posición de ejecución, se iban acercando al acordeón acompañando el ritmo con una suave ondulación que los hacía asemejarse a caracoles gigantes. También llegó un saxofonista, y luego un clarinetista, que a su turno se subían a la tarima.
Continuará....

viernes, agosto 06, 2010

La sorpresa de Goran III

Goran había concurrido a una de tales reuniones nocturnas de sus compañeros de banco con su trompeta, ya que había estado ensayando previamente. Lo enfundaba en una bolsita de tela que sus amigos detectaron inmediatamente, lo cual disparó las habituales cargadas. "¡Qué hacés con esa corneta de mierda, que ni estuche tiene!" "¡Hey Goran, siempre tocando esa música atrasada que les gusta sólo a los viejos!" etc etc. Él se resignaba al vapuleo, y trataba de no contestar para que pasaran a otra cosa lo antes posible.
Esa noche tomó como nunca, ya que alguien había llevado un cajón de vino macedónico. La reunión siguió su curso previsible, hasta la hora en que algunos ya empezaban a irse, mientras otros planeaban seguirla en patota en algunos de los locales llamados eufemísticamente "saunas" que habían surgido en gran cantidad en Belgrado. Sasa Sutanovac' era uno de sus pares que a esa altura de la noche se sentía demasiado estimulado como para irse a dormir. Por el otro lado conocía lo suficiente a Goran como para saber que era un blanco blando para los chistes ramplones de los muchachos. Varias veces el músico le había confiado su ambivalencia. Amaba la música que tocaba, pero pensaba que a veces no se lo abordaba con el respeto que el género requería. Tenía además algún malestar por tener que padecer a algunos parroquianos del Sloveni.
"Oye Goran, porqué no vienes conmigo a conocer un ambiente un poco distinto"
La invitación de Sasa cayó en terreno fértil. El día siguiente era feriado, ninguno de los tenían muchas ganas de salir de putas. Tenían esa mezcla de derrape alcohólico con excitación inducida que hacía difícil el descanso, pero incierta la potencia. De modo que se despidieron de los que quedaban, y en el viejo Lada de Sasa, se dirigieron a un lejano suburbio de la ciudad.
Continuará.....

jueves, agosto 05, 2010

La Sorpresa de Goran II

En efecto, la mayoría de los que asistían al Club Sloveni habían sido criados en una época en que para ser "modernos" había que adquirir gustos provenientes preferentemente de EEUU o de Europa, y despreciar las tradiciones autóctonas. Era paradojal que quienes se reivindicaban nacionalistas sólo quisieran escuchar, o bailar música norteamericana, de por sí pasada de moda. De todos modos, el público habitué que concurrente estaba en franco descenso. Ya fuera por desgaste, por aquellos caprichos de la moda o porque los punteros más viejos se iban muriendo. Ya no sólo no se llenaba el amplio local, sino que algunas noches de invierno apenas se ocupaban unas pocas mesas.
Pero los muchachos de la "Metropol JB" seguían aferrados a sus fechas allí. Ninguno de los integrantes dependía totalmente de sus ingresos como músico, y tocar también les daba una excusa para encontrarse socialmente. Por otro lado, también les impulsaba cierta vocación militante, acaso por suponer que si abandonaban el lugar, se moría el jazz con ellos.
Igualmente, había algunas cosas que a Goran lo fastidiaban. Las mujeres por lo general eran viejas, y algunos de los que se le acercaban a charlar eran francamente pesados. Después de unas felicitaciones formales, los tipos se ponían a contar sus aburridas anécdotas con músicos famosos, o a hablar de su vieja colección de discos. Otros hacían gala de sus conocimientos del género o solían darse chapa citando a gente influyente del gobierno o del partido Nova Srbija (Nueva Serbia), cuya orientación conservadora poco le interesaba. Por lo general, estos sujetos tomaban en demasía y su aliento a alcohol era detestable.
Pero Goran también tenía otra red de amistades. Eran algunos compañeros del Komercijalna Banka que se reunían con frecuencia después del trabajo. Esas tenidas tenían una faz un poco más descontrolada. Los había quienes después de comer, beber, y jugarse unas manos de Tablic, sacaban a relucir sus rasgos transgresivos. El olor a marijuana se volvía denso y otros trazaban ostensiblemente sus líneas de blanca, compitiendo por parecer más osados.

Continuará....

martes, agosto 03, 2010

La sorpresa de Goran

Goran Mladic´ trabajaba como empleado bancario en Belgrado, y al menos una vez por semana tocaba la trompeta de válvulas rotativas en una banda dixieland en el club Sloveni. Junto con sus amigos bautizaron la banda como "Metropolita Jazz Band" hacía ya más de diez años. Se conocían de memoria rutina de tocar el tema, tomar por turnos los solos y finalmente concluir con un ensamble, rematado por una coda de cuatro compases de bateria y otras cuatro de un tutti final. Los temas variaban poco, pero ocasionalmente se llamaban por teléfono para sugerir un tema nuevo, que se iba incorporando al repertorio . De modo que no necesitaban ensayar mucho, y cuando lo hacían, la reunión se convertía en una excusa para comer podvarak y tomar mucho rakija.
Habían tenido su época de gloria cuando el club Sloveni se colmaba de público, aumentado durante los tiempos de la ocupación por parte de tropas de la OTAN, y en particular por oficiales Americanos. Éstos preferían el ambiente más maduro y convencional que solía reunirse allí, más que las discos que frecuentaban sus soldados.
Goran había comenzado a tocar de joven, fascinado por los discos de su padre, un Serbio bastante conservador. La contradicción de Goran era que siendo más liberal, gustaba de la música algo vetusta de su progenitor. En lo demás diferían en casi todo. El mayor de los dos tenía simpatía por la causa nacionalista que finalmente encarnó Milosevic´ y tendía a negar los excesos de la reciente guerra balcánica. Afirmaba que la tan mentada "limpieza étnica" encarada por el estado Serbio era una fabricación de los estados occidentales. Todo lo que constituyera la música popular balcánica, particularmente la rica tradición folklórica tocada por gitanos y habitantes de zonas donde predominaba la herencia otomana era despreciada en la casa de los Mladic'. Algo similar sucedía entre los parroquianos del club Sloveni.
Continuará.......

viernes, julio 16, 2010

Quien es Tom Harrell?

Mejor dicho....¿quién es para mí Tom Harrell? Pues bien, luego de pensarlo mucho se me ocurre que es un otro inquietante. Porque sé que jamás podré tocar ni componer como lo hace, pese a que me encantaría poder ser él.
Como trompetista frasea con una nitidez que pareciera que cada solo estuviera ensayado previamente. Su sonido es estable y caluroso, independientemente de que tome su flugelhorn o el duro Bb. Prescinde totalmente de todo efectismo, y si acaso tuviera limitaciones para tocar en el registro agudo, su musicalidad nunca lo obliga a ir más allá del registro natural de su instrumento.
Como compositor posee la sofisticación armónica de un Wayne Shorter, pero su sus temas tienen siempre una claridad melódica que lo aleja de todo rebuscamiento. Aún cuando recurre a estructuras simples, imprime un giro inusual a las formas que hacen trabajar al solista si no quiere quedar fuera de juego. En resumen, posee un lenguaje claro e inteligente, y de rigurosa lógica.
Es muy difícil evitar una mención a su enfermedad mental. Los entrevistadores que buscan entrar por ese lado sólo logran que se ofusque y se cierre. Escuché sin embargo a una presentadora que supo hablar exclusivamente de su música, y fue notable el modo en que progresivamente se volvía más elocuente, y revelaba su interesante personalidad. En un momento se tocó un tema que imprevistamente despertó su angustia. Se alejó del micrófono, y debió tomar la posta su compañero el excelente saxofonista Wayne Escoffrey. Al rato pudo volver y seguir la conversación.
Es que se dice de él aquello con lo que me identifico. "Sólo es totalmente normal cuando toca" Por cierto es notable como se transforma el momento que lleva la trompeta a sus labios. Todo cambia, su postura, su expresión. Es como de pronto se sintiera en paz con el mundo.
Y me pregunto, ¿no es lo que nos sucede un poco a todos los que tenemos la suerte de poder tocar un instrumento?. Claro que nunca dejamos de sufrir por que quisiéramos tocar mejor, estar más a la altura de lo que se nos demanda. Pero hay varias cosas que salen de escena: las deudas, las ofensas, el trabajo, las peleas con la pareja, ¡hasta los dolores corporales!
En un arranque de osadía, se me ocurrió escribirle una nota, contándole de nuestro interés en su obra. Al poco tiempo recibí esta respuesta: "Thank you very much for your heartfelt message"
Heartfelt. O sea, sentido con el corazón. Así es Tom...gracias por tu tierna sensibilidad.






jueves, julio 08, 2010

Las Jam de Nico

Ya fueron al menos cuatro los jueves consecutivos en que han funcionado las Jam Sessions convocados por Nico Pasetti. Tienen lugar en un local de la calle Irigoyen, con el nombre poco auspicioso de Creeptown. El público joven que suele concurrir allí no sólo no huyó para refugiarse en los tantos otros lugares de la zona en busca de música más habitual, sino que ha seguido en aumento hasta casi desbordar su capacidad.
La aparción de Jam Sessions en Mar del Plata suelen preludiar un momento de auge de nuestro jazz. Las hubo en los viejos tiempos que no conocí, previos a 1963 cuando desembarqué en estas playas. Cuentan que la muchachada se juntaba a tocar en las casas y algunos locales previo a que constituyeran los Silver Sea Stompers, primera banda de jazz amateur local de la que tengo noticias. Sí tuve que ver con las recordades reuniones de la calle Peña, que precedieron la creación de la Rambla Vieja Jazz Band por un lado, y al Mar del Plata Jazz Ensamble por el otro. Veremos si mi tesis se cumple.
Hubo muchas ocasiones memorables en que los músicos se juntaron a improvisar de modo informal. Hubo noches inolvidables en el "after hours" de Canotier. Por lo general las tocadas con músicos visitantes se producían tras la estela de las actuaciones de MdP Jazz Ensamble. Recuerdo algunas noches en el foyer del teatro Tronador, cuando aparecían como caídos del cielo los músicos cubanos de uno de los elencos del espectáculo itinerante Tropicana, y que hacían bramar los blues y los standards en ritmo salsero.
Pero los viejos somos chotos. Nos dejamos enredar por las dificultades. Después de tener que lidear con los boliches, tener que ocuparse de los equipos, teclados, y el eterno problema de la guita, que por definición está ausente de una verdadera Jam Session, hemos caído vencidos y adoptado la vil filosofía de que "lo haga otro" y sino, que no se haga. De golpe se instala la premisa de que si no hay guita, no vale la pena juntarse a tocar.
Nico Pasetti es un joven contrabajista brillante, que luego de tocar por algo más de un año en los cruceros, decidió volver a su ciudad, no ceder a la abulia, y generar un ambiente propicio para el crecimiento del género. Tratemos de apoyarlo, y aunque la erosión en estos casos es inevitable, empujemos para que se pueda sostener lo más posible su idea, que seguramente generará una nueva movida de jazz marplatense.



martes, junio 22, 2010

Nuevamente Néstor Astarita

11 de Junio -Nestor Astarita - Tributo a Miles -La Bodega del Auditorium

Volvió a nuestras playas, y al ciclo de Félix Barone, el decano de los bateristas argentinos, Nestor Astarita. Esta vez acompañado de James Suggs en trompeta, Pablo Raposo en piano y Pablo Carmona en contrabajo, presentó uno de sus proyectos permanentes, su Tributo a Miles.
En una entrada anterior me atreví a criticarlo a Néstor por sus referencias históricas proyectadas en video sobre sus intervenciones en la historia del jazz argentino. Me parecía que le quitaban filo a su vigencia actual como uno de los músicos más inspirados de nuestro medio. Esta vez comenzó el set sentado en su instrumento conversando un rato con el escaso público que fue a escucharlo en la Bodega. Allí explicó que los músicos, los verdaderos músicos de jazz, tocan con el mismo entusiasmo se trate de que haya una persona en el público, o mil. Luego recordó los días en que tocaban en el local histórico Jamaica, y luego el que se llamó 676, y más adelante en Jazz & Pop.
Relató la felicidad que tenían esos históricos por poder tocar todos los días de la semana, matizado por el hecho de que había ocasiones en que apenas habría dos o tres personas en el local como público, o aún, noches en que no iba nadie a escucharlos. Reveló que las chicas que trabajaban en la noche y que hacían base en el lugar juntaban la plata entre ellas para pagarle a los músicos. En fin, habló de las dificultades, pero también de las enormes satisfacciones que tuvieron aquellos que se declararon músicos profesionales de jazz, en ésa y muchas otras ocasiones. Habló de su intención de hacer una gira al interior, iniciando su presentación de esa misma manera, quizás auxiliado por un viejo fonógrafo, y tocando algún disco de aquellas primeras épocas de Los Georgians. Su plática me conmovió, y hoy me declaro muy a favor de esa idea.
En cuanto al aspecto musical, fue una excelente noche de jazz, que contó con otra revelación: el trompetista estadounidense James Suggs, que se ha aquerenciado en Buenos Aires. Cuenta con una sólida base técnica por su formación clásica, y su musicalidad hace que sus intervenciones siempre sean interesantes y oportunas. El pianista Pablo Raposo, que hemos escuchado en otras oportunidades también brilla, y la energía del contrabajista Pablo Carmona sorprende por su soporte armónico. Vuelvo a celebrar la interpretación de Astarita, que supera el aspecto meramente rítmico , para ofrecer un verdadero diálogo con el resto del conjunto.

jueves, junio 17, 2010

Apabullante respuesta a la encuesta....

Tuve como resultado de mi "encuesta" la masiva cantidad de ..... una (1) respuesta. La obtuve de Sebastian Del Hoyo. Como me lo mandó por mail en vez de dejar el comentario, la hago disponible aquí, ya que me pareció interesante:
coincido con todos los items ...sobre todo el e) ...
creo que lo único que avalaría toda esta cuestión, es que la composición así lo requiera....
yesterday de lennon tiene nueve compases...y no molesta para nada...
se me ocurre también una versión de all the thing you are de melhdau que esta en 7 /8... pero
toda la canción... osea, como que dentro de la deformación mantiene una cierta musicalidad.
quizás también esto de nuevas estructuras, se genere esto por el agotamiento de la forma AABA...
como te decía ayer, no me parece atractivo, si es solo un ejercicio matemático, donde disfruta
solo el que se sabe la vuelta.( el publico ni hablar que no va a disfrutar de nada).

Concluyo, gracias a las reflexiones de Sebastián, que por cierto debe haber un agotamiento de la forma AABA, y la cuestión pasa impulsar nuevas formas en la composición. Algo de eso está sucediendo, sin duda.

viernes, junio 04, 2010

Encuesta: Rhythm Changes o Change Rhythms

Yo creía que escribir este blog era un ejercicio de autoerotismo solitario. Pero resulta que me entero que hay alguna gente que lo lee! Hoy apelo a estos pocos pero dedicados lectores para que me ayuden a despejar una duda que me perturba en estos días.
Ocurre que ante la probabilidad futura, (ojo, mera probabilidad) de poder acompañar a un distinguido músico porteño en alguna presentación local, me encuentro revisando alguna de sus composiciones para familiarizarme con el material que quizás tenga que tocar. Para formular mi pregunta primero debo exponer el problema:
Ocurre que desde el año 1930, fecha en George Gershwin estrenó un musical que contenía la canción I've got Rhythm (Tengo Ritmo), su secuencia de acordes ha sido utilizado en un sinfín de temas que a su vez se han convertido en standards como el clásico Lester Leaps In, el Parkeriano Anthropology, o el reiterado Oleo de Sonny Rollins. Aún mas, esta cadencia, (que en realidad está tomada de la más elemental sucesión armónica dictada por el requerimiento del sistema tonal, utilizado de mil maneras en la música clásica) compite en las jam session con la estructura de blues como forma básica para improvisar. Como quien diría, para tocar "algo que conocemos todos" Adopta la forma clásica A1, A2, B, A3, o más conocido como AABA.
Pues bien, no me interesan por ahora los acordes involucrados, sino su métrica habitual, que sigue el patrón de 8 compases, siempre de (4/4), del siguiente modo:
A1 = 8 compases
A2 = 8 compases
B = 8 compases
A3 = 8 compases
Que al repetir la secuencia se encuentre seguidas tres vueltas de A sumando 24 compases alrededor del mismo centro tonal, hace que el desprevenido se equivoque.
(Nunca falta el huevón que se manda al puente B fuera de lugar. Arruina todo y causa que todo el mundo se acuse mutuamente de haberse equivocado.)
Ahora bien, en una primera escucha de uno de los temas del ilustre músico visitante, que a su vez pertenece al club de jazzeros capitalinos que han estado aprendiendo maldades en Boston, me encuentro con un tema que en una primera audición identifiqué como un clásico "Rhythm Changes". Un resto de duda me hizo escuchar nuevamente, porque escuchaba cosas que no cerraban del todo. A continuación desarrollé una obsesión que aún me habita, motivo por el cual escribo en este momento. Resulta que luego de intentar varias fórmulas, creo haber llegado a establecer la forma que adopta esta variación de la forma clásica:
A1 = 6 compases (4/4)
A2= 6 compases (4/4)
B = 5 compases de (4/4) + un compás de (3/2)
A3 = 6 compases (4/4)

¡Hay que ser jodido!

Pues bien, aquí vienen mis preguntas, puesto que una vez identificada la estructura, me encuentro repasándola mentalmente para ver si me puedo familiarizar con ella, cosa que interfiere en mis actividades, mi descanso y hasta mi trabajo. Mi esperanza es que semejante intrusión puede ser calmada una vez que haya decidido si esto me divierte o me molesta soberanamente. De modo que quisiera saber si:
a) Es un ejercicio deliberadamente rebuscado, que no agrega ni quita nada al público que va a escuchar una tocada de jazz.
b) Es un giro que dota algo original a lo habitual, y renueva el interés por la forma.
c) Es una contraseña que identifica a quienes lo pueden tocar a modo de secta (como cuando los boperos originales inventaban un modo de tocar que los separaba del montón)
d) Es un ejercicio que amplía las herramientas y recursos tanto del músico como del público.
e) Es un fastidioso truco que sólo sirve para hacer tropezar a los incautos, y además refuerza la noción de que toda forma es superflua....¡toquemos free jazz y a la mierda!
e) Autoerotismo parecido a escribir blogs.
f) Cualquier otro comentario que pueda auxiliarme...

¡A ver si alguien se anima!
(Escuchando en este momento: Prolix de Dave Douglas....compases irregulares por todos lados)


sábado, mayo 15, 2010

El Recital de Los Trompetas que no fue.....

¡Buaaaaa.....! Hoy, cuando estaba por subirme al colectivo y partir para la capital, me llamó Américo Bellotto para avisarme que por falta de venta anticipada, se cancelaba la función. Este mismo espectáculo se había hecho el 12 de Marzo pasado (ver entrada "Los Trompetas") con tanto éxito que el teatro IFT había pedido hacer una segunda fecha. Y yo, ....que me había preparado un arreglo retro del Bemsha Swing, ¡y que iba a tocar con todos estos capos!...me la tuve que comer. Para peor, iba a tener la posibilidad esta vez de compartir el escenario con Gustavo Bergalli y Richard Nant, la únicas variantes a la versión anterior.
Uno se pregunta cómo son estas cosas. Ciertamente, la otra vez se contó con una nota especial en La Nación del crítico Pradines. Esta vez sólo figuró como un apartado de su columna "Planeta Jazz", que sólo leen los punteros. Cuando hay este tipo de fracasos, se suele apuntar el dedo acusador hacia alguien, en general a quien supuestamente debía hacer la difusión. A su vez el promotor acusa a los artistas porque "no se movieron" ellos mismos para que se difunda el evento. Será una combinación de ambos factores, pero es un poquito difícil que los once músicos involucrados (8 trompetistas y 3 de la sección rítmica) se pongan de acuerdo para llamar a radios, salir en la tele....tocar todos sus contactos, hacer gestión. En fin, la cosa es que el show palmó, y difícilmente se repita un suceso tan original.

martes, mayo 11, 2010

Escape al Silencio

El sábado 8 concurrí a la sala Melany del complejo Radio City a ver la película "Escape al Silencio", un documental sobre la vida del músico chileno Alfredo Espinoza. Se trataba de la sesión inaugural del Marfici, (Festival de Cine Independiente Marplatense), un evento que ocupa cuatro salas durante esta semana, con la participación de películas provenientes de más de 80 países. El evento en sí contiene una moraleja para nosotros. Sin apoyos oficiales, luego de un año de trabajo sus organizadores han reunido un número considerable de sponsors, y participan como invitados un numero considerable de personas, muchos del extranjero.
Pero vamos a la película.
Sospecho que sus 90' de duración deben de haber sido insoportables para quienes no tienen ninguna vinculación con el músico ni el género que practica. Para mí fue un documento sumamente interesante, que me despertó las siguientes reflexiones.
Alfredo Espinoza, conocido en nuestro ambiente como el Chileno Espinoza, fue junto a Norberto "Gandi" Gandini, los dos músicos más inspirados de la original Porteña Jazz Band de finales de la década del 60 y principios del 70. A Gandi lo llegué a conocer en persona, no así al chileno, de quién no tenía ni siquiera una imagen de fotografía. Se han creado leyendas sobre ambos, y sus vidas siguieron un sendero paralelo. Eran líderes de un movimiento, y poseían personalidades complejas e interesantes. Gandi quizás más teórico e informado respecto de los orígenes del jazz, el Chileno más bien un talentoso que rápidamente absorbía el paradigma del estilo y se ajustaba a la perfección al rol que el saxo (instrumento algo híbrido en el jazz temprano) podía aportar en el ensamble instrumental de New Orleans. Esas primeras tres o cuatro discos de La Porteña JB son testimonios del nivel musical y estilístico que alcanzaron, antes de que esa banda se degradara en la parodia revivalista en la que caen prácticamente todos los conjuntos que practican hoy el género.
Gandi retornaba al país luego de perderse en las giras, pero el Chileno se instaló ahí, principalmente en Francia. La conducta adictiva de ambos los terminó por aplastar. Gandi anda perdido por algún pueblo de la Patagonia, y ha cortado todos los lazos con sus conocidos del ambiente musical. El Chileno finalmente regresó a su ciudad natal de Valparaíso, donde se refugió en la casa de su madre. Es visitado por sus amigos y colegas de otros tiempos (dos de los cuales protagonizan el documental), que atestiguan su deterioro y reclusión en su habitación y discurso delirante y ferozmente irónico. Lo que la película documenta es como a la muerte de su madre pasa a estar a cargo de su hermana Ella le impone límites y lo rodea de estructura hasta lograr que el músico resurgiera de las cenizas, y vuelva a la escena musical chilena. Hoy en día el Chileno logra sostenerse mediante sus actuaciones y clases de música, constituyendo un interesante ejemplo de recuperación.
Pero,...
El fantasmal flaco pelilargo, de rostro angelical y cuerpo casi intangible, hoy se parece bastante al chileno promedio de su edad (en su década 60 o por ahí). Está tocando, si, pero me pregunto si está pudiendo generar una escena significativa en términos creativos. Me duele que quizás sólo hayamos producido lo mejor en nuestra juventud, cuando estábamos iluminados por una suerte inspiración fervorosa. Luego, el destino es evolucionar, o ser una copia algo disminuida de lo que fuimos.
En resumen, me alegró esta reivindicación del Chileno. Como crítica a la película, me hubiera gustado que entrevistaran también a sus conocidos del ambiente porteño, que tendrían muchas más cosas que decir de él que los franceses que sólo lo conocieron tres años.

sábado, abril 24, 2010

Terrestris en Casa Azul

Video filmado editado por Beatriz Amado (ligeiarunner) de la tocada de Jazz Attack en Casa Azul (Sta.Clara del Mar) en Febrero. Valentin Garvie hace de A. Desiata. Estamos tratando de averiguar el nombre del perrito.

Festiferio 2010

16 y 17 de Abril- 22 Edición de Jazz en Abril- Teatro Auditorium

Vigésima segunda edición. Eso quiere decir que ya van 22 años seguidos que participo de este ejercicio anual, tan esperado como la fiesta anual del pueblo, anticipada como la exhibición de verduras del pueblito europeo, o de la muestra de arreglos florales de las viejas de mi Ranelagh natal.
Cuánta energía, cuántas disputas, cuántas horas de reuniones previas, decepciones y emociones enterradas. Y por otro lado cuántas sorpresas, cuántos descubrimientos y momentos maravillosos vividos en la calle con el "parade" o disfrutando de las diversas presentaciones de grupos y solistas invitados.
Y además, que diferentes fueron las circunstancias, desde los mega festivales con la participación de hordas de músicos, desfiles multitudinarios con carrozas que hacían temblar el centro marplatense. Y también el desastre de los excesos, impulsados por el insaciable e inolvidable Bocha Martinez Lora. Y aquellos días obscuros de las crisis, en las que se cumplía con la fecha con apenas algunos amigos y la participación de los locales.
Hace ya años que dejó de ser un esfuerzo colectivo. Ahora es un ejercicio que lleva adelante Ferio Espinosa con casi ninguna participación de los demás músicos, salvo algún amigo cercano y su pequeño equipo familiar de producción.
Todos hemos dicho en algún momento, y aún esta vez. "Si no fuera por Ferio este festival no se hace" . Y nuestra gratitud ha sido sincera. Pero ahora, creo que llegó la hora de otra sinceridad. Ya pasó la hora de los reconocimientos, los pergaminos y la vana autofelicitación. Siempre habrá quienes felicitan. Siempre habrá cosas que se pueden rescatar. Pero, ahora a decir lo que verdaderamente pensamos, y a enfrentar la dura realidad.
Para eso tenemos que criticarte, amigo Ferio:
Ferio.......¡NO........TE ........TENEMOS.......MIEDO!!!!
Los hechos son que se ha perdido toda sensación de esfuerzo colectivo para el festival. Los músicos jóvenes de la ciudad y sus conjuntos no participan, así como se ve restrigido el espectro estilístico del evento. Los que si pueden tocar somos siempre los mismos, y no acompaña el público no porque la entrada sea cara, sino porque no es estúpido y saben que ya están hartos de ver siempre lo mismo. No se puede concebir lo que debería ser un homejane a un género amplio y creativo como el jazz, a una especie de Orión ampliado. Lo que es peor, es que se está dilapidando una tradición que es un tesoro no sólo para los músicos, sino para la ciudad toda.
Conocemos las excusas. La falta de apoyo oficial, la falta de auspicios, la crisis etc etc. Pero son argumentos que pretenden ocultar la verdadera naturaleza del problema que es la falta de gestión. Por cierto que la falta de presupuesto es un problema, pero no se puede pretender hacer funcionar un festival organizándolo un sólo mes antes y sin convocar a todos los los que tienen interés en el asunto. Por cierto que nadie puede pedirle a Ferio que se ocupe del modo que lo hace por el mero amor al arte. Es un ejercicio de producción y merece su renumeración, pero en el estado actual de las cosas, lo que hay es una insidiosa sospecha, que en gran parte es infundada, pero que envenena la intención de unirnos para sostener el festival. Es un modelo de liderazgo lo que está en la raíz del problema.
Mi opinión, por lo que vale, es que retorne algo de lo que debió ser siempre un Jazz Club en lugar de invocarlo como una abstracción.
Como dijo el General, sólo la organización vence el tiempo.