domingo, octubre 30, 2011

Festival de Jazz de Frankfut 2011

La tecnología avanza y arrasa. Estuve viendo en tiempo real las transmisiones del festival de Frankfurt de este año, en particular la presentación del cuarteto de Bob Degen - (featuring Valentin Garvie). Como ven, el alumni de VBB, Valentín, está logrando meterse en los escenarios del jazz europeo. Le costó bastante que lo admitieran los jazzeros de su entorno, pero parece que ahora si está haciendo pié. Este festival da a conocer nuevos talentos, junto con figuras establecidas. Este año las estrellas reconocidas que llevaron fueron Artie Shepp y McCoy Tyner. Junto a ellos también se presentaron John Patitucci y Chris Potter.
El festival que se desarrolla durante tres días y presenta tres bandas por jornada mostró expresiones bastante divergentes del género. Post bop en las presentaciones del prócer A. Shepp, "cutting edge" en grupos como Das Kapital, algo de tecno-cool con DJ Logic y otros, y hard bop polenta en el caso de McCoy Tyner. En ese contexto, lo de Bob Degen, donde participó Valentín, se ubicaría en esa variante que muestra con frecuencia el jazz europeo: complejo pero pero sin sobresaltos, prolijo, de una tímbrica medida, y que sólo recurre al extremo un raros momentos. Bob acaricia el piano como si estuviera interpretando a Chopin o Brahms, y al set hay que escucharlo como el despliegue de una narrativa que va mostrando su dramatismo de a poco. Por supuesto que me corresponden las generales de la ley para comentar la participación de Valentin, pero no puedo dejar de decir que su maduración estilística y crecimiento técnico me conmueven.
Los episodios del festival pueden verse en video streaming en:
http://liveweb.arte.tv/de/video/Bob_Degen_Quartet_feat_Valentin_Garvie/#.TsKxfbGcJYM.email
Hace poco estuve viendo el set desde este sitio, y la verdad es que se escuchaba y se veía casi mejor que la transmisión en vivo.
Por suerte veo que no subieron el set de los tecno-no sé cuanto. Fue un grupo que me aburrió, pero recomiendo especialmente los set de McCoy Tyner y Das Capital.

lunes, octubre 17, 2011

Y siguen las jams......

Acabo de leer en el Página 12 de hoy un artículo una entrevista a Alberto Favero, a propósito de la re-edición de su disco "Suite Trane", concebido y grabado entre 1968 y 1970.
Dice Favero a propósito de unos bonus tracks que agregó al álbum:

“Los agregué porque refieren bien sobre ese momento que vivíamos los jóvenes músicos de jazz en La Plata. Había jams que duraban seis, siete, diez horas, algo que hoy no está pasando, ¿no? No hay lugares donde compartir ideas o desarrollar grupos distintos. En ese contexto ocurrió la Suite... no es fácil explicarlo”, confiesa.

Pero se ve que como en el caso del clima, hay fenómenos locales que no coinciden con el panorama general. Las jams marplatenses de los muchachos del ICM en este pueblo no sólo continúan con el increíble ritmo de dos veces (martes y jueves) por semana, sino que pareciera que cada vez convoca más público...eso sí, gente joven, de 30 para abajo.
Me estoy poniendo viejo y no entiendo ciertas cosas....¿cómo hacen? ¿Donde están los planteos que hundieron tantas otras experiencias en el pasado? A ver, recuerdo algunas:
¿Se va a cobrar algo? (como la respuesta es "nada", empiezan las puteadas contra el bolichero.)
¿Quién pone la batería?
(ídem para el teclado, y el equipo de bajo o guitarra)
¿Con quién se toca? (si no son del agrado de quien pregunta, probablemente el comentario siguiente sea. "¡Ah no, con ése no!....")
¿Qué se va a tocar? (Cuando no habría objeciones de estilo, los habría con determinado repertorio)
En fin, habría muchas otras, pero se nota que de alguna manera estos muchachos van sorteando las dificultades típicas. Hace poco superaron las 100 sesiones, y todo parece apuntar a que la consa continúe.
A mí me llevó algo más de 65 años para que me sucediera que me llamaran casi sobre la hora, juntarme con los otros, elegir sobre el pucho los temas a tocar, y mandarse sin ensayo con temas,(a veces no tan sencillos) y encima pasarla bien. Es que pareciera que se han creado algunas condiciones que antes no existían: una masa crítica de músicos que entienden los códigos básicos del lenguaje, y que además poseen la solvencia técnica como para encarar el genero. Ojalá dure.