martes, diciembre 13, 2016

Cierre del festi..

Algo del cansancio se nota en la contracción del título. Y eso que este bloggero no cumplió tareas logísticas ni organizativas. Supongo que pesa simplemente la expectativa y lo inusual de varios días con el foco en la música...o la edad.
Arranqué el sábado a la mañana asistiendo al taller de Lorenz Kellhuber, el joven pianista que la noche anterior había tocado en el T. Colón. Fui compensado con un pequeño recital, en la que pude apreciar su estilo. Yo lo clasificaría de neo-romático, bastante informado por un trasfondo de música clásica, en la línea de europeos como Bob Degen o Brad Mehldau, y más lejanamente, Keith Jarret.
Improvisa sin sobresaltos y va encadenando con fluidez sus ideas. Es muy joven, y creo que todavía puede inyectar algo de voltaje,  energía y obscuridad a su música, a medida que vaya acumulando kilómetros. Luego sobrevino le etapa de preguntas...momento siempre incómodo, porque es casi inevitable que se le planteen al tallerista obviedades embarazosas. Rescato sus comentarios sobre su experiencia de la escuela de Jazz de Berlín que transitó. Habló de un 50% de aprovechamiento...un porcentaje bastante bajo, y de docentes que hablaban demasiado. En su experiencia, los mejores tutores eran los que directamente invitaban a tocar y a hacer observaciones cortas y precisas. La última tarde en la plaza se inició con la participación de Swing Generis, una banda atípica joven que rescata el legado del Hot Club de Francia, y en general de un swing vintage. Muy nuevos en la escena, creo que llenan un vacío que existe actualmente en nuestro medio. Nuestra Street Band también complementa esa falta, y como en todas las jornadas anteriores, su corta intervención suscitó la adhesión y el entusiasmo del público.
Luego asistí al set del quinteto de Guillermina Denevi en Dickens, en lo que fue la última de la serie de presentaciones de cantantes. Guillermina viene redondeando su perfil,  cada vez más segura de sí misma, afinada y tranquila. Siempre se rodea de buenos músicos, entre los cuales está Eduardo Palomo, a quién no había podido escuchado antes en el festival.  De ese grupo rescaté a un par de elementos de Los Carlitos, para transladarlos al Museo M.A.R donde se realizó lo que fue el último recital formal del festival. Debo admitir que mi participación con los Carlitos fué un tanto lamentable, sobre todo al inicio, en la que no me podía adaptar a la sequedad de la sala, colmada por otra parte, de público. Independientemente de nuestro rendimiento debemos estar agradecidos al lugar privilegiado que se nos otorgó en la programación. El recital lo cerró el trío de Luis Nacht. Junto a Fermín Merlo (dr) y Patricio Carposi (gtr) desarrollaron un set sin solución de continuidad. A mi me sorprendió la ductilidad de Nacht, que posee un dominio total sobre su instrumento, y un gesto muy artístico en el fraseo.  La pedalera de Carposi dota su guitarra de sonoridades variadas, y Fermin Merlo desarrolla una actividad permanente que agrega al cambio del panorama sonoro. Música que requiere de participación activa en la escucha, que quizás no sea fácilmente accesible a un público general. 
Es el dilema permanente: o se toca para el público, o se profundiza un discurso que sólo aprecian los iniciados.  No tengo una respuesta definitiva...oscilo entre ambos polos. 
El domingo cerró el festival con una muestra de pintura de nuestro querido Sebastián Del Hoyo, que agrega a su acumen como músico otro perfil artístico. Otra arma cargada de futuro.

sábado, diciembre 10, 2016

2nda y 3er Jornada del Festival

No se puede seguir el tren de tanta actividad. Renuncio a poder cubrir todo lo sucedido. Los pibes de ICM ya muestran signos de agotamiento, pero esto sigue hoy y un día más. Encima vienen de trasnoche. Tuvieron Cumbia Grande anoche,  y noche bolichera también hoy. 
El jueves la fecha en el T. Colón constó de un solo set de Tony Malaby, que construyó su impro a pesar de que algún público mostraba su fastidio conversando en voz alta. El idioma de un solo set requiere de escucha muy activa para participar de ese trabajo en progreso.
Luego la Big Band de ICM ocupó el escenario, y largó un par de temas arregladas y compuestas y dirigidas  por Marcos Basso. Quiero destacar el estilo de conducción de Marcos...gestualmente económico pero con swing, y contundente en la precisión. Luego pasó la batuta a Valentin Reiners, se sumaron la cantante Julia Sanjurjo y sentó al piano Ernesto Jodos. Luego de presentar un par de temas de su autoría encaró la Sweet Time Suite de Kenny Wheeler. Sentado en primera fila tuve una extraña sensación de vivir la presencia de Kenny...uno de mis músicos más amados. La banda sonó espectacularmente y debo destacar el funcionamiento perfecto del sonido del teatro. Julia hierática en su presencia y bellísima con su voz.
El día viernes tuvo un contenido especial para mi. Esta vez nuestra Street Band fue el núcleo de un 2nd line epopéyico, dedicado a honrar la memoria de Oscar Ferio Espinosa. Un grupo numeroso del público entusiasmado se sumó al cortejo y terminó bailando frente al escenario con la participación de unos malabaristas que aparecieron de la nada haciendo unas vueltas carnero para atrás que asustaban por su temeridad. 
Luego subí al escenario como invitado, junto a Pablo Ledesma de los fantasticos Trío Dapine, que adecuaron su complejo repertorio a la espontaneidad de sus visitantes.
Me quedé a escuchar un set precioso del Conjunto De Lassaletta en el auditorium del ECEM....y luego me fui exhausto a casa, sin energía siquiera para ir al T. Colón a escuchar al pianista Lorenz Kellhuber y al trío de Jarry Singla.

jueves, diciembre 08, 2016

1ra Jornada del Mar del Plata Jazz

7/ 12 / 16

Si, realmente emocionante el inicio del festival, como menciona el artículo del diario La Capital (bastante mal redactado por cierto). Nunca pensé que se juntaría tanta gente en la plaza Mitre a las 5pm de un día de semana. El escenario que se logró gestionar ante Cultura Nación es realmente enorme, con un dispositivo de sonido más adaptado a un show de Kapanga que para el jazz, pero incomparablemente mejor que cualquier cosa que hayamos tenido antes. La plaza la abrió Jorge Armani Blues Proyect, con un set que debe de haber caído muy bien en el público general que desbordaba a los bordes verdes. El Proyecto Bubu tuvo que tocar luego en esa estela de características casi rockeras, pero desplegó su repertorio con hidalguía. Insisto que para propuestas de cierta complejidad y delicadeza, mejor son los ámbitos cerrados. Al cierre del set de Bubu nuestra Street Band hizo una corta pero eficaz intervención...éramos pocos pero armamos bulla. Cerró Yerbal, pero no pude quedarme a ver todo el set...lo que pude escuchar fué una versión funky del bendito "Cuando los Santos" que habíamos terminado de tocar caminando entre la gente.
Volvió la vieja sensación de no poder cubrir todos los eventos del día que experimentaba en los viejos primeros festivales de Jazz en Abril. No pude escuchar a Mariana Amenta, ni pude ir a los de Eduardo Palomo/Javi Puyol. Pero me dijeron que el auditorio del ECEM estaba colmado. 
Sí vi la programación del Teatro Colón, donde se pudo realizar la función pese al paro municipal, gracias al empuje y determinación de nuestros compañeros que terminaron por vencer la resistencia gremial y comandar toda la técnica necesaria. Fueron dos sets excelentes, el primero por el dúo integrado por elcontrabajista español radicado en Brooklyn NYC, Javier Moreno Sanchez, y  por Ernesto Jodos en piano. Un proyecto que destila un modo particular del "spanish tinge", conversando con la música académica de raíz española (Granados) junto con composición propia y algo aparentemente lejano como sería un tema de Paul Motian
Cerró el grupo de Leo Genovese, un trío que completan Justin Purtil en contrabajo y voz, y Brahim Frigbane, en percusión, voz y laúd. La propuesta se alimenta de varias fuentes de world music. Con un fondo de ritmos árabes Leo combina jazz contemporáneo, zamba criolla, blues bere-bere, impro matizado con sonidos surgidos del lo que parecía un theramin o un sintetizador vintage. Finalmente desembocaron en una suerte de country/folk con Justin Purtil empuñando una guitarra y cantando. Tocaron sin solución de continuidad, y construyendo un muy especial clima musical.

lunes, diciembre 05, 2016

2da salida y volanteada de la ICM Street Band

Siendo el último fin de semana antes del Festival Mar del Plata Jazz, decidimos combinar un último ensayo público con una volanteada para difundir el festival. Esta vez nos concentramos en la sede de la escuela de música ECEM, sede de la ICM (Improvisacion Colectiva Marplatense), donde dejamos los estuches y las mochilas, para poder tocar libremente en movimiento.
 Hicimos un recorrido mucho más amplio que el que me imaginaba. Primero rodeamos toda la Plaza Mitre y luego nos encaminamos al centro de Mar del Plata donde hicimos un 2nd line de ida y de vuelta por la peatonal San Martin. que estaba repleta a esa hora. Esta vez se nos sumaron varios músicos amigos que repartieron innumerables volantes entre los sorprendidas familias y personas que paseaban en el centro.
Me llamó mucho la atención mientras tocábamos en la plaza cómo se nos pegó un niño de unos 7 u 8 años. Era bien, pero bien, morochito. Bailoteaba alrededor nuestro y que de a ratos contemplaba extasiado al trompetista Antílope Disecado que marchaba en primera fila.  (Antílope Disecado es un nick de facebook, pero no voy a usar su nombre real, porque ésta es una historia verdadera y lo llamamos así siempre.). En un momento en que paramos a descansar un poco me puse a charlar con el pibe- Me cautivó su expresión cándida, y sus ojos grandotes y negros. Le pregunté si le gustaba la música. Pregunta tonta, porque era obvio que estaba fascinado con nuestro bochinche. Pero particularmente parecía  hipnotizado por la trompeta de Antílope.
"¿Cómo te llamás?" le pregunté,
"Dipper me llaman" contestó volteando esos ojos que parecían rodar como bolas de billar.
"¿Dipper?...¡qué nombre raro!...¿no será Dippy?"  dije, pensando en el personaje de Disney.
"No,..Dipper...." , y  me aclaró con un toque de vergüenza "Es por Dippermouth"...en la escuela me cargan porque dicen que tengo la boca grande".  "¿Pero te dicen bocón porque hablás mucho o por tu boca?" le pregunté. "No,...es por mi boca" contestó. Me habían llamado la atención sus ojos, pero sí,.. un poco trompudo era.  y ahora la verguenza se convertía en un sonrojo, que por su tez, parecía más un tono morado. "Bah, no les hagas caso....te están haciendo bulling. ¿Y tu papá que dice? "No tengo papá" fué la respuesta. "Bueno, tu mamá entonces..." insistí. Ahí el morado se acrecentó...."No sé...no la veo mucho, estoy casi siempre en lo de una tía...y en lo de una familia que me da trabajo" Al mencionar a esa familia pareció aliviarse. Entonces le dije que me contara más. "Si, ellos me piden que vaya por la calle juntando botellas y cosas de metal que ellos después venden en el negocio que tienen. Pero son muy buenos, me dan de comer con ellos, y a veces también duermo ahí. Mirá, la señora me regaló esto que es de oro" Entonces me muestra un dije de la estrella de David, que llevaba al cuello con una cadena. 
"Che, ¿a vos te gusta la trompeta de Antílope no? bueno, para tocar la trompeta es muy bueno tener labios gruesos y fuertes. " (Mentira, no tiene nada que ver...pero seguro que él habría oído hablar a los músicos de sus chops...) "Vos podrías ser muy buen trompetista" le aseguré. "¿Le parece?....ah...pero las trompetas deben ser instrumentos muy caros, ¿no?. "No te creas...podés conseguir usadas. Mirá, ¿porque no le decís a la señora de esa familia que en vez de darte esas monedas, las junte y te compre alguna corneta o trompeta para que puedas tocar?" 
Me volvió a mirar con esos ojazos hermosos, se sonrió, y salió corriendo. 
Nosotros salimos de la plaza Mitre en dirección a la Peatonal tocando Down by the Riverside.















"

miércoles, noviembre 30, 2016

Garmendia recomienda

Hola amigos....¡Garmendia nuevamente con todos ustedes!. Hoy voy a dedicar mi columna a las funciones que se anuncian en el Teatro Colón de nuestra mdq, en al marco de próximo festival de jazz de ICM.  Ustedes saben que odio el jazz, pero bueno, me tengo que ganar la vida con mi oficio de crítico musical. Ya fui a comprar las entradas anticipadas....a 100 pesitos son una verdadera ganga....especialmente cuando se trata de ir a escuchar artistas internacionales...no los crotos de siempre de acá.
 A ver, tenemos primero el miércoles 7 de Diciembre al trío de Leo Genovese. Dicen que se toca todo...pero también escuché en un buen programa de chimentos que cuando vino a la Argentina acompañando a Esperanza Spalding salía con ella. Ví en fotos que usa unos sombreros muy bonitos y extraños atuendos. A lo mejor fue con eso que la conquistó a la Esperanza.
El jueves 8 estarán Tony Malaby y la Orquesta de Jazz de ICM. El Tony Malaby es un saxofonista famoso de Nueva York, que va a hacer un solo set, y ustedes saben que a mí me gusta el saxo. Me avisan que no toca como Kenny G, pero no importa, con tal que sea saxo a mi me va a gustar. Después con la Orquesta de ICM va a cantar Julia Sanjurjo. Yo nunca la escuché, pero seguro que es mucho más linda y delicada que el padre, el grandote bruto de Marcelo Sanjurjo. 
Y finalmente anuncian para el viernes 9 a dos extranjeros más,  primero el indo-alemán Jarry Singla. Yo quiero saber que resulta de la cruza entre un Indio y un Alemán.  La música que toca parece buena para hacer yoga, y cuando me mandan a cubrir eventos de jazz yo tengo que hacer yoga después para sacarme los nervios. Eso sí, el otro que figura se llama Lorenz Kellhuber, y ese, por suerte,  sí que parece que es ario puro. Además es pianista. Mi tía tiene un piano alemán en la casa, y me dice que los pianos alemanes son los mejores del mundo. 

lunes, noviembre 28, 2016

Primer ensayo público del ICM Brass Band

Estuvo bueno ayer (27-11-16) Llegamos unos minutos antes de las 6 pm a la esquina de Colón y Mitre y empezamos a calentar los caños. Ya habían tomado el sector Sur del la Plaza Mitre un grupo de candomberos. El centro de la plaza la habían ocupado los de una banda porteña de música balcánica. Nosotros nos hicimos fuertes en el flanco Nor- Este y de a poco iban cayendo más refuerzos. En un momento adiviné la presencia de los hermanos Robicheaux, a Big Eye Nelson, a Emanuel Perez, y un poco más tarde a Freddie Keppard y Bunk Johnson. En un momento hasta me pareció que el mismo Buddy Bolden nos espiaba, como siempre desconfiado el quía. Luego sucedió que una prolongación ectoplasmática del Tula (digo, porque que yo sepa no se murió todavía) lo poseyó al Barto que empezó a batir el bombo tan frenéticamente que le rompió el parche. Hicimos todo el repertorio menos uno y nos fuimos.

martes, noviembre 15, 2016

Los Carlitos Contraatacan

"Los Carlitos Contraatacan" será el título del segundo  CD que pronto estaremos presentando bajo el sello ICM.  Contraatacamos porque los medios nos ignoran, ( especialmente los que trabajan para el Proyecto Bubu) y el gran público también. Pero no importa, Los Carlitos vuelven a la carga. Aquí hacemos un resumen explicativo de los temas que integran el álbum:

1) Uff : Expresión de fastidio de aquel ejecutante que debe interpretar una pieza con compases irregulares. Al trompetista en particular se lo nota incómodo teniendo que solear sobre compases de 7/4, a pesar de haber vuelto caminando a su casa varias veces, contando secuencias de 5 o de 7 pasos.

2) 3343. Este tema tiene su antecedentes en el período en que Los Carlitos experimentaban con temas de Charlie Parker. Aquella vez hicimos versión de "Now's the time" que intercalaba un compás de 4/4 entre tres de 3/4.

3) Alle menschen müssen sterben. Significa "Todos los hombres deben morir",  Es una frase bíblica con la que J.S. Bach titula varios de sus corales. En recientes presentaciones, habíamos utilizado pequeñas misceláneas para intercalar entre nuestros temas, recurriendo irónicamente a fragmentos de música clásica. Incluímos algunos en el disco, y éste en particular, para reforzar la idea de que Los Carlitos deben morir.

4) Back from Babylon. En Septiembre del 2015 hice un viaje a Nueva York.  (ver entradas pasadas en este blog), La pasé bien, escuché muy buen jazz, pero volví decididamente feliz de vivir en Mar del Plata y no en la Gran Manzana. Viajando de vuelta en el subte una trasnoche, en un vagón poblado de zombies, un pibe afro prendió su equipo de música e hizo una pequeño espectáculo de danza urbana que desafiaba las leyes de la gravedad al desplazarse por el piso, paredes y techo del tren.

5) Vexations. Eric Satie compuso este pequeño motivo utilizando una enarmonía ridícula y con la instrucción expresa de que se debía interpretar en forma ininterrumpida 840 veces. Para ello el músico debía prepararse en "gran silencio y seriedad inmóvil". Para cumplir en forma patafísica las instrucciones del autor, decidimos tocarlo sólo una vez y media.

6) Expulso. El cándido José Argento marcha al Gran País del Norte lleno de entusiasmo y grandes expectativas. Allí ofrenda alegremente su identidad sudaca, pero choca con algunos inconvenientes. Llama nostálgico a su amigo, relatando sus problemas. Entre otras cosas, se lamenta por las restricciones al uso de drones, actividad con la que piensa salvarse.

7) Ludwig Van.  Así nombraba a Beethoven el protagonísta trastornado de la novela de A. Burgess "La Naranja Mecánica". La película de Stanley Kubric del mismo nombre utilizó en su banda sonora una versión de del 4to Movimiento de la 9na Sinfonía hecha en sintetizador por Wendy Carlos. Los Carlitos pretenden una deformación aún más distópica llevando el motivo a una improvisación al modo del jazz tradicional.

8) Eldié 1. En base a una idea original de Luciano Monte,  Los Carlitos se embarcan en una obra programática, adoptando como libretista a Diego Maradona. A modo de obertura, este primer movimiento sitúa el tono problemático  de nuestra relación con el fútbol y su héroe icónico.

9) Eldié 2.  El coro de ángeles "Los Carlitos" introduce la segunda parte. Luego, el mismo Diego  interviene a modo de recitativo,  con su famosa declaración de que le "cortaron las piernas"

10) La marcha de Los Carlitos.  Nuestro repertorio cierra con la marcha que alienta nuestro contraataque, condensando algunas melodías marciales que inspiraron las grandes gestas de los pueblos. Los Carlitos no se responsabilizan por cualquier lectura política maliciosa que se quiera hacer de su música.

11) Nimrod. Como final y despedida bizarra, Los Carlitos interpretan la majestuosa melodía de Edward Elgar, del único modo que lo pueden hacer: ¡mal!.

lunes, octubre 31, 2016

Los Gatos miran al Sur

30-10-16. Bar Dickens- Jazz al Sur- Quinteto de Oscar "Gato" Moyano. - Gato Moyano (tr.sx) Gustavo Molinari (pno y vcls)- Pedro Carignan(bass) -  Gustavo González (dr)

Nuestro Gato Moyano, bien merece el título de decano de los saxofonistas locales. Su campaña se extiende por años en nuestro medio. Fué adoptado por los músicos de rock y folklore, con quienes desarrolló incontables proyectos. Pero siempre le tuvo excesivo respeto al jazz, con el que mantuvo una relación tímida, respondiendo a alguna convocatoria a las filas de las big bands que ocasionalmente se formaron. Cultor del bajo perfil, habrá sentido que no poseía el conocimiento de los complejos algoritmos que parecieran esgrimir los improvisadores supuestamente modernos, cuando en realidad él siempre poseyó lo más importante, y que Salamanca non presta: Buen sonido, musicalidad, y sentido de pertinencia. 
Supongo que se lo apodó Gato, en alusión a Leandro Barbieri. En realidad, hay algo que emparenta a ambos, que consiste en una reivindicación de la música nacional y latinoamericana. Justamente es lo que anima el proyecto de su quinteto actual, al desarrollar un programa llamado Jazz al Sur.
Su idea es aplicar al tango y al folklore una rítmica de jazz, y a la inversa, dotar a los standards de jazz una rítmica y gesto latinoamericano.  En algunos casos llega a una síntesis casi perfecta: Sometime Ago, compuesto por el argentino Sergio Mihanovich, es un standard conocido que hoy figura en el Real Book. El quinteto de Moyano lo interpreta en ritmo de chacarera.
Lo acompañan Pedro Carignan en bajo, un muchacho que antes frecuentaba los jam de jazz pero que hoy cultiva un perfil más amplio, y Gustavo Gonzalez batería, una adquisición que ha hecho nuestra ciudad sustrayéndolo de Trenque Lauquen. En piano y arreglos cuenta con Gustavo Molinari , un excelente pianista, que además asume el rol ocasional de cantante, con muy buen desempeño.
Ciertas circunstancias fortuitas me permitieron asistir un domingo a la noche a Dickens, y realmente disfruté del recital. Mi única crítica...constructiva espero, es que el nivel de amplificación excedía las necesidades del local. Claro que a mí me gustan los formatos puramente acústicos...es una preferencia subjetiva después de todo.  

viernes, octubre 14, 2016

Proyecto Bubu

13-10-16-  apertura del Jam de los jueves en Mingus -Proyecto Bubu- Ignacio Mascarenhas -guit y composción - Federico Viceconte, tr sx - Leandro Camus str bass - Luciano Monte -drs

Desde el podio de Los Carlitos he querido conducir una campaña de desprestigio del Proyecto Bubu...pero como todo caso de rivalidad especular, sólo logro aumentar mi envidia y frustración, porque los Bubu siguen tan campante ...y diría revigorizados por mis ataques. De modo que mejor dejarme de joder y aceptar sinceramente que Ignacio Mascarenhas es un talentoso, que está desarrollando su labor musical de un modo original y creativo....y que mal que me pese ¡me gusta lo que hace! - Con el mismo equipo de base de los Carlitos,..(Fede, Barto y Lucho) propone temas que podría describir como seductores. Tienen un corte absolutamente actual, pero no freaky, no se delira con impros libres, ni efectos raros, ni formas deformes. Toda su música requiere un ratito de adaptación auditiva, pero que rápidamente incluyen al que escucha, y causa una sensación de familiaridad repentina.
Siempre me sorprende que nuestro género da lugar a múltiples fenómenos de singularidad. La música de Ignacio claramente pertenece al nuevo jazz, a nuestro campo de música independiente, pero es radicalmente música propia...creo que podría identificar alguna composición futura como perteneciente a su escritura...ya adquirió madurez tanto como compositor como intérprete.
Me encontré tratando de despejar cuál sería su antecedentes musicales...y me encontré pensando que el rock, en particular el rock más elaborado, era parte de su trama. Recordé a Soft Machine...aquella formación que cabalgó entre el rock y el jazz en la década del '70, pero al ir a you tube a refrescar el sonido de aquel grupo sólo encontré diferencias....aquellos eran más pretenciosamente sinfónicos, inclinados a cierta psicodelia. Eso sí,  comparten esa hiperactividad percusiva intensa...y ahí Lucho Monte provee esa contribución incesante, que parece incrementar día a día en recursos técnicos, sentido de pertinencia y solidaridad con el espíritu del tema. ¿Tendrá techo?. Sentido de solidaridad y solidez que conozco bien por disfrutarlo de la colaboración de Barto y de Fede...tanto Ignacio como yo somos muy afortunados en poder contar con ellos.
No se pierdan al Proyecto Bubu...están aquí: https://ignaciomascarenhascuarteto.bandcamp.com/album/proyecto-bubu
¡Y pronto se viene su segundo disco!

miércoles, octubre 05, 2016

KKC Group

4 Oct -2016 - en Mingus KKC Grupo. -Ignacio Cacace:guit-comp- Federico Viceconte :tr sx. Gastón Sayago:pno, Nico Pasetti.str.bass- Luciano Monte:drs

Otra apertura más de las jam en Mingus. Ya lo damos como un hecho ordinario...martes y jueves, jam session abierto por un grupo formal y luego escenario abierto. Entrada libre y gratuita. Todo parece tan cotidiano. Sin embargo cada vez que voy, me da la sensación de estar asistiendo, junto a un puñado de asistentes, al un momento fecundo, único en el desarrollo musical de esta ciudad, comparable al momento de fertilización de un óvulo, o alguna combinación molecular que luego queda olvidado en las envolturas del tiempo.

Nacho Cacace anda apostando a dos puntas. Pasa seis meses en Nueva York, y luego vuelve a recuperar aliento aquí. Grabó su disco "New concepts of pop music" en NYC  con músicos de allá. Ahora presentó una serie de nuevas composiciones que seguramente integrarán un nuevo álbum. Me puedo estar volviendo fanático, pero me pareció que la compañía musical con la que contó  anoche tiene el mismo o mejor nivel que los músicos norte-americanos con los  que contó en "New concepts...." Los temas nuevos vuelven a tener la misma línea. Es música que sigue sonando muy neoyorquina, de corte hard-bop. Pero tiene un giro que no sé establecer bien en qué consiste, que la hace actual, del jazz de estos tiempos. La mayor parte del tiempo se   puede seguir la armonía de los temas, que van del swing moderado, a los burners de tempo acelerado, pasando por alguna balada tranquila que invita a una siesta en el Central Park. El grupo contó con el pianista Gastón Sayago.  A lo mejor hace un tiempo que está tocando, pero a mi me pareció una aparición repentina y sorprendente.  Luego el pack de Fede Viceconte, Nico Pasetti y Lucho Monte  aportó esa solidez que hace que la música suene ya madura y consolidada, aún en su primer estreno. 

Ya veremos donde irá a parar todo esto...



jueves, septiembre 01, 2016

Oscar Ferio Espinosa - 25-08-16 - R.I.P

Tuve que dejar pasar unos días antes de escribir sobre la desaparición de Ferio Espinosa. Ha sido una relación demasiado larga, demasiada cargada de historia, de diferencias, de alianzas, de discusiones, de coincidencias, y sobre todo, en los últimos diez años de tocar juntos, y compartir muchos, muchos, buenos momentos.
Relaté hace poco el primer cisma del movimiento de la "2da Ola", término con el que Ferio denominaba el resurgimiento del jazz en Mar del Plata. 
Él fue el que encabezó la separación del grupo inicial y que pasó a constituir el núcleo de Mar del Plata Jazz Ensamble. Paradójicamente, en ese momento, él y los que lo acompañaron pasaron por ser los modernistas, en confrontación estilística con nosotros: los tradicionalistas. A mi en particular, me parecía que había una diferencia ideológica en los ideales de improvisación colectiva, solos inexistentes o muy cortos, rítmica pausada, valoración de la tradición negra. Los "otros" pretendían lucimiento técnico, individualismo, tocar rápido, estar al día, ser blancos y otras iniquidades. Ni los unos ni los otros podíamos cumplir con nuestros ideales.  Los prejuicios y equívocos eran mutuos y cruzados. Claro que igual integrábamos un campo, justamente en virtud de estas rivalidades. Inevitablemente compartíamos los ambientes y locales donde hacíamos música.
Pero la capacidad organizativa del movimiento fue gravitando hacia Ferio y sus amigos. Ellos iniciaron el ciclo de Jazz en Abril, cuya historia habrá que registrar en otro momento. Lo cierto es que año tras año, desde fines de los 80 hasta Abril del año pasado, hubo un festival anual de jazz en Mar del Plata. La personalidad de Ferio no admitía compartir el liderazgo. Territorial y en ocasiones tiránico, se fue quedando con la responsabilidad total del festival. Fue un poco por default nuestro también. Nos resultaba cómodo que él se ocupara de todo.
Nuestros choques eran frecuentes, pero sanamente frontales. Tenía la ética del rugby (su otra pasión). O sea que podía ser brutal pero a la vez pretendía sostener un sentido del fair play.
Ahora no recuerdo cuando comenzamos a tocar juntos en el Jelly Roll Trio. Tengo que mirar hacia atrás en este blog hasta establecerlo. Lo cierto es que ahí conocí a un Ferio disciplinado y consecuente. Dispuesto a ir al frente siempre, sea donde fuere. Puntual para ensayar, y ofreciendo su casa para que nos juntáramos a ensayar todas las semanas. (No puedo dejar de agradecer a su esposa Inés, que no solo nos toleró sino que nos preparaba una merienda los domingos a la tarde). Aceptó ir a tocar a lugares insólitos, como aquel centro comunitario en la periferia dirigido por un grupo de activistas de izquierda. Políticamente tenía nostalgia de su militancia juvenil a la derecha del conflicto de laica/libre. Luego se identificó con el partido Radical, pero en su vertiente más conservadora.  Era irredentamente gorila, pero yo decía que era un gorila herbívoro (una redundancia, ya que los gorilas son herbívoros) puesto que supo tener amigos zurdos, y hablaba de su simpatía y colaboración con un director de teatro de izquierda que sufrió persecución en la dictadura. Siempre respetó mis inclinaciones y afinidades, totalmente contrarias a las de él. 
Creo que la mejor forma de recordar a un amigo es agradecer su compañía y reconocimiento sin caer en idealizaciones ni desvalorizaciones. Tampoco lo haré a su muerte. 
Eso sí: lo voy a extrañar.



martes, agosto 09, 2016

Segunda Ola 2. Criolla Jazz Band

Esta entrada tiene un sesgo  autobiográfico que no celebro, pero inevitable.
El movimiento iniciado por La Rambla Vieja JB y el Mar del Plata Jazz Ensamble arrancó con una divisoria de aguas que separaba la línea más tradicional de los "rambleros" de una orientada a la línea progresiva, tanto en el dixieland como en una mirada más favorable al jazz "moderno" por parte de los muchachos del Jazz Ensamble. Como señalé en la entrada anterior estos últimos  comenzaron a ensayar separadamente reuniéndose en el quincho del Bocha Martinez Lora. En rasgos generales esa divisoria se mantuvo, hasta prácticamente los tiempos actuales, en la que sólo sobrevive la herencia de la Rambla Vieja, ya que la Atlántica Jazz Band sigue su campaña  semanal en la confitería Orión de la mano de Laci Trakal.
Como registré en una entrada anterior, en el seno de la Rambla Vieja se produjo una crisis ideológica, acorde con el tiempo político que se vivía en la primera mitad de la década de los '70.  (ver Jorge Costagliola RIP). Luego de aquel fatídico vuelo a Mendoza, yo concreté mi anunciado retiro de la banda, cosa que ya había hecho Juan Carlos Jauregui.
Esto fue vivido como una traición por parte de mis compañeros. Como ya expliqué, grietas eran las de antes. Todo acto se juzgaba desde lo ideológico, lo que hacía que me fuera éticamente insoportable seguir en la compañía musical de mis amigos de entonces. Ellos lo vivieron como una traición, y algunos jamás me lo perdonaron. Para mí fue optar por un exilio musical, que me alejaba de aquello en la que había puesto tanto esfuerzo y me retornaba a los días en que deambulaba por la ciudad sintiéndome musicalmente huérfano. 
Pero pronto comenzó una restitución. Junto al mencionado J.C. Jauregui comenzamos una campaña proselitista que empezó a reunir músicos que sin experiencia anterior estaban dispuestos a armar una banda de jazz tradicional. Así se sumó a Roberto Santos, un trombonista intuitivo que reemplazaba su escasa técnica con un efectivo gesto arrastrado y bluesero.  Tomamos contacto con otro intuitivo, Hernan Verne, que tocaba piano y que rápidamente adquirió los giros de Jelly Roll Morton.  Luego convencí a mi amigo Juan Garese,  (artista plástico) que podría ser un genial banjista.  Lo que no poseía de conocimiento musical lo supliría con sensibilidad artística. Un habitué de los ensayos de la RVJB, José Lanata, se ofreció a tocar percusión, y rápidamente se hizo de una tabla de lavar y  de un primitivo set de redoblante, platillo y bombo. Apareció otro interesado;  Pablo Trejo Vallejos. Un médico que por tucumano y cantor pudo entender rápidamente la belleza del registro bajo chalumeau del clarinete, y que en pocos meses aprendió a improvisar en estilo. Por último completamos el instrumento más difícil: la tuba. Convencimos a un personaje que solía visitar nuestros ensayos a que debía aprender a tocar la tuba. Él, hábil comerciante, nos obligó a comprarlo en forma colectiva, y así fue que se sumó Pablo Fronzi, el amigo que luego me acompañó hasta el fin de sus días, y con quien sigo conversando virtualmente prácticamente todos los días.
Todo se precipitó cuando José Lanata se apareció en mi casa de entonces con Luis Bauzá, un idealista que quería armar un boliche de jazz donde se tocara al estilo de New Orleans. Así fue que esa conjunción de deseos juveniles dieron lugar a la Criolla Jazz Band,  y que tocaba casi semanalmente en el bar/café Canotier.

miércoles, julio 13, 2016

Más historia. La "segunda ola"

Creo que ya expliqué que la expresión "2da ola" la acuñó Ferio Espinosa, refiriéndose a la reaparición del jazz en Mar del Plata a partir de 1972. Antes de que se me borren los recuerdos de los eventos de aquella época trataré de relatarlos en trazos gruesos.
Ocurrió que por Febrero de ese año (1972) tuvieron lugar dos presentaciones en el Teatro Auditorium de Kacho Rodriguez Jurado (Lo de Kacho con K se debía a sus antecedentes como boxeador amateur) al frente de sus dos proyectos de aquellos días. Se trataban de "La Nueva Guardia Vieja Jazz Band" y la "Omega Brass Band"
Con la "nueva" Guardia Vieja JB, intentaba una suerte de revival de aquella histórica agrupación que él había prohijado en la década del '60. Llevaba adelante la bandera del jazz "hot", y que reproducía las versiones grabadas en la década 1920/1930 por las bandas casi exclusivamente de músicos afro-americanos. Entre sus integrantes se destacó Norberto "Gandi" Gandini, (el genial cornetista que luego pasó a crear la famosa Porteña Jazz Band ), y también fue donde apenas adolescente pude hacer mi primera experiencia con el jazz.
La Omega Brass Band emulaba las formaciones callejeras que animaban tanto fiestas como funerales en la antigua New Orleans y que sirvieron de caldo de cultivo del jazz que luego encontró lugar en los salones de baile, y de escuela de incontables músicos casi intuitivos. 
Kacho Jurado empleaba a la Omega JB como complemento de su tarea social, que realizaba como asistente social en el Hospital Borda, y en una faz evangelizadora, ya que para esa época también se había convertido en predicador evangelista.  Era una persona muy carismática y llevaba adelante su acción con un entusiasmo que arrastraba a los que se le acercaran, y en esta ocasión había traído a Mar del Plata a cuánto músico porteño había podido reclutar, sin mucho ensayo previo. Recuerdo todavía con qué emoción recibí su llamado. Yo vivía hacía unos años aquí en Mar del Plata, y había cesado toda actividad musical , por no encontrar con quién tocar jazz. Así que me sumé a la partida, aunque tembloroso y ansioso por la falta de práctica. 
Se hicieron dos fechas. La primera fue catastrófica. La inició con una especie de conferencia ilustrada con diapositivas pero muy desorganizada, seguida de una fallida presentación de la "Nueva" Guardia Vieja, que a los pocos compases se desorientaba y detenía. El abucheo del público fue ensordecedor...y Kacho tuvo que detener la función e invitar a todos a la presentación del día siguiente, prometiendo que se iba a ensayar en el ínterin. 
Y así fue...los músicos obligaron al expansivo Kacho a organizarse, y en toda la jornada siguiente, armaron pequeñas agrupaciones y algún tema con la banda completa, con ensayos que llegaron hasta el mismo momento de la segunda presentación. 
Esta vez el abucheo del público se convirtió en una ovación de pié. Kacho concluyó la presentación invitando a quienes quisieran tocar esa música a que se conectaran conmigo.
A los pocos días tocaron el timbre de mi casa. Allí se me presentaron Laci Trakal (cnt), y Vito Martinelli (clte), que se habían animado a venir a verme luego de salir de sus estudios en el conservatorio local.  Fijamos un día de ensayo, y así se sumó Carlos "Lázaro" Maffei (tbn). Pronto se agregaron Juan Carlos Jáuregui, (clte), Javier Vicente (pno), y unas semanas más tarde contamos con las figuritas difíciles, un banjista (Alberto"Margarita" Páez) y un tubista (José Luis Spina). Así se formó el primer conjunto de jazz tradicional de la ciudad, la legendaria Rambla Vieja Jazz Band.
Pronto se sumaron a los ensayos de los días viernes otros músicos entre los que figuraban el bajista Ferio Espinosa, el trompetista Carlos Damadián, el trombonista Eduardo Burini y el pianista Eduardo Martinez. Ellos venían con otro modelo estético, más ligado al dixieland "blanco" y pronto la incompatibilidad los hizo separarse para ir a ensayar a la casa de otro pianista (Bocha Martinez Lora), dando lugar a la creación de la otra banda que compitió por años por la supremacía local, el insigne Mar del Plata Jazz Ensamble.
Demasiada historia para una sola entrada....


martes, mayo 31, 2016

Carlos Balmaceda R.I.P

Me duele la noticia que recibí del fallecimiento de Carlos Balmaceda, producida el domingo 29 pasado.

Me duele por varios motivos. En principio porque leía reiteradamente su nombre en una obscura revistita llamada "Jazz Magazine" cuando yo apenas tenía 13 años.

Me duele porque se lo reconoció como el tubista emblemático del jazz Argentino, porque la tuba siempre fue un instrumento que me fascinó. 

Me duele porque fue mucho más que un tubista. Fue pianista, arreglador, docente y uno de los primeros en jugarse profesionalmente como músico exclusivamente de jazz.

Me duele porque lo conocí personalmente, porque tocamos juntos, porque alguna vez vino ayudarnos la vez que  Viva Buddy Bolden tocó en Buenos Aires. ( y lo obligamos a uniformarse)

Me duele porque formó parte de las primera formación de la Porteña Jazz Band,...aquella heróica de Gandini y de sus dos primeros álbumes grabados.

Me duele porque se lo criticó (me incluyo) por armar "piñateras" (bandas ad-hoc para hacer fechas en eventos, publicidad etc), sin considerar que él vivía precariamente de eso, y que además le daba trabajo a incontables músicos que convocaba desde su libretita donde figuraban más músicos que en la guía telefónica.

Me duele porque a uno de los que le dio trabajo fue a mi hijo Valentín, con el que pudo ganarse unos pesos y soliviantar sus estudios en la UCA.

Me duele porque en algunas oportunidades me llamó desde BsAs para que yo hiciera fechas con su banda comercial, lo que me daba una oportunidad de costear mi viaje a la Capital para ver a Valentín, y tocar un rato con él.

También me duele que así como se lo denostaba como "piñatero" realizaba la tarea obsesiva de transcribir nota por nota, con la precisión de una herramienta digital, las grabaciones de Bix and his gang, y otras grabaciones del genial Beiderbecke. Su labor de monje medieval fue un acto de devoción que supera la de cualquier efusión de los tantos fanáticos de Bix.

Me duele porque también convocó a Valentín a tocar esas transcripciones preciosas, por lo que se demostró que el trombón picante y versátil que tocaba Bill Rank era a vara, y no a pistones como creíamos los tradicionalistas ignorantes que desconocíamos la versatilidad de ese noble instrumento.

Me duele porque también sé que sufrió de desolación y dificultades personales y familiares que lo llevaron a vivir en una carpa bajo unas arcadas de BsAs, junto a su perro mascota.

Me duele porque pese a sus conflictos y detractores, sentía que la comunidad musical jazzera era su familia...tenía especial afecto por Carlos Damadián, y recuerdo que me llamó llorando cuando se enteró de la muerte de su amigo.

Me duele porque en los últimos años había encontrado una compañera que le dio apoyo y cariño...creo que por fin se sintió amparado y feliz, aunque fuera por poco tiempo. 

Y finalmente me duele....porque sé por quién doblan las campanas....



martes, mayo 10, 2016

Camarattas nuevamente a la carga.

08 de Mayo,2016 -  Camarattas en Villa Victoria - obras de Lutoslawski, Penderecki, Kurtág , Bach, Reich, Stockhausen.

Nuevamente debemos a Florencia Toledo la proeza de hacernos escuchar obras de maestros de la música contemporánea (la lista de autores es impresionante) y de hacerlo junto a un grupo de músicos de admirable compromiso y talento.
Quise anticipar mi comentario con un link que lleva a un video sobre los motivos que hacen que nos sea agradable el elemento repetitivo en la música.
Quizás las obras a las que menos se aplica esta premisa sean las de Lutoslawski y Penderecki - breves joyas que obligan a participar activamente en la escucha para ingresar al discurso que proponen. Florencia acompañó al piano al clarinetista Gabriel Buffa, un músico que reúne un una rara mezcla inteligencia y sensibilidad . Estas obras mantienen al que escucha en el borde de su asiento, en anticipación al próximo giro sorprendente, aunque siempre delicado.

La obra de Kurtág si se acomoda mejor al concepto de repetición, en el sentido que la selección de Camarattas propuso  tres  pares de obras que comienzan  con una transcripción de piezas de Bach, acompañadas de una suerte de respuesta en términos de composición contemporánea. Primero la catedral gótica de Bach nos acoge en su solidez lógica, por más que el venerable maestro alemán siempre introduzca un elemento novedoso dentro de su construcción matemática. Pero cuando nos dejamos mecer por la tranquilidad de lo conocido, aparece la respuesta deconstructiva de Kurtág, que toma una línea del coral para trenzar otra creación de las miles que inspira su fuente.
Aquí se sumó la pianista Amalia Escobar labor de Florencia, formando un dúo que supo extraer los mejores brillos de estas obras comparadas. 

A continuación Julián Maliandi tomó la posta para interpretar Electric Counterpoint, del norteamericano Steve Reich, un máximo exponente de la composición repetitiva y circular. Confieso que mi admiración por Reich ha disminuído mucho desde que tomé contacto con su obra a fines de la década de los '70. Creo que en aquel tiempo me sedujo cierta relación con el jazz, Seguramente el pulso que generan sus ondas musicales, que de a ratos se superponen o interfieren se asemejan mucho a los ritmos corporales a los que se refiere el video de mi post anterior. Pero el valor de esta interpretación de Maliandi reside en la proeza técnica de grabar una pista de acompañamiento para las 7 guitarras y 2 bajos eléctricos que pide la partitura. Con la ayuda técnica del ubicuo Nico Passetti, lograron sincronizar una pesadilla de figuras rítmicas en varios canales. Luego se requirió de la parsimonia de Julián para ejecutar en vivo la primera línea, cosa que hizo con pasmosa tranquilidad y eficiencia.

El recital cerró con un viejo hit de Camarattas, consistente en tres piezas del Tierkreis de Karlheinz Stockhausen. Nunca se sabe bien porqué gustan más algunas interpretaciones que otras. En este caso puede haber influido el que ya tenía cierta relación con la obra por haber presenciado otra presentación de Camarattas de una versión más completa de la obra. No recuerdo si entonces alcanzaron a tocar las 12 piezas correspondientes a los signos del zodíaco, pero si no, anduvieron cerca.  Esta versión a cargo de Florencia, Gabriel u Julián me devolvió a casa tosiendo compulsivamente (debí reprimir como pude mis ruidos durante el recital) pero muy feliz. 

lunes, mayo 09, 2016

Porqué nos gusta la música repetitiva?

Adelanto un link sobre un post que estoy pensando a partir de una presentación de Camarattas el domingo pasado.

http://www.bbc.co.uk/programmes/p03t9drb

viernes, abril 01, 2016

Trío Dapine

Jueves 31 de Marzo- Trío Dapine-  (apertura de la Jam de Mingus) - Federico Viceconte -Sx tenor, Nico Pasetti- Dbl.Bass - Lucho Monte -Drs.

Decir que el Trío Dapine es mi banda marplatense favorita me invita a tener precaución. No se pueden comparar con ligereza a los proyectos musicales...es un poco como decir que uno tiene un hermano o un hijo favorito. Pero tenemos esa tendencia casi imposible de suprimir que nos hace rankear, medir, poner en fila. Y dentro de esa imbecilidad que también me afecta, tengo que confesar que estos tres músicos arman la combinación local que más me entusiasma. Anoche fui a escucharlos abrir la jam, y bueno, esta ciudad generosa brinda gratis cosas que están en un nivel tan alto que parecen pertenecer a otra galaxia.
La palabra libertad es de significación compleja. Particularmente en el marco de la ejecución musical significa haber transitado muchísima sujeción. Para tocar con libertad, primero hay que atravesar dolorosos caminos de limitación, y en un contexto grupal, muchas horas de ajuste de códigos, de comprensión mutua, de conocimiento íntimo de los reflejos de cada integrante. 
Pues los Dapine han alcanzado esa meta donde pueden transmitir la sensación de libertad. La contagian...la libertad está en acto, está viva. Sin embargo hay que saber moverse en las intrincancias de  los 9/4 de su tema Serialum. Hay que tener la soltura para hacer de  su balada Los Pinos una aventura de arranques espontáneos en distintas direcciones. Hay que tener mucha solvencia instrumental para llevar el imprevisible Bop Police a velocidades cercanas al vuelco sin que ninguno pierda la forma establecida del tema. Y se tocan un standard de Monk como I mean you hay que seguirlos en sus mutaciones entre introducción y tema, e insólitos variaciones de tempo.
Y están ahí....disponibles ....a la mano en www.discosicm.com ...pero en vivo son una experiencia  insustituible, porque en el la exposición del escenario parecieran inflamarse. 

lunes, marzo 21, 2016

La ñata contra el vidrio

20 de Marzo -La ñata contra el vidrio- Teatro Diagonal- Cecilia Pugliese (pno- voz - composición) Pepe García (títeres/textos)- Esteban Martínez Prieto-(teclado)- Ariel Corradini (perc)

Se trató de un domingo con doble programa. Quise asistir al concierto de despedida del Mtro. Guillermo Becerra de la Banda Municipal, y luego por fin ir a ver el espectáculo concebido por Cecilia Pugliese, que no había podido ver hasta ahora y que me interesaba.  No voy a comentar el concierto de la B M por diversos motivos, salvo que tuvo una conclusión emocionalmente muy fuerte. 
La cosa es que llegué tarde al Teatro Diagonal, por lo que me perdí las primeras canciones. 
La evolución de Cecilia ha sido increíble. He disfrutado en el pasado de sus recitales de música clásica. Pero alguna vez ella me confió que tenía intenciones de incorporarse al campo de la música popular. Compartí algunas de esas primeras experiencias con ella, incluso alguna en la que se animó a cantar.  Ahora ha tomado un vuelo que la instala definitivamente como una artista con un fuerte perfil propio. Ha sumado a su sólida base instrumental las dotes de compositora y cantante. No diré diva, porque su modestia natural hace que aunque se plante en el escenario con presencia, no pierde la sencillez de su personalidad llana y sincera. Ha querido incorporar a su propuesta Pepe García, un artista que trasciende la estética de los títeres. Improvisa situaciones cómicas con sus muñecos para luego leer textos de Cecilia que son de sorprendente agudeza. Así como casi todas las canciones de Cecilia hablan del amor, su mirada literaria recuerda que en la experiencia humana siempre hay discordancia. Habla de aquello que no tiene remedio, aunque la vida bien llevada hace siempre preferible la verdad.  El contraste entre el humor de los títeres y la densidad del comentario es muy fuerte, y sólo tengo admiración por estos habitantes del "barrio de la poesía", como dice muy bien Cecilia en su canción dedicada a Pepe.
Se trata de una propuesta de calidad, y a ello contribuyen Esteban Martinez Prieto con su acompañamiento sobrio pero bello, y Ariel Corradini, con su persuasiva percusión.
Sres. y Sras...no gasten dinerales para ir a ver a Ma. Belén...¡vayan a ver La ñata contra el vidrio!




sábado, enero 30, 2016

Il Tabarro

22 de Enero 2016- IL TABARRO- Ópera en un acto de  Giacomo Puccini.- Teatro Colón de Mar del Plata- : Dirección Musical: Jonas Ickert- Puesta e Iluminación: Pablo Gonzalez Aguilar

El género lírico siempre me ha eludido...o quizás debería decir que generalmente eludo la ópera. No tengo conocimiento de sus códigos ni me he familiarizado con el canto lírico. De modo que como lego vacilo en hacer un comentario. Sin embargo Il Tabarro es una de las pocas óperas que he ido a ver al T. Colón de Buenos Aires, y que venció mi prejuicio sobre una forma de arte que mi ignorancia suele catalogar como anacrónica. Además tenía curiosidad por esta nueva puesta de Pablo Gonzalez Aguilar, que ya ha llevado adelante varias producciones en Mar del Plata, y que en general me agradaron.
Recuerdo que cuando la ví aquella vez, quizás hace diez o doce años, me gustó la música de Puccini, que se parecía en cierto modo a música de películas, y me llamó la atención el libro, ya que la obra planteaba ciertas cuestiónes que coincidían ...o mejor dicho, coinciden  con mi interés en el tema de la subjetividad.
Es que pensé que el libro, de G. Addami, basado en una novela de Didier Gold, acusaba fuertemente el efecto de dos cuestiones que marcaban fuertemente el año 1918, año en que fue estrenada la obra. Marx y la revolución de Octubre de 1917 despertaron a Europa de un cachetazo de su distracción de la problemática de la exclusión social y la explotación del nuevo sujeto social creado por la revolución industrial: el proletariado. Por el otro lado, el descubrimiento de Freud del inconsciente,  que iluminó los primeros años del siglo XX, ya pasaba a ser parte de una cultura reconocida en los ámbitos de la ciencia y las artes. En efecto, los protagonistas principales se perfilan en la tensión entre el amo patrón (Michele) con sus estibadores, en particular con uno de ellos, Luigi. Hay otra contradicción que emerge fuertemente, ya que tanto Luigi como Giorgetta, (la mujer del patrón), son jóvenes. La historia de amor que surge entre estos dos últimos, debe ser oculta, negada y disimulada de un modo que revela la ambivalencia no siempre reconocida por los actores. Luigi sabe que se juega la vida, y prefiere en un momento bajarse de la situación (y de la barcaza). Michele oscila entre el amor a su mujer, y sus sospechas celosas. Giorgetta, también teme las consecuencias de sus encuentros con Luigi, y de a momentos se arrepiente y quiere recuperar sus sentimientos con su marido. Es decir debajo del capote (tabarro) el deseo teje y desteje fantasías que no siempre son aceptables ni reconocidas por nuestra consciencia. 
Vuelvo a apelar a mi condición de lego antes de juzgar la puesta. Pero me pareció que Pablo Gonzalez Aguilar resolvió  con recusos precisos y austeros una escenografía y un clima teatral que reflejaba muy bien el ambiente de los márgenes del Sena de París de principios de siglo. (Aquella remota puesta del Colón de BsAs contaba hasta con una barcaza atracado a un muelle). Jonas Ickert ejecutó con solvencia la música que antes escuché con la orquesta estable del Colón completa. La reducción al piano reveló los perfiles más interesantes de la composición de Puccini. Sobre los cantantes sólo atino decir que Carolina Lopez Oroño encaró su papel protagónico de un modo muy convincente, y que me sorprendió su control sobre una partitura que me pareció muy exigente. Miguel Silva Macías, a quién ya escuché en otro par de oportunidades, pareció ganar en caudal y emisión, y me pareció que había empardado con éxito las exigencias de su papel. Junto con  María Fernandez Perez, el equipo local, personajes secundarios, coro de Estibadores y coro de Midinettes, sostuvieron con altura sus responsabilidades. Fernando Santiago en el papel de Michele no sólo fue contundente en el canto sino en la acción dramática. Es que se trata de alguien que ya tiene recorrido en el exigente medio profesional de la lírica.