miércoles, octubre 04, 2017

Lo que vendrá

Hace unos días Nico Pasetti me invitó a escribir unas líneas sobre algún disco a mi elección para hacer un segmento de programa de la radio de ICM.   Me costó elegir alguno....pasaron por mi mente los viejos LP con las que me inicié...en general de jazz temprano, los de King Oliver, Bix Biederbecke, Armstrong, Morton....pero me pareció solo un tributo a mi iniciación. Luego pensé en los miles de discos que me sorprendieron en mi trayecto...aquél bootleg de Trova donde me choqué con las grabaciones en vivo de Charlie Parker del 44/47,  cosas del hard bop....de Woody Shaw, luego del American Jazz Quartet, ciertas adquisiciones de jazz europeo...en fin, una suerte de banda sonora de mi vida que no se posaba en ningún punto. Luego pensé en mi escucha actual, que ni siquiera es en discos....bueno, si, discos, pero en general digitales y pasados por streaming. Rara vez me centro en un álbum completo, voy randomizando mi escucha, como buscando sorprenderme con algo nuevo.
Finalmente me decidí por una grabación que es histórica, a la vez que sigue teniendo vigorosa vigencia, al menos para mi actividad actual.


Se trata de The Shape of Jazz to come. registro de 1959, del cuarteto de Ornette Coleman.  El título es sugerente. No encuentro una traducción mejor que "Lo que vendrá", ( entendiendo que se trataría del jazz que vendrá). Incluir el término  shape, tendería a limitar su augurio a la forma, ciertamente subvertida por Coleman,  pero cuyo legado excede a lo formal. Tampoco sería justo reducirlo a la cuestión del aspecto, porque es música que remite a un registro más trascendente. Muy probablemente lo haya decidido algún productor, ya que no pienso que Ornette fuera un intelectual preocupado por el futuro. Era un creador del instante, de su momento, aunque haya rebasado  a su época. Cierto que en la puerta de la década del 60, se saludaba la creación transgresiva, el cuestionamiento a las ortodoxias en todas las ramas del arte. Astor Piazzolla adoptó el título "Lo que vendrá"para su célebre composición grabado en 1960, ( https://www.youtube.com/watch?v=MMsP9pupXRw ), y ciertamente pronosticó un cambio en la forma de entender la música de Buenos Aires.  Se cuenta que las presentaciones del cuarteto de Coleman en el Five Spot de New York estaban colmadas de un público en parte entusiasmado pero también perplejo frente a esos músicos bizarros. Don Cherry con su corneta deforme, a quien me lo imagino ataviado como africano subsahariano y a veces tocando sentado en posición de loto, aunque eso corresponda a una época posterior en la que se volcó a distintas formas de world music.. Ornette Coleman usando un saxofón de plástico, que emitía un sonido nasal de un timbre que resonaba a algún aerófono oriental. Charlie Haden emitiendo bombazos con su contrabajo, y volviendo redundante cualquier instrumento armónico, piano o guitarra, que entorpeciera el libre fluir de la armonía. Billy Higgins, que ocupaba la batería introduciendo rítmicas que de a ratos contrastaban con caprichosas formas melódicas. Entre los concurrentes había intelectuales de barba y anteojos que hurgaban en lo que les parecía algo revulsivo pero intrigante. Al mismísimo Leonard Bernstein, compositor y director de orquesta mimado por la inteligenzia neoyorkina,  se lo encontraba a menudo sentado en el piso para estar cerca de la banda, poniendo cara de copado, a pesar de que muchos sospechaban de la sinceridad de su apreciación. Los músicos de la época estaban confrontados cuando opinaban sobre el cuarteto. Paul Bley los admiraba y alentaba. Miles Davis los vitupereaba. 
Ahora bien,¿realmente anticiparon "Lo que vendrá"? En parte si, en parte no. Por un lado el free jazz fue mutando en dirección a la música "Impro", que si bien conforma un movimiento que sigue activo globalmente, hoy reniega de llamarse jazz, y en general se mantiene dentro de un ghetto de valientes improvisadores radicales. Lo que siguió en el circuito del jazz fue el hard bop, y un rato más tarde su fusión con el rock, con la consiguiente rigidización de las formas armónicas y rítmicas. y una vuelta a la idealización del virtuosismo instrumental. 
¿Significaron una ruptura total con la tradición?. No lo creo. El swing borbotea por todos lados en estos temas...de a ratos interrumpido, puntuado, , pero claramente presente e insistente. El fraseo de Coleman notablemente melódico, aludiendo constantemente a los blues, y hasta permitiendo que algún lick bopero se asome en su trajinar. La trompeta de bolsillo de Cherry juguetea con lo impreciso, y tiene un aspecto de sencillez que desorienta. Me hace acordar tanto a esos tempranos cornetistas del jazz primigenio, en particular a Ed Allen, cuya simpleza insinuante se alejaba de las destrezas acrobáticas de Louis Armstrong o Jabbo Smith.
Concluyo que el título The shape of jazz to come tiene una validez absoluta, pero solo para mí. El jazz del pasado sigue presente ahi.  De adolescente buscaba con la avidez de un hambriento los escasos programas de radio de los 50' tardíos, y recuerdo haberme topado con la música de Ornette, que me causaba una mezcla de ofensa y curiosidad. En aquel momento preferí la reconfortante coherencia del jazz tradicional. Hoy, me encuentro produciendo música con el formato de aquel cuarteto señero, intentando arriesgarme a la misma libertad en la improvisación, sin abandonar la enunciación compositiva. En mi reducido ámbito subjetivo, el título tiene el valor de una profesía.