lunes, marzo 31, 2014

Borde cortante

30 de Marzo- Rondó Bar - Bubu Cuarteto- Conjunto DeLassaletta- Julián Maliandi Cuarteto 

Triple programa en la inhóspita fecha del domingo, reuniendo tres grupos que están produciendo música propia en nuestro medio. Los músicos que lo integran se intercambian en muchos casos, y a su vez forman otras agrupaciones que mantienen actividad estos días. Lucho Monte (drs) Barto Camus (db bass) y Fede Viceconte (tr sx) y Nacho Mascarenhas (gtr) forman el Bubu 4t. Nacho también forma el trío que presentó Martín DeLassaletta junto al baterista Leo Osenda, y el grupo de Julián Maliandi incluyó a Lucho Monte, Fede Viceconte y a Nico Passetti (db.bass)
Martín DeLassaletta comentó que todos ellos vienen tocan regularmente en los jam sessions de Rondó (se dice que el Bar Rondó tiene que cerrar sus puertas en Mayo) pero al agruparse en combos, empiezan a producir su propia música. En esta fecha se presentaban estos tres conjuntos, pero en realidad, la maduración de la joven guardia del jazz en Mar del Plata está haciendo que ya haya otros grupos que están en la mism fase: la de la creación de música original.
Me costó aventurarme un domingo a la noche a desafiar el mal tiempo y la noción de tener que madrugar al día siguiente, pero valió la pena ir. Los tres grupos me impresionaron por la calidad de su música, y comprobé que se está haciendo jazz de la misma calidad de la que escucho por mis radios internacionales on-line.
El "cutting edge" es la forma en que hoy se está ejecutando jazz en el mundo. En distintos momentos de mi vida me enamoré de estilos diferentes, pero hoy, debo admitir que es el modo que más me satisface. Se lo puede definir como jazz con un gesto de vanguardia, pero no totalmente volcado a la falta de forma, sino por el contrario, rescata la composición, que reinstala la forma melódica, ya fuera en forma lírica, irónica, humorística o compleja.  La improvisación se mueve dentro de parámetros de una armonía que puede ser muy sencilla...lo que no quita que también pueda haber aventura armónica, o  momentos de improvisación libre, e introducción de métricas inusuales. Esto implica que el músico debe disciplinar su creatividad, sin que se vea constreñido a limitarse a moldes viejos y conocidos. Por el otro lado se evita el aburrimiento que puede producir el expresionismo free a ultranza que puede ser interesante por momentos, pero que suele ser más divertido para los que están tocando que para los que lo escuchan. 
Espero con interés futuros recitales de este nivel.