jueves, agosto 20, 2020

Jazz y Colonialismo

 "El Jazz es una herramienta de penetración cultural al servicio del imperialismo yanqui"

Acuñado en el lenguaje más duro y dogmático posible, formulo esta hipótesis para someterlo a revisión, y para, en lo posible, tomar una posición que habilite o inhiba el idioma musical con la que me he identificado toda mi vida.

Es un tema que siempre me ha preocupado en mayor o menor grado, pero que se vuelve más acuciante en la medida en que participo de la construcción de una red de "Conexiones Culturales" en latino-américa, cuyo puntapié inicial ha sido dada por una productora Norteamericana.

Es indiscutible que el jazz ha sido utilizado como un recurso asociado a la política exterior de Estados Unidos. Las transmisiones de los tiempos de la 2da guerra mundial por la emisora "La Voz de América" y que mantuvieron aún más vigentes durante toda la guerra fría, hacían figurar el jazz de un modo prominente. Esos envíos radiofónicos fueron seguidos ávidamente detrás de la cortina de hierro, e inspiró a muchos músicos que desafiaron la censura cultural de los países de la órbita soviética. Con la caída del muro de Berlín, y la descomposición de la Unión Soviética, emergieron muchos movimientos de músicos de Europa Oriental, y que en algunos lugares lograron hacer jazz de excelente nivel, como en el caso de Polonia, o el movimiento de música improvisada de Berlin Oriental.

A  partir de la década del ´50 el Departamento de Estado financió y organizó giras de algunas de las principales figuras como Louis Armstrong, Dizzy Gillespie, y Duke Ellington. La implicación ideológica era que la libertad de la improvisación era homóloga con la libertad social de la que gozarían los habitantes de América del Norte.

Pero sabemos que la cosa no era tan así. Desde sus orígenes el jazz fue un movimiento que surgió del sector más oprimido de la sociedad norteamericana. En gran medida fue repudiada por los dueños del poder, invariablemente las castas blancas que detentaban (y que detentan) el poder. Luego el jazz fue el estandarte de los movimientos de liberación del pueblo afro-americano, en particular en el surgimiento del Be-bop y luego con los músicos que surgieron al calor del Free Jazz . En ese marco, se constituyó en un movimiento de resistencia y de promoción de la libertades civiles. 

Al mismo tiempo hubo toda una corriente de apropiación por parte de productores y músicos blancos, y la promoción por parte de la industria musical de una música con valor comercial que adquiría valor de mercancía y de consumo masivo.

Paralelamente se produjo un fenómeno de dispersión en Europa donde la música adquirió algunos perfiles propios. Tal el caso de Francia, Inglaterra y países nórdicos.

En América Latina el proceso de endoculturación produjo fenómenos realmente interesantes al fusionar el jazz con las músicas regionales. El caso paradigmático sería Cuba, donde las escuelas de música favorecían activamente la adquisición de habilidades jazzeras, y que produjo algunos músicos y bandas realmente innovadoras que fusionaron el jazz con su música popular. Algo semejante pero sin promoción oficial oficial ocurrió en Brasil, que resultó en el movimiento "tropicalista". En la Argentina, y de un modo mucho más débil , hubo una corriente similar, como la impulsada por el Chango Farías Gomez, y la llamada música MPA (Música Popular Argentina)

Pero estos ejemplos consisten en fenómenos de fusión. Queda la pregunta por la práctica de un jazz contemporáneo que no tributa al tango ni al folklore, y que todavía no se perfila muy nítidamente de lo que se toca en forma experimental hoy en Nueva York.

Le planteé la cuestión a Sebastián Etcharri, un músico que enrolado en una corriente de trova latino-americana, defiende ferozmente la consistencia ideológica con su música.

Curiosamente, su comentario resultó mucho más flexible que la de  mi "hipótesis". Me sugirió que pensara el problema desde un modelo de complejidad...y que admitiera  la posibilidad de una mirada que no aplastara el problema en una solución rápida y sectaria.

Por ahora tendré que conformarme con la idea de que el modelo improvisatorio ni siquiera le pertenece sólo al jazz, sino que se lo encuentra en muchas formas de música popular en el mundo. Y que quizás en el proceso de trabajar la música desde su práctica y su composición, se puede dar un proceso de des-aliención. A la vez que se une a una corriente que es universal, adquiera sus propio lenguaje. 

Iremos viendo....






1 comentario:

Antilope Disecado dijo...

No me cierra el "El Jazz es una herramienta de penetración cultural al servicio del imperialismo yanqui". La oración me suena mejor si dijera "El Jazz fue utilizado como una herramienta de penetración cultural al servicio del imperialismo yanqui".

La primera oración plantea que en su esencia es una música de propaganda, cuando en realidad, sabemos que fue una de las pocas vías de expresión y validación de la cultura afroamericana oprimida. De paso es interesante relevar que es una música con numerosas variantes estéticas y que solo algunas de ellas fueron seleccionadas por EEUU para ser difundidas al resto del mmundo. Seria interesante que se lean testimonios de aquellas bandas acerca de los tours. Gillespie, Ellington, Armstrong; todos tuvieron sus choques con la agenda yankee y fueron críticos de la experiencia.

Estos tours culminaron en una famosa obra hecha por Dave Brubeck "The Real Ambassadors", con participación de numerosos artistas relevantes, entre ellos, uno de los máximos próceres, Louis Armstrong, en el cual se denunciaba la doble moral del gobierno estadounidense en relación a promover una música afroamericana como muestra de lo integrada que era su sociedad cuando en su propio país, la comunidad afro y cualquier otra etnia no blanca seguía sufriendo el peso del racismo institucionalizado.

Me parece también medio anticuado plantear eso del jazz cuando hay otras músicas provenientes de Estados Unidos y de Inglaterra que tuvieron mayor influencia en la población latinoamericana: el rock y el pop, y ahora el hip hop, el trap, el reggaeton, pero estas últimas comparten características en su origen y contexto con el jazz.

De paso me aburre un poco esa noción de que porque nací en Argentina por ejemplo, la chacarera o el tango son "mi música", la que debería identificarme, cuando no tuvieron nada que ver con el contexto en el que crecí, viví y vivo.

De paso donde no está el colonialismo europeo en la trova latinoamericana? Usan un idioma europeo (español en general), utilizan la tonalidad (proveniente de la tradición musical europea), muchas veces utilizan estructuras tipo verso/estribillo (ABA, es decir, forma sonata), utlizan el sistema temperado, utilizan instrumentos europeos, etc. Y no podríamos decir lo mismo de la música de Charly García? o de Pappo? o de cualquiera de nosotros porque nuestras formaciones siguen siendo producto de la tradición musical europea del siglo XVIII. Creo que desde lo musical, casi ninguna tradición que no sea profundamente autóctona puede declararse libre de promovedor valores europeizantes en lo musical, sin importar cuanto el contenido de las letras hable de otra cosa.