jueves, octubre 18, 2012

Historia 1

Hace poco Nicolás Passetti y Lucho Monte me preguntaban por la historia del jazz en Mar del Plata. Trataba de recordar algunas cosas, pero me dí cuenta que sería importante que quedara algún registro documental de lo sucedido, antes de que a algunos la memoria se nos apague del todo.
Siempre se habló de que en 1972 se inició una "segunda ola" del jazz marplatense, con la creación, casi en simultáneo de la Rambla Vieja Jazz Band y del Mar del Plata Jazz Ensamble. De ese momento nos quedan aún algunos testigos, documentación de fotos y grabaciones. Podría pensarse que en los últimos tiempos se ha dado lugar a una "tercera ola" en nuestro movimiento local. ¿Pero qué de la aludida "primera ola"? Para empezar a reconstruir ese relato es ineludible consultar con Oscar "Ferio" Espinosa, quien debe ser el inventor esta nomenclatura de "olas", con los que se periodizamos nuestro movimiento.
Mientras activamos la búsqueda de datos, habría que tener en cuenta que el negocio de venta de discos de la familia Espinosa llamada "La Feria del Libro"  era el eje de la difusión musical en Mar del Plata en la década del '50. Allí concurrían los melómanos, y músicos para adquirir las últimas novedades discográficas, que se editaban casi simultáneamente con los lanzamientos en EEUU. Ahí nuestro Ferio conoció a casi todos los músicos locales, además de los profesionales porteños que venían a trabajar en temporada.  Además se convertía en un especie de experto en las nuevas tendencias. Otro dato a tomar en cuenta es que aunque siempre hubo una diferencia entre la música de neto corte comercial y el jazz, la distancia que separaba ambos campos no era tan lejana como lo es ahora. Eso hacía que hubiera un interés popular en el género que quizás hoy no existe. También implicaba que en  las orquestas que venían a hacer trabajo comercial en los veranos hubiera músicos que a menudo pertenecían al Bop Club de Buenos Aires, y que ansiaban tener un espacio donde hablar de jazz o tocar en jam session. Estas juntadas se realizaban a menudo en un local llamado Oh Yes! (en Entre Ríos casi Luro?), donde había un trío de base que contaba con tres músicos locales: el pianista Chiche Gallet  (que nos dejara hace muy pocos días), el baterista Pichón Ramírez y el contrabajisa Beto Issi. Allí el joven trasnochador Ferio concurría a menudo y presenciaba la visita de los músicos que se congregaban luego de sus compromisos profesionales, con ganas de tocar jazz. No faltó mucho tiempo para que él mismo se sumara, iniciando su recorrido como contrabajista.
Continuará....


11 comentarios:

Fernando Moran dijo...

¡¡¡Qué interesante!!! ZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZ

Earling (Esteban) Garvie dijo...

Y, yo siempre dije que el jazz es aburrido...

Laci Trakal dijo...

Esteban no aflojes. Quiero saber la historia.

Juan Caino dijo...

Moran no seas irrespetuoso que esta historia es muy muy interezzzzzzzzzzZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZ

oscar espinosa dijo...

Porque no ponen la historia del jazz segun Vds? Si la tienen..Dudo...

Juan Caino dijo...

El jazz no hace culto de la historia sino todo lo contario, la utiliza como combustible de su fuego íntimo. ICCCCnorante!

Fernando Moran dijo...

Una historia del jazz que tiene como protagonistas a titin memoli y ferio espinosa... paso, gracias.

Anónimo dijo...

moran vos nunca fuiste nadie ni seras.HAS SOBREVIVIDO HECHO UN CAGON.

Fernando Moran dijo...

Anónimo querido,acepto la conciencia de no ser "nadie", ser "alguien" es algo reservado para pocos, mas alla de la distorsionada imagen que cada uno tenga de si mismo. Eso sí, como verás, soy un cagón que firma con nombre y apellido y vos un hidalgo anónimo

Earling (Esteban) Garvie dijo...

Sinceramente me confunde que un relato en un blogcito de mierda perdido en la nada despierte semejantes reacciones. Blogger tiene una fución que permite suprimir comentarios, pero nunca quise usarlo...quizás tenga que hacerlo.
Pero voy a defender la necesidad de que haya historia. Creo que es un error creer que se nace de un repollo. Y los que quisieron abolir la historia en los noventa la pifiaron. Puede haber relatos contradictorios, pero nunca ausencia de relato. En los antecedentes de cada uno hay cosas que nutren y otras que pesan, luego tenemos la tarea de hacer con eso, aprovecharlo, mejorarlo, conjurarlo, lo que sea. Es el motivo por el que nunca dejaré de tocar y de escuchar jazz tradicional. Siempre hay algo que reconocer y aprender de ahí. No se trata de sacralizar el pasado, sino el de aceptar que uno meramente es un eslabón en una cadena.

Anónimo dijo...

Te mandare a la Afip,y a Sadaic,por vender discos truchos