Son tiempos un poco tristes para el ambiente. Hace una semana velamos al "Negro" Ramón Salinas. Hace un par de días (7-04-09) circularon mails anunciando el fallecimiento de Nano Herrera.
Ramón Salinas fue integrante en los últimos años del Mar del Plata Jazz Ensamble, y tenía la extraña condición de comandar el respeto universal de sus colegas. Su estilo sobrio pero eficaz solía ser elogiado y comparado con el el de Dexter Gordon, pero el Negro no imitaba a nadie. Simplemente tocaba con su don de musicalidad y su formación temprana como músico integral. Su postura era la del músico entrenado, y aunque desconozco cuál fue su introducción a la música, tiene que haber sido formal. Recuerdo que siendo yo muy jóven, cuando me ganaba unos pesos como músico semi-profesional, lo veía actuar con los grupos de Armando Blumetti, para el que también hacía arreglos. En esos días de "Armando Blumetti y sus Estrellas" su ladero era el trompetista Vargas, y entre los dos lograban un sonido impactante aún tocando temas banales de la música comercial de la época. Cuando tenían la más mínima oportunidad de tocar jazz, lo hacían...y entre los dos, Salinas y Vargas, investigaban lo último de jazz de esos días. Siempre cuento que tocaban "Nica's Dreams" a los pocos días de que se conociera el disco de George Shearing en el país en la década del '60. En algún momento dejó de tocar en las bandas bailables de Blumetti para acceder a un atril de contrabajo en la Orquesta Sinfónica local, mostrando una vez más su flexibilidad y habilidad musical. Fue luego de jubilarse de la orquesta, que se dio el gusto de tocar exclusivamente jazz con Jazz Ensamble. Nunca pude ser amigo cercano de él, pero era una de esas personas que siempre saludaba con admiración.
Nano Herrera fue un difusor y militante del jazz porteño que podría ser un personaje de Cortázar (se sabe que el encuentro entre el escritor y el Gato Barbieri fue gestionado por él). De enorme contextura física, era infaltable en cualquier ocasión de importancia que involucrara músicos extranjeros o locales. Llevó adelante una permanente tarea docente a través de sus programas de radio, cuidando de dar aire a todos los movimientos dentro del género, tanto las variantes experimentales como las de la más antigua tradición. Nunca olvidaré las dos veces que Nano me invitó a su programa, a propósito de difundir grabaciones de nuestra banda "Viva Buddy Bolden", cuya propuesta, justamente por reunir los extremos de los estilos, lo divertía enormemente. Cada vez que se repetía al aire ese programa que estaba "enlatado" para su entrega a diferentes emisoras, Nano se ocupaba de que lo supieramos. Era un invitado permanente a nuestro Festival en Abril, y este año lo extrañaremos enormemente.
Chau Nano,...gracias por tu humor y tu emblema.
Ramón Salinas fue integrante en los últimos años del Mar del Plata Jazz Ensamble, y tenía la extraña condición de comandar el respeto universal de sus colegas. Su estilo sobrio pero eficaz solía ser elogiado y comparado con el el de Dexter Gordon, pero el Negro no imitaba a nadie. Simplemente tocaba con su don de musicalidad y su formación temprana como músico integral. Su postura era la del músico entrenado, y aunque desconozco cuál fue su introducción a la música, tiene que haber sido formal. Recuerdo que siendo yo muy jóven, cuando me ganaba unos pesos como músico semi-profesional, lo veía actuar con los grupos de Armando Blumetti, para el que también hacía arreglos. En esos días de "Armando Blumetti y sus Estrellas" su ladero era el trompetista Vargas, y entre los dos lograban un sonido impactante aún tocando temas banales de la música comercial de la época. Cuando tenían la más mínima oportunidad de tocar jazz, lo hacían...y entre los dos, Salinas y Vargas, investigaban lo último de jazz de esos días. Siempre cuento que tocaban "Nica's Dreams" a los pocos días de que se conociera el disco de George Shearing en el país en la década del '60. En algún momento dejó de tocar en las bandas bailables de Blumetti para acceder a un atril de contrabajo en la Orquesta Sinfónica local, mostrando una vez más su flexibilidad y habilidad musical. Fue luego de jubilarse de la orquesta, que se dio el gusto de tocar exclusivamente jazz con Jazz Ensamble. Nunca pude ser amigo cercano de él, pero era una de esas personas que siempre saludaba con admiración.
Nano Herrera fue un difusor y militante del jazz porteño que podría ser un personaje de Cortázar (se sabe que el encuentro entre el escritor y el Gato Barbieri fue gestionado por él). De enorme contextura física, era infaltable en cualquier ocasión de importancia que involucrara músicos extranjeros o locales. Llevó adelante una permanente tarea docente a través de sus programas de radio, cuidando de dar aire a todos los movimientos dentro del género, tanto las variantes experimentales como las de la más antigua tradición. Nunca olvidaré las dos veces que Nano me invitó a su programa, a propósito de difundir grabaciones de nuestra banda "Viva Buddy Bolden", cuya propuesta, justamente por reunir los extremos de los estilos, lo divertía enormemente. Cada vez que se repetía al aire ese programa que estaba "enlatado" para su entrega a diferentes emisoras, Nano se ocupaba de que lo supieramos. Era un invitado permanente a nuestro Festival en Abril, y este año lo extrañaremos enormemente.
Chau Nano,...gracias por tu humor y tu emblema.
2 comentarios:
Hola Esteban:
Sos vos? Si, no puede ser otro. Me alegro tanto de confirmar lo que vi en aquel chico de 14 años y físico de 18,que, hace ya mucho , mucho tiempo,empuñaba una vieja corneta, era sin duda un ser con alma y talento de músico. Me complace saber que seguís en el camino.
Cariños
Selva
Selva....¿o Cyrce? Gracias por aparecer...recién veo tu comentario. Algún dia haré una entrada sobre aquellos días en que intentaban entrenarme. Busqué tu blog pero no pude encontrar tu mail. Ya nos encontraremos.
Esteban
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