El martes 15 hicimos una segunda tocada de "Creer o Reventar" en la sede de la muestra. Quizás no era el mejor día ni hora, pero yo quería aprovechar la presencia de Valentin Garvie, que está en Mar del Plata para su visita anual, cuando huye del frío en Frankfort. El pobre Valentín volvió a soplar el trombón con el que nos acompañaba en los días de Viva Buddy Bolden, y que no toca nunca salvo para sumarse a nuestros proyectos cuando anda por acá. Pero también participó con su trompeta y flugelhorn, donde puede mostrar su verdadera capacidad. En estos años ha crecido en contundencia técnica, y además ha tenido oportunidad de hacer más gigs de jazz, por lo que su vocabulario jazzero se ha afirmado. Inicialmente los demás estábamos un tanto inhibidos por su presencia, pero a poco de largar se estableció esa extraña confianza que siempre hemos tenido haciendo música, que creo que se extendió al grupo. La "obra" tiene la virtud de cambiar cada vez que la tocamos, y por su estructura da lugar a que haya novedades cada vez. Todavía queda mucho margen para introducir modificaciones en la forma, y se suma la característica de la improvisación del jazz en la posibilidad de inventar espontáneamente versiones diferentes. Probablemente la inclusión de invitados potencie esa posibilidad.
miércoles, enero 16, 2008
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