Hace unos días, Lucho Monte, el baterista de lOs cArLiTos, (y de varios grupos más), sugirió que hagamos un tema llamado T & T de Ornette Coleman. Se trata de una larga exposición del baterísta, que se pasea por ritmos que básicamente suenan africanos y de a ratos orientales. Ornette y Don Chery lo interrumpen un par de veces al comienzo y al final con una interjección melódica, muy corta, pero extraña al oído. Me pasé varios día intentando transcribirlo pero chocando con un muro de imposibilidad, que atribuí a mi mala formación en lenguaje musical. Pero Valentin me contó que Günther Schuller tabién lo intentó y fracasó. Es cierto, una vez hicimos una versión de "Una muy bonita" de Coleman, en la que intenté basarme en la transcripción de Schüller, pero que no me convenció. Parece que dijo que la música de Ornette se resiste a ser "occidentalizada"
Me parece que eso es muy cierto, pero también pienso que Ornette tampoco puede ser considerado ajeno a la tradición occidental, y del jazz en particular. De hecho muchos de sus temas reflejan los blues y tienen giros jazzeros clásicos. Por otro lado, es alguien que toca muy diferente de Charlie Parker. No se le nota para nada esa influencia, cosa que si sucede con casi todos los demás, aún me animo a decir, a John Coltrane.
Mi teoría es que Coleman fue, o es, un músico verdaderamente contemporáneo. ¿Pero, qué es ser contemporáneo?. Esa pregunta se la formula Giorgio Agamben, en un precioso artículo del 2008 llamado ¿Qué es lo contemporáneo?
https://ia801405.us.archive.org/29/items/agamben-que-es-lo-contemporaneo/agamben-que-es-lo-contemporaneo.pdf
Como todo texto de Agamben, no basta una sola lectura superficial como la mía para agotar su contenido, pero creo que puedo extraer algunas notas que aporta a mi cuestión con Ornette. Contemporáneo es el que se puede ubicar como a trasmano de su tiempo. Se me ocurre la figura de alguien se desmarca y toma una posición oblicua, no en línea con la tendencia de su tiempo. Desde ese ángulo novedoso, puedo "ver" la oscuridad de su época. También puede intuir su luz, pero esa luz todavía no le llega, es como la de la luz de las galaxias que retroceden. El mediocre se cree inundado de una luz epocal. Está convencido de sus ideales de época. Yo creo que eso se aplica a los que son verdaderamente innovadores en el arte, y en particular, en la música. Pero hay otra nota que se vincula con esa noción tan resbaladiza como la del tiempo. Agamben señala que el contemporáneo sigue en contacto con lo arcaico. En nuestros términos jazzeros, sería la "tradición", en el momento inaugural. Lo arcaico reúne dos términos griegos. Primero el kairos. Se trata de una noción no lineal, no cronológica del tiempo, que apunto a la trascendencia del momento. Es lo que Heidegger llamaría el ex-stasis del tiempo, de modo que no se ajusta a la estética trascendental de Kant. (perdón por la nerdeada). A ver, más simple. Sería esa experiencia del tiempo que no termina nunca, en la que uno se deja llevar perdiendo conciencia del reloj. La otra dimensión de lo arcaico, siguiendo una búsqueda etimológica, es el arjé que apunta al principio, al momento originario, a un big-bang de la idea, de un movimiento.
En fin, así son contemporáneos, Sócrates, Galileo, Freud, y qué sé yo, James Joyce, y...Ornette Coleman.
Se me acaba el tiempo de sacar esa frase de T & T