lunes, agosto 13, 2012

Eva Triguero

Sábado 11 Julio - Polo Norte - Eva Triguero acompañada por Eduardo Palomo (pno) y Sebastián DelHoyo (gtr)

Eva es hipermusical....no sé de que otra manera se puede describir su talento. Hay algo que va más allá de su buena técnica, su afinación perfecta y su sentido rítmico. Es una cualidad que distingue a algunos instrumentistas de buen sonido, y a pocos, muy pocos cantantes. No sé si tiene alguna designación en física acústica. Quizás no, porque debe ser algo que se articula con la subjetividad del cantante, con su deseo de cantar. Pero si tuviera que describirlo de alguna manera, es como si la voz estuviera sostenida por un hueco interno, como si fuera un tubo sutil que hace que adquiera cualidad de vuelo, de continuidad, de surco que avanza sin esfuerzo. Su leve vibrato no es un modo de disimular imperfecciones o insuficiencias, o de agregar adorno a una emisión chata y vulgar.
Un índice del respeto musical que inspira, es la calidad de sus acompañantes...conocidos y consagrados solistas que ya tienen su propio nombre como solistas. Estos dos, Eduardo y Sebastián te pueden llenar la cara de notas si quieren. Pero a ella la sostienen con delicadeza y austeridad.. Siempre pensé que hay una categoría de cantantes que son consideradas pares por los músicos, o que antes que cantantes, son músicas. Como el caso de Billie Holliday, que siempre fue admirada por los mejores instrumentistas de su época. Tengo algunos otros nombres en mi cabeza, pero prefiero dejar sentada la categoría, antes de dar ejemplos.
Eva sabe que prefiero su repertorio latino-americano antes que sus versiones de temas pop, o de música celta.  Pero si ella los encara, me olvido del idioma, y me refugio en la pura calidad de la voz. Es más que suficiente para sentirse transportado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Espectacular Esteban!.

Como ya sabemos: Lo que Juan dice de Pedro, habla más sobre Juan que de Pedro. En este caso, lo que decís, evidencia tu sideral capacidad de percepción.

Mi condición de esposo me inhibe de un juicio imparcial así que entonces voy a comentar solamente algo de terceros.

En más de una oportunidad, he visto como cierta gente se le acercó a Eva no para elogiar sus aptitudes técnicas sino para transmitirle un parecer mucho más trascendente. La frase, siempre era idéntica, le decían simplemente: "Me conmoviste".

Eva tiene ese bendito e inexplicable Don de tocar la mayor sutileza la más profunda de nuestras fibras sensibles y hacerla estallar.

Lo único que supera a su propio talento es su inigualable humildad.

Muchas gracias Esteban por este elogio, Eva se lo merece.


Norberto Brocaioli