miércoles, junio 20, 2012

Documentos del jazz criollo.

Muy recientemente la discográfica Melopea de Lito Nebbia ha editado tres grabaciones históricas. De las tres la que más me interesó fue la dedicada al trompetista Rubén Barbieri. Este músico antológico, que parece que nunca pudiera desprenderse de que se lo nombre como "el hermano del Gato Barbieri" siempre fue muy respetado por sus pares. Recuerdo que Fats Fernández mencionaba que siempre consultaba cuestiones técnicas con el "Dr." Barbieri. Oriundo de Rosario, parece haber dejado su marca en los trompetistas oriundos de allí, como el mismo Gustavo Bergalli, y actualmente en Mariano Suarez. En los tempranos días en que comenzó a aparecer en escena, abrazó los rigores técnicos del jazz moderno, sobre todo en la claridad de emisión de sonido, rompiendo con la tradición de los músicos que encontraban en el hot jazz una excusa para disimular mala técnica. El disco reúne algunas viejas grabaciones de estudio en compañía de próceres como Rodolfo Alchourrón y del   "Negro" Gonzalez. Allí se nota una fascinación con la sonoridad plana de Clifford Brown, y quizás como un efecto de su enamoramiento, un exceso del mordente que usaba el genial bopero americano para adornar sus frases. No hay que olvidarse del esfuerzo de los pioneros de los años 50 y 60 por emular a los discos que llegaban a estas playas, aún  sin la formación que requería la nueva modalidad del género. La segunda mitad del disco está dedicada a las grabaciones efectuadas para la película "El Perseguidor", junto a su hermano Leandro. Estas tomas, extractadas de la banda sonora, sorprenden por la eficacia de los arreglos de Rubén. Datan del '72, y  ya muestran una maduración,  y la eliminación del pequeño vicio que entorpece las grabaciones anteriores. A poco tiempo de su fallecimiento,...¿en el 2008? Américo Bellotto me propuso que le hiciéramos un homenaje tocando "La Internacional" a dúo. Es que Ruben profesó una consistencia ideológica irrenunciable. Nunca lo pudimos hacer, de modo que me alegro de esta edición que lo recuerda.
El segundo CD es el album doble de Sanata y Clarificación, otro hito histórico de Rodolfo Alchourrón, que merecería un comentario aparte, porque muestra otro milagro de rápida adaptación criolla a las tendencias que se producían en N.York. Con el tiempo, el jazz-rock no ha envejecido bien, pero no deja de sorprender la calidad de los arreglos de Rodolfo (a quien tuve el enorme gusto de conocer) y de otros jazzeros que hoy siguen activos como Santiago Giacobbe, y Bernardo Baraj y Alfredo Remus.
Por último, la re-edición de la grabación en vivo de Quinteplus, da una oportunidad de testimoniar el despegue técnico de Gustavo Bergalli, que inevitablemente debió seguir su carrera en el exterior, la excelencia de Ricardo Lew, y la tierna memoria del Pocho Lapouble, y otros. Todos gladiadores de nuestro jazz que hicieron una gesta que pone en deuda al movimiento actual.
Muchas gracias nuevamente al "Negro" Gonzalez y sobre todo a Lito Nebbia por estos tesoros.

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