La temporada de verano del 2009 arrancó con perspectivas dismunídas para los músicos de jazz en Mar del Plata. Sobreviven Orión y Dickens con sus propuestas habituales, pero no se anuncian los habituales ciclos de Villa Victoria y Plaza del Agua que habitualmente nos mantenían en actividad. Hubo un espacio nuevo que se inauguró, sin embargo, del que daremos cuenta en lo que sigue:
Jueves 8 de Enero. Bendito Z Eres. Centro Cultural Sta. Cecilia. El grupo coral "arreglado" y dirigido por Ulises Zamudio vovlió a invitarme para su presentación en un espacio que parece adosado a la capilla de la escuela Sta. Cecilia. El grupo volvió a desplegar sus canciones cuyas letras hablaban del amor pasión y de amantes con el marco de severas imágenes religiosas y vírgenes de yeso. El lugar era pequeño, y esta vez el grupo pudo cantar con liviandad y ante un público amistoso y atento.
Lunes 12 de Enero. Felix Barone, Martin De Lassaletta, E.Garvie. Café Ivo.
Aquí la novedad anticipada. Félix, con su acostumbrada pasión por la gestión, logró inventar un nuevo espacio para el jazz, armando un ciclo deniminado "Encuentro de Jazz Moderno", al que ha invitado a casi todos los tocadores locales. Si bien el Café Ivo funciona hace mucho con espectáculos, habrá que colaborar entre todos para crear un público que venga específicamente a escuchar jazz, y que esté dispuesto a pagar. ¡No cotizamos muy alto en el mercado últimamente!
De todos modos fue un placer tocar nuestro repertorio de standards tranquilos junto a Daniel que está cada vez más afilado en ese terreno, y Martín que ya puede encarar cualquier material de ese tipo sin necesidad de ensayo. Es que uno de los elementos necesarios para tocar lo que irónicamente llamo "jazz aburrido" es conocer los códigos que hacen a la posibilidad de tocar juntos por primera vez como si se hubiera ensayado toda la vida. Para sentarse a la mesa de póker hay que tener claras algunas reglas básicas.
De todos modos fue un placer tocar nuestro repertorio de standards tranquilos junto a Daniel que está cada vez más afilado en ese terreno, y Martín que ya puede encarar cualquier material de ese tipo sin necesidad de ensayo. Es que uno de los elementos necesarios para tocar lo que irónicamente llamo "jazz aburrido" es conocer los códigos que hacen a la posibilidad de tocar juntos por primera vez como si se hubiera ensayado toda la vida. Para sentarse a la mesa de póker hay que tener claras algunas reglas básicas.
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