El domingo 26 de Octubre tuvimos la rara visita de alguien que está en estos momentos en la cresta de la ola del jazz americano y europeo. Quizás porque todavía es muy joven y tiene ganas de salir de gira a lugares exóticos, o porque quisiera recorrer lugares que tuvieran relación con sus antecedentes latinos, Esperanza Spalding, una belleza afro-latina tocó en nuestra ciudad, luego de visitar Buenos Aires y Neuquén. Yo la vengo siguiendo desde hace un par de años, por las transmisiones de la BBC, donde viene adquiriendo cada vez más presencia. Ha trabajado como integrante de los conjuntos de los jazzeros de primera línea. Creo que la primera vez que la escuché tocaba con Joe Lovano. Paralelamente va estableciendo su carrera como líder y solista, apoyándose en su doble carácter de vocalista e instrumentista. Simplemente verla tocar el contrabajo es revelador. Pareciera que el instrumento la hiciera bailar a ella, en una especie de articulación que recuerda la de una pareja de baile. Con absoluta independencia, canta líneas melódicas intrincadas y de muy amplio registro. Ocupa el centro de la escena de un modo tal que sus músicos acompañantes, todos de muy buen nivel, quedan enclipsados. Además, desde el lugar de primera fila pero debajo del escenario, los pobres muchachos quedaban tapados por sus instrumentos. Su musicalidad fluye con tanta intensidad, que se borran las marcas de la formación berkleesera. Los únicos rastros que parece haberle dejado el paso por la célebre fábrica de músicos de Boston es cierta predilección por los tiempos compuestos y complejos. Pero su ejecución es tan natural y suelta, que uno casi no percibe su alejamiento del clásico 4/4.
El local estaba plagado de músicos....supongo que ellos como yo sentían esa mezcla de admiración y envidia frente a tanto talento.
El local estaba plagado de músicos....supongo que ellos como yo sentían esa mezcla de admiración y envidia frente a tanto talento.
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