El Jelly Roll Trío ha tenido mucha suerte en su corta vida. Es la tercera vez que ha sido invitado a participar de festivales donde ha compartido el escenario con otros grupos y musicos de excelente nivel. En esta oportunidad nos convocaron los muchachos de la Sureña Jazz Band, que reúne músicos del Alto Valle de Rio Negro y Neuquén. Se reúnen desde ciudades cercanas como Neuquén y Cipolletti, pero también de Centenario, que queda a unos 200 kms de donde son la mayoría de sus integrantes. Forman un conjunto típicamente dixieland, de aquellos que nutren el movimiento en lugares del interior como La Pampa, Bahía Blanca o Córdoba. Alguna vez un comentarista porteño criticó despectivamente la preponderancia de los grupos tradicionales en el interior. Se olvida que son estos núcleos de militantes del jazz que abren la huella a que el género se establezca en zonas áridas en el sentido jazzísitico. Liderados por Martin Torres (clte) y Javier Krummer (tpta) han logrado en poco tiempo una evolución notable que la ponen en un nivel de igualdad con los buenos conjuntos del género. La línea de vientos se completó con la invitación al trombonista bahiense Luis Pascal Mexandau. Es te joven con nombre apropiadamente creóle es producto de la experiencia de banda infantil de jazz que llevó adelante el fallecido Tito Piqué. Fue una gran alegría verlo en plena actividad, además de ser una reinvidación de los esfuerzos del recordado Tito.
La impronta entusiasta de estos músicos es una mística que les permite afrontar dificultades que voltearían a cualquier conjunto porteño. Éste es el segundo festival que lograron montar los muchachos de la Sureña, en la que volvieron a participar Juan Ignacio Caíno, Adrián De Filippo y Alejandro Beelman, como integrantes del CDB Trío. El trío se completa con un cuarto elemento Laly Arias, infaltable en las producciones musicales de Juan Ignacio. La figura que en esta oportunidad estuvo ausente fué Guillermo Lancelotti Izquierdo, un trompetista que animó los primeros pasos de La Sureña, y que en cierta forma vinimos a reemplazar con nuestro JRT, ya que adoptamos un formato de trompeta, banjo y contrabajo que él inauguró en España, donde reside actualmente. La otra banda que completó el programa fue el Grupo de Jazz de la Fundación Patagonia, integrado por músicos de nivel profesional que son subvencionados por ésa fundación para desarrollar su arte con libertad. Fué una sorpresa encontrarnos con un combo que aborda standards de jazz dentro de una corriente moderna que requiere una formación musical avanzada.
Hay que destacar el apoyo de los familiares, amigos y allegados de La Sureña, que con una dedicación conmovedora colaboraron en proporcionar toda la ayuda necesaria para llevar adelante a pulmón una aventura semejante. Los agasajos y las atenciones de las que fuimos objeto nos llenaron de alegría y agradecimiento.
1 comentario:
Ponga alguna foto...viejo
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