jueves, enero 19, 2006

Un poco más sobre Aníbal y otras ausencias.

(Aclaración: Esta entrada volvió a circular en Abril/Mayo del 2023 gracias a un posteo en Facebook de Carlos Schettino que lo rescató. Lo que relato a continuación correspondería aproximadamente al año 1962. Observé que contenía algunos errores y datos que requerían actualización, cosa que hice en los comentarios de Facebook. Hoy (10/5/2023) lo voy a editar corrigiendo y agregando datos)

 A propósito de el fallecimiento de Aníbal Betinotti, seguí rumiando acerca de recuerdos tempranos que datan de cuando tenía 16 años y recién me acercaba a la música. Quizás haya experiencias que sellan un destino. Me acordaba de aquellos poquitos ensayos que presencié de pibe en una casa cerca de la estación Florida, de una banda que en aquel tiempo se llamaba “Los Santos Lugares Stompers”. La casa era la de los padres de Alejandro Winkler (†), un adorable personaje que luego siguió activo en la Eureka Jazz Band,  y lugo en la  Delta JB. Como tubista poseía un  envidiable sentido rítmico. En aquel momento estaba tocando corneta, y en mi recuerdo quedó impreso la imagen visible y sonora de una reencarnación de Ed Allen. Aquel día llegué ahí de la mano de Dicky Canci(†) , que me había abordado espontáneamente en la estación Quilmes al verme parado parado ahí con un estuche de trompeta. Luego de un largo viaje en tren al norte, me encontré en medio de aquel ensayo que selló mi relación con la música. Ahí estaba Anibal, que tocaba con una aparente solvencia que me hacía pensar que era un Menuhin del banjo. El ensayo era comandado con una energía proverbial desde el piano por Carlos Borsalino(†) . Nunca podré olvidar la imagen de este joven líder que tocaba con la cabeza girada hacia la banda, y se acompañaba con ambos pies en rítmico unísono. Los otros dioses olímpicos que desplegaban su artes prodigiosas en aquella escena eran Saúl Lottemberg (†) en tuba, y Horacio Schere (†) en clarinete y saxo soprano. En realidad el clarinetista que se destacaba era un delgado y sinuoso muchacho, Gustavo Meilij.  de quien sólo supe que al tiempo dejó de tocar y ejercía la abogacía en una ciudad del litoral.. Escucharlo aquella vez fue hacerme estallar en la cara el impacto de Johnny Dodds resucitado en S.O.L blues, mucho antes de haber podido escuchar alguna grabación de los Hot 7. Otro músico que participaba de los ensayos de los Santos Lugares JB era el trombonista Sergio Tamburri(†) que luego compartió la fundación de la Porteña JB. (Gracias a un comentario que me hizo en este mismo posteo en 2006 pude hacer las correcciones con las que modifiqué este texto). 
Al poco tiempo mi joven almita perpleja luchaba con la paradoja de que Borsalino, que había pasado a crear la Eureka Jazz Band, se moría de leucemia. Vuelvo a mis preguntas sobre el limbo, y pienso que a lo mejor mucho de lo que esos muchachos hicieron, encontró alguna continuidad en algunos de mis proyectos. Ofrendo mi agradecimiento hacia todos ellos, y quisiera ser optimista, y pensar que algo de lo que hago hoy pasará a fluir en otros corrientes. Quien sabe.

2 comentarios:

FERIO ESPINOSA dijo...

A pesar de no haber solicitado permiso para exportar este comentario sobre Anibal Be tinotti,en un rasgo de prepotencia muy acorde con mi personalidad y tal vez por la edad,me tome el atrevimiento de incluir este escrito, en una semblanza sobre El Caballo,que sera publicado en la Revista Stomp.Por supuesto que mencione la fuente donde obtuve el mismo.En cuanto a que hubiera ocurrido si te juntabas con el, pudo ser interesante el encuentro de tan diversas personalidades MMMMM.......

Unknown dijo...

Estimado Esteban, mi nombre es Sergio Tamburri, ex trombonista y co-fundador de La Porteña Jazz Band, y buscando informaciones sobre los Santos Lugares Stompers, que Borsalino y yo fundamos a fines de los 50's, me he topado con tu articulo, lo cual me dio' inmensa satisfaccion el leer algo sobre mi primera banda. Tenia 17 años. Me gustaria darte algunos datos, porque' hay algunos errores y omisiones en tu articulo. Por supuesto no me mencionas, como tampoco mencionas a Gustavo Meilij (clarinete), Alberto Cambas (trompeta), y otros que ni me acuerdo mas el nombre. Tengo unas grabaciones de la banda, y a veces me pongo nostalgico al escucharlas.
Schere nunca integro' los Santos Lugares Stompers.

Borsalino se llamaba Carlos, y Horacio Schere entro' en mi vida unos años despues cuando integro' la Porteña Jazz Band, de la cual fui' fundador junto con otros musicos (Norberto Gandini, Tito Romero, Carlos Balmaceda, y el chileno Espinosa (si mal no recuerdo nuestro primer encuentro en el Bar Callao, alli' por el año 1963.

Un abrazo,
Sergio Tamburri
sergiotamburri2008@gmail.com
Houston, Texas

Ps: Estoy comunicandome con Norberto Gandini (hoy mismo le mande' un email) que vive en El Bolson.

Con la Porteña Jazz Band grabe' los primeros 6 LPs. Luego me fui' a Brasil con Claudio Gabis de Manal y alli' me quede'. Grabe' un par de discos con la Traditional Jazz Band en Sao Paulo (Brasil) con la cual toque' trombon por unos 3 años. Hicimos dos giras por USA con buen exito en los años 73 y 75. Tocamos en varias ciudades. Las dos veces en el New Orleans Jazz & Heritage Festival. Linda epoca.