jueves, enero 11, 2018

Hola 2018

Retomo este blog un tanto abandonado. Lo hago ya en los inicios del año 2018, luego de atravesar las movidas aguas de las fiestas. El festival de jazz de ICM se celebró durante la segunda semana de diciembre 2017, o sea muy cerca del fárrago de fin de año. De modo que no hice ningún comentario al respecto, y tampoco podré hacer un recorrido detallado de esos cinco días intensos. Lo que rescato principalmente es que se logró una oferta de muy buena calidad con recursos mínimos. No hubo ningún apoyo oficial salvo el de facilitar el Teatro Colón. También podría agregarse que se habilitó la participación de los organismos orquestales, (Orquesta Sinfónica y Banda Municipal), aunque no estoy seguro si ello fue debido a que éstos ya tenían fechas programadas en los días del festival, de modo que se los integró en la programación. 
Hubo participación internacional con la actuación de Luis Perdomo que presentó un trío que incluía a Rudy Royston (drs) y a Mimi Jones (bass), dos músicos que conocí previamente cuando viajé a Nueva York.  Los tres fueron magníficos, y se brindaron con mucha generosidad a ofrecer un taller y a participar en los jam sessions. También nos visitó desde USA  Logan Stroshal, gracias a la invitación de Julián Maliandi, ya que fueron compañeros cuando Julián cursó en la New England School of Music. Hubo participación de reconocidas figuras nacionales como Juan Cruz Urquiza, Ernesto Jodos y Pablo Ledesma, pero el grueso de la programación se estructuró con nuestros grupos locales. 
La experiencia de autogestión de ICM me sigue maravillando. Aún con dificultades e imperfecciones, sigue siendo una muestra notable de organización alternativa. La fuerza colectiva de sus miembros es una prueba de que hay otras formas de asociación con las que se pueden resultados gratificantes y sorprendentes.
¡Es que me desvela que podamos encontrar nuevas formas de hacer lo común!

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