lunes, diciembre 15, 2014

Don Adolfo.

30 de Octubre 2014 - Acto de imposición del nombre Adolfo Ábalos al Instituto del Profesorado de Arte- Teatro Auditorium.

Está por cerrar el año, y han sucedido varias cosas dignas de haber sido consignadas. Tuvimos del 3 al 7 de Diciembre la edición anual del festival de jazz organizado por ICM, nada menos. Fueron cinco días cargados de presentaciones, clínicas, eventos paralelos. En realidad pasaron demasiadas cosas para que las pudiera comunicar, y sucede que tengo atrasado una entrada sobre el acto en que se otorgó el nombre de Adolfo Ábalos al IPA (Instututo del Profesorado de Arte), un lugar donde estudia toda una cohorte de futuros músicos y bailarines marplatenses, y donde enseñan muchos amigos y amigas.

A ver si puedo explicar porqué me parece importante honrar al nombre de Adolfo Ábalos. Eligió a nuestra ciudad para vivir con su familia, cerrando la última etapa de su vida artística tan intensa. Recuerdo que numerosas veces lo veía sentado cerca del escenario cuando yo tocaba con diferentes grupos. Siempre trataba de ir a su mesa para agradecerle la presencia. Él aceptaba mis palabras con cierta sencillez adusta, y respondía siempre con esa modestia que caracteriza a los caballeros de su provincia. Alguna vez pude contarle que mi madre inglesa usaba la colección de las "30 danzas Argentinas" para dar clases de danza en mi casa ubicada en un enclave de vecinos extranjeros angloparlantes. Auxiliada por las explicaciones que acompañaban el álbum de los discos de pasta, enseñaba los bailes folklóricos intercalándolos con los de su especialidad, la danza clásica.

Yo creo que los Ábalos forman parte de una cohorte de familias notables, entre los cuales podemos mencionar a los Chazarreta, los Farías Gomez, los Carabajal. Ellos, junto a otros más individuales como Atahualpa o el Cuchi, han dotado a nuestro país de una música que es realmente popular, accesible para todos, tanto en su apreciación como en la posibilidad de participar colectivamente, tocando, cantando o bailando. Es un legado precioso para un país, para nuestros hijos y nietos, y no sé si es suficientemente valorado. Hay que haber vivido afuera del país, (como me tocó por varios años)  para poder apreciar lo valioso de ese acervo.
Adolfo era una ser especial, que valoraba la música en una dimensión universal. Ya creo haber mencionado su amistad con Enrique Villegas y Horacio Salgán, con el que formaba una suerte de clan autodenominado "Los Fijos" (Fijos, acrónimo de Folklore, Improvisación, Jazz, Objetividad, Surrealismo). Adoraba el tango, al que contribuyó como autor de varias páginas, y apreciaba el Jazz, al que también podía interpretar con solvencia al piano.

Cuando se cumplieron con las formalidades de un acto escolar de nominación, se desplegó un recital de música que nunca podré olvidar. Fiel a la tradición familiar de don Adolfo, participaron todos sus hijos e hijas, junto a músicos amigos y colegas del IPA, y figuras como Marian Farías Gomez y Luis Salinas. La velada concluyó con una especie de jam session folklórica que hizo rugir al público. 

lunes, octubre 20, 2014

Dos dúos

Viernes 17 /Oct. - Bodega del Auditorium- Ernesto Snajer y Luvi Torres

Sábado 18/Oct.- Alianza Francesa - Victoria Gianera y Julia Sanjurjo


Fue una coincidencia que en el mismo fin de semana se presentaron dos dúos, que aunque abordaran géneros distintos, tenían el mismo formato de instrumentista y cantante.


La Bodega del Auditorium estaba colmada el viernes pese a la poca difusión. Por cierto que era un regalo poder escuchar a este dúo gratis, gracias a la gestión de Fernando Rodriguez de la Secretaría de Cultura de la UNMDP.   La propuesta podría enmarcarse dentro de un post-folklore, aunque quizás mantenga vigencia aquella denominación del Chango Farías  Gomez de música MPA (Música Popular Argentina) Ernesto Snajer  ha desarrollado toda una técnica en el uso del sonido procesado pero con una economía y discreción que lo deja a salvo del mal gusto. En los momentos en que encara un solo improvisado despliega un fraseo ágil y fluido.
Luvi Torres luce en el escenario casi frágil y etérea, pero su gesto musical es fuerte, y su voz tiene una cualidad terrosa que sorprende. Se acompaña frecuentemente con bombo y caja peruana, y tiene esa cualidad espontánea de los talentosos. Parece muy joven. Se me ocurre que con un poco de maduración podrá lograr la participación del público de un modo   menos escolar, y ya no necesitará enfatizar la simpatía que posee naturalmente

El sábado en la Alianza Francesa fue ocasión de escuchar música más académica, dentro de los parámetros inaugurados  en el Siglo XX . Allí los compositores fueron Gandini, Debussy, Ives y Messian. Toda una fiesta para quienes tenemos interés en escuchar música más cercana a nuestros tiempos.  El apellido Gandini me genera reverencia. Dos hermanos, ambos geniales,  bifurcaron en músicas y vidas totalmente opuestas.  Se escuchó una obra de Gerardo, el músico formal y vanguardista.  Composición que parecía una sucesión de intervalos que por su lejanía resultaban difíciles de reconocer, dificultad incrementada por zonas de dudosa afinación del piano de la Alianza.  Luego los Images de Debussy. Compuestas mucho antes (1905) que la sonata de Gandini, daría la sensación que la música del francés añeja mejor. Por el programa de mano supimos que Alicia Gianera nació en 1995, dato que resulta algo perturbador (el año en que Gandini compuso su sonata)...a los 19 años, semejante maestría intimida.
Charles Ives y Olivier Messiaen proveyeron el material que abordó Julia Sanjurjo. Ahí se pudo apreciar. en el marco más adecuado, la formación musical que hace que nos haya sorprendido tanto cantando standards. No es justo decirle que abandone el campo de lo llamado "popular", pero, ¡que placer es escuchar su solvencia para interpretar música que no perdona la impericia!.  Igualmente voy a hacerle una pequeña crítica. Su pronunciación es tan buena que genera un efecto paradójico: magnifica los pequeños errores de dicción, al menos en inglés. No puedo opinar del francés, soy lego, pero me pareció convincente.

martes, octubre 14, 2014

El polo opuesto

10 de Octubre - Bar La Guagua - Pablo Ledesma (spr.sax) / Martin DeLassaletta (db.bass)

El horario que siempre me pareció más apropiado para tocar es el de la tardecita...y creo que debería ser el más conveniente para un público más interesado en lo artístico que en lo social. Pero no eran las 7 pm (cuando se había convocado a las 6 pm) y no había más que un puñado de amistades en un bar que ni siquiera había abierto a la hora anunciada. Eventualmente arrancó el set, y entonces sólo fue importante la música. Aquí el modelo fue diametralmente opuesto al que ocupó mi post anterior.
Pablo Ledesma hace tiempo que ocupa un lugar importante en la escena del improv , trascendiendo nuestras fronteras, ya que participa con los principales referentes de la escena europea. Según cuenta, el movimiento se encuentra en cuarto menguante en europa, aunque está lo suficientemente establecida como para mantener un nivel de actividad que lo mantiene vigente. Pese a sus variantes, sigue siendo una escuela que contradice radicalmente el gusto corriente, y requiere del auditorio una escucha activa. Si la expectativa es adocenarse en una referencia a lo conocido y habitual, lo único que puede producir es rechazo.  
El dúo de saxo soprano y contrabajo también presenta  una aparente contradicción. Se trata del instrumento más pequeño de las cañas, con el más grande de las cuerdas.  Pero el contraste tímbrico que implicaría complementación entre agudos y graves, se complejiza cuando los sobretonos que puede producir el saxo soprano se entrelazan con los armónicos que puede  generar el noble gran encordado.
Pero lo importante a destacar en un dúo semejante, es su forma de dialogar. Martin DeLassaletta es un artista. Agrega sensibilidad a cualquier contexto en la que participa, pero es en la improvisación libre donde muestra su mayor flexibilidad.  Aún utilizando los recursos más extremos en términos de técnicas extendidas, no se pierde en un devaneo individual, sino que siempre está conectado con el acontecer compartido.
Los sonidos se cruzan, se separan, se juntan en una danza que genera imágenes coreográficas. A veces hay una distancia máxima en lo que cada gesto propone, y otras veces se coincide en sincronía. Es interesante que el dúo no se encierra en una premisa dogmática que puede prevalecer en este tipo de música, como la de oponer sistemáticamente lo que propone el otro. Hubo momentos en que se tocó dentro de un marco totalmente tonal, melódico incluso. El instrumento intervenido de Martín podía estar susurrando de un modo casi a-interválico, mientras el frulatto de Pablo acompañaba como si fuera un de palo de agua. Había entonces un encuentro que conciliaba con la expectativa común.
Ahora bien, está establecido que la música improvisada ya no se siente tributaria del jazz, aunque la  consigna de la improvisación los sigue emparentando. ¿Cuál es el obstáculo que me impide abrazarlo como mi modo de interpretación excluyente?- Un problema es que es heredera de una tradición estrictamente occidental y europea. Podrá aludir a otras músicas del mundo o étnicas, pero quiebra el eje que une al jazz con África. Hay una prescindencia del pulso. Podría decirse que el oyente puede generar la percepción de una suerte de supra-pulso, como una corriente subterránea que no se explícita, pero eso exige del receptor un ejercicio intelectual. Hay una disociación típicamente eurocéntrica con el cuerpo. Por supuesto que hablo de mi sensibilidad personal. Nada invalida las múltiples formas en que puede concebirse la música. 
  

sábado, octubre 04, 2014

Música a la carta.

4 de Octubre - Calle Melancolía Bar Cultural, Tandil - Fernado Ceroli -"Música a la carta"

Aprovechando una escapada de fin de semana a la ciudad de Tandil, tuvimos  oportunidad de ir a escuchar a Fernando Ceroli, que actuaba en la ciudad que lo vió nacer.. Fernando es un viejo amigo que conocimos en tiempos de la Facultad de Psicología. Su historia es curiosa. Se recibió de psicólogo sobre el final de los '70,  en los tiempos bravos en que la carrera vió su cierre. Nunca quiso ejercer, prefiriendo combinar su actividad de guardavidas con las de vendedor de libros. En los comienzos de los '80, cuando todavía regía la dictadura, decidió irse del país.. Había estudiado piano de chico, aunque no había tocado mucho desde su adolescencia. Recaló en Mallorca, donde empezó tocando con grupos pero gradualmente fue adaptándose al mercado turístico y presentándose solo con sus teclados. Poco a poco fue adquiriendo las habilidades de piano bar y convirtiéndose en un maestro del género. Finalmente se estableció en el mercado de los cruceros de lujo, actividad que continuará un tiempo, aunque pareciera que de a poco quisiera ir regresando a nuestras costas y establecerse en Mar del Plata. Ahora cuenta con un repertorio inmenso...en un número que supera el mil, y que ofrece a sus oyentes a modo de menú para que elijan la canción o el género de su elección. 
La noche se presentaba fría y lluviosa en Tandil, pero poco a poco el bar se fue poblando de público. Arrancó con dos temas de Morton, como gesto de cortesía por nuestra presencia, pero luego se paseó tocando y cantando por donde lo llevó el capricho del público. Pudo satisfacer los pedidos más inverosímiles, y  por lo tanto generaba un clima participativo y festivo, donde algunos bailamos y todos cantaron. O sea la estrategia opuesta a la que empleamos los jazzeros, especialmente los que gustamos de someter a los que nos van a escuchar con nuestras extravagancias experimentales. Todo bien, es una forma necesaria de ejercer el arte....pero después no nos quejemos de que no ganamos un mango. Es una elección, y conlleva la responsabilidad de asumir su costo. Me niego a hacer una defensa romántica de nuestra postura. Al mismo tiempo sepamos valorar el oficio de quien se gana la vida dignamente con la música popular, y que lo hace con destreza e inteligencia. 

domingo, septiembre 21, 2014

Kenny Wheeler RIP

Conservo esta imagen, como si fuera ayer, de una tarde en Londres, hace unos 25 años. Un pub suburbano, un lugar nada especial, con un ciclo organizado por un guitarrista poco talentoso pero obstinado en generar ocasiones para tocar con músicos importantes. Ese día el convocado era Kenny Wheeler. Siendo poco presuntuoso no desestimó la invitación, y de todos modos era en el sector este de la ciudad, no demasiado lejos de donde vivía. Entonces atravesó la primera parte del un set de standards previsibles y remanidos. Que el grupo anfitrión fuera mediocre, no impidió que él pudiera agregar su toque de maestría. Su sonido inconfundible, dulce pero preciso, su construcción melódica siempre aparentemente sencilla pero informada de su rica concepción armónica.Un ataque delicado, y en medio de un valle del solo en que parecía ralentizar su fraseo, un agudo imprevisible y desgarrador. Su despliegue técnico siempre desprovisto de espectacularidad. Si repentinamente alcanzaba un registro casi imposible para el instrumento, sólo lo hacía por una necesidad discursiva, nunca para exhibir destreza.
Y ahí estaba, acodado en la barra, tomando una pinta mientras que alguno de los punteros le daba charla. Y yo sentado en la mesa, sintiendo embarazo y vergüenza por mi deseo de acercarme y hablarle, y no teniendo el coraje de hacerlo. 
Se ha muerto mi ideal de músico. Tenía 84 años....creo que una buena vida. Al menos era respetadísimo por el ambiente musical europeo. Nada dura para siempre...su partida me lo recuerda con un golpe que no deja de tener cierta crueldad. Chau Kenny...gracias. Aún sin conocernos, te he querido.

https://www.youtube.com/watch?v=RBRumrdDil8

https://www.youtube.com/watch?v=F5ZjcLkaTmg

miércoles, septiembre 10, 2014

Tolstoi y el jazz tradicional II

Apenas habría cumplido los 16 años cuando me condujeron a la mesa de un bar porteño a conocer a Guillermo Forn y Puig, el "faraón" de la Guardia Vieja Jazz Band. Ahí recibí la bendición de poder empezar a ensayar con aquella histórica agrupación. Pero había otra figura fantasmática que sobrevolaba la escena de los jazzeros tradicionalistas. Se trataba de Kacho Rodriguez Jurado, el mítico iniciador del movimiento, a quien también me presentaron al poco tiempo, creo que en un bar de Belgrano. Él estaba de visita en Bs. As, ya que se había radicado en Mendoza, donde también había inducido al estilo primigenio a los músicos del Mendoza Hot Jazz Band. Para mi frágil adolescencia era como que me expusiera a la presencia del Papa, o de un gurú sagrado de la India. El próximo encuentro con él fue en 1972, cuando se apareció en Mar del Plata con un remanente de la GVJB y su Omega Brass Band. Ese evento marcó lo que se llegó a llamar la "segunda ola" del movimiento marplatense. 
Kacho se llamaba así, con K, por sus antecedentes de boxeador. Entre sus complejas contradicciones, había practicado ese deporte cuando pertenecía a una familia patricia. Podía combinar expresiones de extrema ternura, con reacciones violentas. Fueron épicas sus disputas con los modernistas que crearon el Bop Club, con quienes podía llegar a las trompadas. Su personalidad tenía una cualidad fascinante, con la que ejercía toda la persuasión que emanaba de su carisma. Así convenció a toda una horda de jóvenes músicos que debían buscar las fuentes del "verdadero" jazz, y repudiar las expresiones decadentes de los vanguardistas. El "falso" jazz se habría impuesto a partir del año 1930, al abandonar sus raíces, la negritud, el espíritu colectivo, la sencillez. Louis Armstrong inicia la degradación de los orígenes al privilegiar a la figura del solista y el virtuosismo individualista. 
Combinaba su profesión de asistente social, con la de su militancia religiosa como pastor evangelista.  Su acción se fundaba en el pensamiento de Leon Tolstoi, con la que alineaba tanto su labor religiosa con su trabajo profesional, y su estética. El jazz debía permanecer sencillo, cerca de los spirituals y los blues en tanto manifestaciones del pueblo, y en particular del pueblo afroamericano oprimido. Esto lo conducía a interesarse en lo que llamaba el "pre-jazz", con un vector que apoyado en el folk negro, apuntaba hacia el África.  Tal como predicaba el escritor ruso, los valores de la música tenían que emanar de la sencillez del pueblo, y expresar ideales cristianos. De ahí que a su regreso a Buenos Aires, creó la Omega Brass Band, banda  que rescataba los spirituals convertidos en música callejera, que podía contagiar entusiasmo por donde apareciera espontáneamente en plazas o paseos. Además combinaba sus presentaciones con el trabajo social, porque el arte, el "verdadero arte" no debía ser "arte al pedo", sino que tenía que servir a un propósito superior.
Recuerdo a Kacho con aprecio, respeto y cariño. Por cierto que le debo agradecimiento. Pero desviarme de su dogmatismo tuvo todo el peso de caer en el pecado. Hoy puedo apreciar su legado, a la vez de entender porque tuve que liberarme de su influencia, como lo tiene que hacer, de algún modo, todo hijo de su padre. 

martes, septiembre 09, 2014

Tolstoi y el jazz tradicional.

 El pensamiento de Tolstoi tuvo que ver con mi iniciación en la música en mis tiempos de adolescente. No porque lo hubiera leído, cosa que recién pude hacer ahora, sino por mediación de un líder al quien se le puede adjudicar en gran medida el movimiento de jazz revivalista en Buenos Aires en el transcurso de la década del 50 y que se prolongó durante los '60. Repasemos algunas de las características del pensamiento del escritor ruso que legó a la literatura obras cumbre como Ana Karenina, y La Guerra y la Paz.
Fue un personaje carismático. Hasta hoy en día hay quienes se enrolan en su pensamiento y que se consideran seguidores. Su obra que fue acuñada en la última parte del siglo XIX, prolongandose al siglo XX. Dotado de una personalidad dominante, su fuerza puede apreciarse en el estilo persuasivo de su escritura. Caracterizado como anarquista, representó una suerte de gesto contra-cultural para su época, atacando sobre todo a las instituciones formales del estado, y en particular, a la iglesia. Eso en combinación con una adhesión al cristianismo originario y a una religiosidad que se incrementó hacia el fin de su vida. Pero su crítica no se escapa al gesto dogmático de aquellos a quienes atacaba. Declarándose a favor de los pobres y de la "gente sencilla" se erigía en vocero de lo que él creía que eran, o debían ser, sus gustos. Así distinguía tajantemente entre el "verdadero" arte, de lo que llamaba "falso" arte.
El primero, debía ser fácilmente comprensible por el pueblo, y por lo tanto rechazaba casi todo el movimiento artístico de su tiempo por ser apreciado solamente por unos pocos, una elite, y en general por las clases altas. El arte no podía abstraerse de los valores de union, paz y hermandad universal, y cualquier desvío de esos propósitos explícitos se convertían en muestras perniciosas de egoísmo y vanidad. Así, la 9vna sinfonía de Beethoven, a pesar de su apelación a esos mismos ideales en su oda a la alegría, era descartada como una obra corrupta, aburrida, llena de vericuetos abstrusos que alejaría a un público popular, que sólo podía ser explicada como producto de un compositor sordo.
Es interesante ver como la intención libertaria y humanista de Tolstoi se transformó en todo lo contrario.
En su Rusia natal influyó a los revolucionarios, y sus dictados sobre el arte se transformaron en la estética del realismo socialista, que en el apogeo del stalinismo sofocó a los creativos rusos, obligó a Shostakovich a retractarse de su propia obra, y sometió al pensamiento y a la cultura a los dictados del Gulag y  sus campos siberianos de trabajo forzado.
O sea, la consecuencias extremas de la subjetividad moderna, al entronizar al Yo, identificado con la Razón, y erigiéndose en  faro de las Luces.
Volvemos a Buenos Aires en la próxima.

miércoles, septiembre 03, 2014

Tolstoi y la música

En la entrada anterior cité las opiniones de un músico ficcional, acerca de la música contemporánea.  (La suerte del personaje en la novela no es envidiable. (Muere envenenado por su mejor amigo, al que él a su vez también asesina del mismo modo).
Hace unos días llegó a mis manos un viejo ensayo de Leon Tolstoi llamado ¿Qué es el arte? de 1897. Transcribo un párrafo en la que hace un comentario sobre la música de su época, la que para para él , era"moderna"

"Un músico de renombre  se sienta ante vosotros al piano y toca algo que dice ser una nueva composición de él mismo, o de uno de los músicos modernos.  Le oís producir sonidos extraños y fuertes, admiráis los ejercicios de gimnasia realizados por sus dedos, y veis, además, que tiene la intención de haceros creer que los sonidos que produce expresan diversos sentimientos poéticos del alma. Su intención es evidente; pero  ningún sentimiento, como no sea el de una fatiga moral, despierta en vosotros. La ejecución dura mucho rato, o por lo menos, os lo parece, quizá porque no recibís ninguna impresión preciosa. Se os ocurre, entonces, que quizá todo aquello es una broma, y que el artista, para probaros, deja correr al azar sus dedos por las teclas, esperando que caeréis en el garlito, y podrá burlarse después de vosotros. Nada más equivocado. Cuando por fin termina el trozo, y el músico agitado y sudoroso, se levanta del piano , solicitando de un modo manifiesto vuestros elogios, tenéis que reconocer que todo aquello está hecho en serio., Esto sucede  en todos los conciertos  en que se tocan trozos de Listz, Berlioz, Brahms, Ricardo Strauss y los innumerables compositores de la nueva escuela."

No se salva nadie. Y sus opiniones, con más de 100 años de diferencia, no son muy diferentes de las del personaje de McEwan.  Para la próxima, ciertos efectos de las opiniones de Tolstoi.

sábado, agosto 23, 2014

Música contemporánea.

En la novela "Amsterdam" de Ian McEwan  uno de sus protagonistas es un compositor, a quien el autor le otorga el nombre imaginario de Clive Linley. Según el relato, ha  obtenido reconocimiento por el público en general, a partir de haber musicalizado en su juventud, una película de éxito. Pero también ha ganado popularidad por un circuito menos masivo pero igualmente numeroso, por sus obras "serias" que resultan  más accesibles que las del canon académico de la llamada "música contemporánea".  Algunos críticos lo denostan por ser "un conservador". Traduzco un párrafo en las que reflexiona mordazmente, intentando defenderse de sus detractores.:

"Para Clive Linley el asunto era simple. Se consideraba como el heredero de Vaughan Williams y consideraba irrelevante la calificación de "conservador", un término erróneamente tomado de la política.  Además, en la década de los '70, cuando recién se lo empezaba a conocer, la música atonal y serial, electrónica, aleatoria etc. la desintegración de los intervalos, y en general todo el proyecto modernista, se había convertido en la ortodoxia enseñanda en las universidades. Seguramente sus promotores, más que él, eran los reaccionarios. In 1975 había publicado un libro de 100 páginas, que como todo buen manifiesto, era a la vez un ataque y una apología. La vieja guardia del modernismo habría encarcelado a la música en la academia donde había sido celosamente profesionalizada, aislada y esterilizada, su pacto vital con el publico general roto arrogantemente. Clive relataba sardónicamente un "concierto" muy publicitado en una iglesia semi-desierta, en que las patas de un piano eran golpeadas repetidamente por un violín roto durante más de una hora. Las notas del programa explicaban , además de hacer referencias al Holocausto, porque ninguna otra forma de música era viable en esta etapa de la historia de Europa. 
En la mente pequeña de los fundamentalistas,  insistía Clive, cualquier forma de éxito, o de apreciación pública, era un signo seguro de concesión y fracaso. Cuando se escribiera la historia definitiva de la música del siglo XX, los triunfos parecerán pertenecer a los blues, el jazz, el rock y las formas constantemente evolutivas de la música folklórica. Estas formas  demostraban ampliamente que la melodía, la armonía y el ritmo no eran incompatibles con la innovación. En música de arte, sólo figuraría la primera mitad del siglo, y de entonces, sólo algunos nombres se salvarían, entre los que Clive no incluía a Schoenberg..." y los de su barra".

Que feo.....pero debo admitir que a veces uno piensa así.  Veremos como sigue la novela....


miércoles, agosto 06, 2014

Retomando.

Las entradas en este blog se han espaciado. Una causa fue que tuve que dedicarme  intensamente a mis otras actividades. Son rachas, la música es un lujo de la que a veces me puedo dedicar más, otras veces menos. Con un poco de suerte podré volver al ruedo ahora.
Igualmente hubo desde junio hasta ahora algunos sucesos. Recuerdo ahora el homenaje 2014 a María Lozzi, que se repitió este años siempre por iniciativa del titiritero Pepe Garcia. Esta vez no quise molestar a otros músicos que quizás no tuvieron la misma deuda que yo con ella. De modo que me calcé el mameluco y hice un corto solo set/performance que completé con la participación de los títeres de Pepe. Hubo algunas fechas del quinteto que se completa con Fede Viceconte, Barto Camus y Lucho Monte en el Bar Barcelona, quizás intentando sin lograr del todo, cubrir el hueco creado por el cierre de Rondó. 
Un resultado divertido de la actividad del quinteto es que se le fue creando un nombre: ahora se llama genéricamente  "Los Carlitos" aunque todavía hay debate acerca si debería escribirse "Lo Carlitos" o "Los Carlito" o "Lo Carlito". Alguna de estas variantes será adoptada finalmente.
Hubo una fecha reciente (1ro de Agosto) en Cantalao en Camet Norte, compartida con el otro grupo en el que persisto: el "Jelly Roll Trío". Debo decir que la combinación algo disímil entre un grupo ultratradicional y otro que toca bop deforme resultó bastante entretenido, y el público pareció disfrutarlo. O al menos eso dijeron algunos. 

miércoles, junio 04, 2014

Tristes Despedidas

El cierre del bar Rondó marca el fin de un ciclo que quedará en la memoria de muchos, y seguramente en el mío propio. Si bien yo no era un participante demasiado asiduo de los jam's , concurrí un número importante de veces, participé de las aperturas, y recuerdo algunas sesiones donde se respiró el ardor del jazz en su fragua: la improvisación original y espontánea. Fueron varios años, no sé cuantos en las que se sostuvieron dos sesiones de jam session todas las semanas. A pesar de los inevitables malentendidos y momentos de desencuentro que se pueden producir en un período tan largo, sus dueños, y en particular Quique,  siempre mantuvieron una actitud amistosa y de apoyo al movimiento musical que se generó. Ahora habrá que esperar que se abra otro lugar que refugie al movimiento.

Hoy tomé conocimiento de la inesperada muerte de Irena Baxi. Fotógrafa, experta culinaria y políglota, llegó a Mar del Plata hace unos cuatro años junto a sus padres y hermanas de Macedonia, luego de haber transitado por otros lugares de Europa. Con su hermana Kristina frecuentaron el ambiente del jazz. Irena documentó con sus fotos a muchos de nosotros e imágenes de los festivales ICM. En alguna oportunidad tocamos en el restaurant familiar "Fábulas", fechas que hicimos más por la afinidad amistosa que por otra cosa. La pérdida de una persona tan preciosa a los 31 años nos sume en el dolor y la perplejidad. Esperemos que la familia Atanasoska pueda recuperarse de lo más álgido del dolor y continuar su vida en este país y nuestra ciudad donde se los valora y se los quiere.

lunes, abril 28, 2014

Jazz en Abril 2014

Hubo un tiempo en que para mí la llegada del festival en el mes de Abril era más importante que Navidad. Es que luego de 26 años...o ediciones (no lo sé muy bien porque hubo algún año de crisis en que no se realizó), se instala una tradición que es casi como la de un cumpleaños familiar.
Ha cambiado de carácter en el transcurso del tiempo. Como una estrella que pasa por fases, las han habido capítulos explosivos, mega festivales, luego versiones más humildes, y luego otras de un tamaño respetable pero manejable. También ha atravesado diferentes perfiles estéticos. Hubo ocasiones en que concentraba el elemento más "moderno" del espectro, y otras en las que convivieron  lo tradicional con lo experimental extremo. Con el tiempo fué estabilizandose alrededor de una tendencia mainstream, y ahora pareciera inclinarse a un perfil clásico- tradicional.
En lo organizativo se inició, al menos pretendidamente, como un ejercicio colectivo en la que colaborábamos el conjunto de los músicos. Luego la dirección se fue concentrando en una mesa chica de organizadores, con la cual yo me peleaba casi siempre. Hoy su conducción se reduce a una sola persona ; Oscar "Ferio" Espinosa. Con el cuero duro de un árbitro de rugby,  asume todos los riesgos,  todas las decisiones, y todas las consecuencias que se desprenden de este modelo de conducción. Implica recibir algún elogio y reconocimiento, pero también cargar exclusivamente con los odios, resentimientos, reproches y todo tipo de inconvenientes que surgen inevitablemente. A eso se suman las resistencias de algunas instituciones marplatenses, como el prebendario sindicato de músicos, que no se privó de denunciar la presencia del invitado  norteamericano Jon Seiger a la delegación local de Migraciones. En fin, las miopías de una ciudad que no llega a comprender el valor de un esfuerzo alimentado por el amor amateur de los aficionados locales, y de sus invitados. 
La cosa es que nos guste o no, si no es por Ferio, el festival no se hace. Los demás descansamos cómodos con ese arreglo. 
Lo único que le reprocharé (al pedo) a mi muy querido amigo gorila vegetariano es con respecto a una de las cosas que sigue siendo para mí lo más valioso del festival: el parade. Parade significa desfile, y su versión jazzera original que es caótica y espontánea pertenece a la calle. Subirla a un camión con acoplado lo aleja de lo más vibrante que es el contacto inmediato con la gente. Por suerte hubo un momento en que los músicos se bajaron de la carroza y se pasearon un poco por el escenario de la Plaza del Agua. Creo que es el momento que la ciudad identifica con el festival, y aparte de su puro valor promocional, es un acontecimiento cultural que ojalá dure para siempre.
En fin, no sé si es el viejazo, o una predisposición melancólica, pero la verdad es que ya no aporto con la misma energía que antes. Igualmente me alegro que este año se repitiera lo que para mí es una ceremonia esencial. 

lunes, marzo 31, 2014

Borde cortante

30 de Marzo- Rondó Bar - Bubu Cuarteto- Conjunto DeLassaletta- Julián Maliandi Cuarteto 

Triple programa en la inhóspita fecha del domingo, reuniendo tres grupos que están produciendo música propia en nuestro medio. Los músicos que lo integran se intercambian en muchos casos, y a su vez forman otras agrupaciones que mantienen actividad estos días. Lucho Monte (drs) Barto Camus (db bass) y Fede Viceconte (tr sx) y Nacho Mascarenhas (gtr) forman el Bubu 4t. Nacho también forma el trío que presentó Martín DeLassaletta junto al baterista Leo Osenda, y el grupo de Julián Maliandi incluyó a Lucho Monte, Fede Viceconte y a Nico Passetti (db.bass)
Martín DeLassaletta comentó que todos ellos vienen tocan regularmente en los jam sessions de Rondó (se dice que el Bar Rondó tiene que cerrar sus puertas en Mayo) pero al agruparse en combos, empiezan a producir su propia música. En esta fecha se presentaban estos tres conjuntos, pero en realidad, la maduración de la joven guardia del jazz en Mar del Plata está haciendo que ya haya otros grupos que están en la mism fase: la de la creación de música original.
Me costó aventurarme un domingo a la noche a desafiar el mal tiempo y la noción de tener que madrugar al día siguiente, pero valió la pena ir. Los tres grupos me impresionaron por la calidad de su música, y comprobé que se está haciendo jazz de la misma calidad de la que escucho por mis radios internacionales on-line.
El "cutting edge" es la forma en que hoy se está ejecutando jazz en el mundo. En distintos momentos de mi vida me enamoré de estilos diferentes, pero hoy, debo admitir que es el modo que más me satisface. Se lo puede definir como jazz con un gesto de vanguardia, pero no totalmente volcado a la falta de forma, sino por el contrario, rescata la composición, que reinstala la forma melódica, ya fuera en forma lírica, irónica, humorística o compleja.  La improvisación se mueve dentro de parámetros de una armonía que puede ser muy sencilla...lo que no quita que también pueda haber aventura armónica, o  momentos de improvisación libre, e introducción de métricas inusuales. Esto implica que el músico debe disciplinar su creatividad, sin que se vea constreñido a limitarse a moldes viejos y conocidos. Por el otro lado se evita el aburrimiento que puede producir el expresionismo free a ultranza que puede ser interesante por momentos, pero que suele ser más divertido para los que están tocando que para los que lo escuchan. 
Espero con interés futuros recitales de este nivel. 

martes, febrero 25, 2014

De qué nos salva la música?

La música, su apreciación, o mejor aún su práctica, ¿mejora a las personas?. Hace poco hice un post en facebook con un documental presentado por Wynton Marsalis donde se defendía el poder educativo de la música y su capacidad para rescatar a una minoridad  desventajada. Mi propio hijo tuvo su iniciación en los programas escolares gratuitos de UK, y no le ha ido mal. Pero no es un buen ejemplo, porque pese a que éramos exiliados en esa época, no podíamos considerados de ninguna manera excluidos de la sociedad que nos albergó. Y si, yo creo en el valor de los programas de orquestas juveniles que tuvieron origen en Venezuela, y que hoy tienen alguna inserción en la Argentina. Pese a que todos los que participan de esos programas no podrán seguir una carrera profesional en la música, por cierto que les dará una visión diferente sobre la convivencia, la autodisciplina y la posibilidad de obtener logros que difícilmente aprenderán de otra manera de sus entornos. 
Pero continúo con la duda.  Muchos de nuestros héroes musicales no fueron grandes ejemplos de vida.
Se dice del pobre Charlie Parker que era una alma bondadosa, dotado además de su talento musical con una inteligencia notable, que le permitía comentarios agudos y repentismos similares en cierta forma a sus improvisaciones musicales. Pero la música no lo salvó de una degradación trágica. Leer la autobiografía de Miles Davis me dejó con la impresión de un personaje hosco y conflictivo, pero débil en el fondo, que vivió siempre a la defensiva y penando por las malas relaciones con sus colegas y mujeres. Muchas veces sus opiniones me parecieron mezquinas y arrogantes, aunque nadie puede discutir su genio en términos de su evolución musical. (Bueno, en realidad si se podría discutir...yo nunca me concilié con su último período) Otros como Gerry Mulligan y Stan Getz fueron casi universalmente considerados como mala gente, cabrones y egoístas. Quizàs uno que se escapó del molde fue Louis Armstrong, cuya salvación por la música es evidente, auxiliado por el encuentro en momentos críticos por personas de buena voluntad. Digamos que ahí hay un tiro para el lado de la justicia pero sospecho que fueron otras las situaciones que lo convirtieron en un ser querible. 
Me miro a mi mismo, y a muchos de los que me rodean, y no veo ninguna redención por la música. Es cierto que pudo haberme rescatado de situaciones peores. Sin grandes triunfos también me concedió algún logro sin la cual podría ser hoy mucho más miserable. Quizás se podría pensar en que sin la música el destino de alguno de los que conozco podría ser mucho peor, pero sigo sin ver que en términos de mejoramiento ético o de sufrimiento neurótico, no veo grandes ventajas, ni curación por el arte.

martes, enero 21, 2014

Un Trio que es mejor evitar.

15 Enero 2014 - The Jelly Roll Trio -  en Villa Victoria
(Escribe Garmendia)


El dueño de este blog lo tiene bastante abandonado, así que aquí estoy. Me tocó inaugurar este año 2014 teniendo que cubrir una fecha de el JRT, cosa que no me cayó nada bien, porque estos tipos ya me tienen bastante podrido con su reiterado repertorio de un tal Jelly Roll Morton.  
Me sorprendió que hubiera tanta gente dispuesta a pagar una entrada para ver a este pequeño grupo que mal disimula su amateurismo. Yo no los recomendaría salvo para animar alguna tarde de geriátrico. Para empezar, ese viejo que toca la trompeta ya ni se puede tener de pié...tiene que tocar sentado para aguantar un set. Eso no impide que pifie seguido, y que cada vez que quiere aproximarse a un agudo el sonido se le apaga como si al micrófono que le sacan el cable. Para colmo, pretende hacer solos con el trombón, un instrumento con el que apenas puede imitar a un elefante resfriado. 
Además hay que soportar la monserga del contrabajista, que parece obsesionado con la misión de explicar que Morton era una mala persona. Ya lo tuve que escuchar varias veces, y me asombra que pueda repetir tantas veces las mismas pavadas. ..."a ver, un aplauso de prueba"....."ahora no aplaudan hasta que yo les diga"..."si no les gusta tiren cosas de valor" y otras pavadas con poca gracia. Cuando por fin se decide a tocar el contrabajo en lugar de hablar, pareciera que todas las notas que toca son iguales. Es como un bombo que marca el ritmo...a lo mejor está para eso.
El que zafa un poquito es el banjista. Su música es digamos ...alegre..como si  fuera música de vaqueros. Se sonríe como si fuera un débil mental, pero noté que a algunas viejas les caía bien su actitud. Eso sí...cuando se embarca en un solo sin acompañamiento de golpe se queda trabado como cerradura rota. Luego de tocar repetidamente una figura simple para tratar de salir del paso, se detiene, y trata de arrancar de nuevo con el tema. 
En fin, yo tengo que hacer periodismo responsable, y por lo tanto no les puedo recomendar este trío. Habiendo tantas cosas para ir a ver en verano, les conviene optar por cualquier otro espectáculo. 
Garmendia.