Entrevista realizada a Cachito, franela del estacionamiento frente al Teatro Colon luego del recital de y Leo Masliah y la Banda Municipal.
VBB: ¿Hola Cacho, cómo estuvo la noche?
C: Fresquita pero muy linda, ¡vió la luna que hubo!
VBB: Dígame, ¿vino mucha gente a lo de Masliah?
C: Siii, un montón, por ser un miércoles...
VBB: ¿Y qué comentaban del recital?
C: Y, yo siempre pregunto, para entrar medio como en confianza y mejorar la propina. Mirá, hubo alguna vieja que decía que no había entendido nada, pero un Doctor dijo que había estado muy bueno.
VBB: Bueno, siempre hay quien viene a escuchar a la banda pensando que van a tocar música de películas, o pasodobles. ¿Y qué más pudo averiguar?
C: Lo que decían que había tocado un montón, y que no se sabía como hacía para acordarse de todas esas letras, y de toda esa música que toca. Parece que el hombre se sienta ahí como inexpresivo, y toca y canta como si no tuviera nervios ni nada.
VBB. Ah, y ¿estuvo muy cómico?
C: Lo que dijeron fue que se dedicó más a lo musical que al humor. El problema era que cada vez que abría la boca, aunque sea para decir algo serio, la gente se reía. Por ejemplo decía "Adelante maestro" y alguien largaba la risotada.
VBB: Qué molestos. ¿Y dígame que decían entonces de lo específicamente musical?
C: Yo lo que vi que había muchos de esos pibes que estudian en el conservatorio. Se quedaron un montón en la vereda, y yo me puse a charlar con ellos. Decían que así daba gusto pensar en la música. A muchos les daba ganas de estudiar, porque veían que había otra forma de encarar las cosas.
VBB. Claro, se darían cuenta que lo académico puede tener distintas dimensiones, y que la composición no necesita ajustarse a criterios esteticistas excluyentes.
¿Eh?
VBB: Nada, dígame, y de la banda que decían:
C: Que habían tocado un kilo. Que algunas cosas habían sido bastante difíciles. La verdad es esta vez no escuché que criticaran tanto como hacen otras veces.
VBB: ¿y del director?
C: ¿Quién? de Guillermo (Becerra)...no....que había estado muy bien, incluso parece que tocó con su viola a dúo con Masliah, y que había sonado fenómeno.
VBB: Pero, digo yo, ¿no criticaron nada?
C: Ah sí...se quejaban del sonido....bah, no del sonido en general sino de cómo se había amplificado el piano. Decían que lo habían hecho sonar demasiado fuerte, y que el Bosendorfer parecía un teclado eléctrico. A veces no se entendía la voz, e incluso tapaba a la banda.
VBB: Bueno, me quedo más tranquilo. ¿Y con los músicos pudiste hablar algo?
C: Mirá, siempre están esos que se rajan casi antes de que termine la función. Pero muchos se quedaron a tomar un café en la Fonte y eso. Yo lo que escuché que estaban entusiasmados, que habían tocado con ganas, y con deseo de hacer cosas así, populares si querés, pero inteligentes. Además alguno dijo que le volvía el entusiasmo por el oficio.
VBB: Mirá que bien. Bueno, gracias Cachito.
C: Chau.
VBB: ¿Hola Cacho, cómo estuvo la noche?
C: Fresquita pero muy linda, ¡vió la luna que hubo!
VBB: Dígame, ¿vino mucha gente a lo de Masliah?
C: Siii, un montón, por ser un miércoles...
VBB: ¿Y qué comentaban del recital?
C: Y, yo siempre pregunto, para entrar medio como en confianza y mejorar la propina. Mirá, hubo alguna vieja que decía que no había entendido nada, pero un Doctor dijo que había estado muy bueno.
VBB: Bueno, siempre hay quien viene a escuchar a la banda pensando que van a tocar música de películas, o pasodobles. ¿Y qué más pudo averiguar?
C: Lo que decían que había tocado un montón, y que no se sabía como hacía para acordarse de todas esas letras, y de toda esa música que toca. Parece que el hombre se sienta ahí como inexpresivo, y toca y canta como si no tuviera nervios ni nada.
VBB. Ah, y ¿estuvo muy cómico?
C: Lo que dijeron fue que se dedicó más a lo musical que al humor. El problema era que cada vez que abría la boca, aunque sea para decir algo serio, la gente se reía. Por ejemplo decía "Adelante maestro" y alguien largaba la risotada.
VBB: Qué molestos. ¿Y dígame que decían entonces de lo específicamente musical?
C: Yo lo que vi que había muchos de esos pibes que estudian en el conservatorio. Se quedaron un montón en la vereda, y yo me puse a charlar con ellos. Decían que así daba gusto pensar en la música. A muchos les daba ganas de estudiar, porque veían que había otra forma de encarar las cosas.
VBB. Claro, se darían cuenta que lo académico puede tener distintas dimensiones, y que la composición no necesita ajustarse a criterios esteticistas excluyentes.
¿Eh?
VBB: Nada, dígame, y de la banda que decían:
C: Que habían tocado un kilo. Que algunas cosas habían sido bastante difíciles. La verdad es esta vez no escuché que criticaran tanto como hacen otras veces.
VBB: ¿y del director?
C: ¿Quién? de Guillermo (Becerra)...no....que había estado muy bien, incluso parece que tocó con su viola a dúo con Masliah, y que había sonado fenómeno.
VBB: Pero, digo yo, ¿no criticaron nada?
C: Ah sí...se quejaban del sonido....bah, no del sonido en general sino de cómo se había amplificado el piano. Decían que lo habían hecho sonar demasiado fuerte, y que el Bosendorfer parecía un teclado eléctrico. A veces no se entendía la voz, e incluso tapaba a la banda.
VBB: Bueno, me quedo más tranquilo. ¿Y con los músicos pudiste hablar algo?
C: Mirá, siempre están esos que se rajan casi antes de que termine la función. Pero muchos se quedaron a tomar un café en la Fonte y eso. Yo lo que escuché que estaban entusiasmados, que habían tocado con ganas, y con deseo de hacer cosas así, populares si querés, pero inteligentes. Además alguno dijo que le volvía el entusiasmo por el oficio.
VBB: Mirá que bien. Bueno, gracias Cachito.
C: Chau.