martes, abril 25, 2006

Jazz Attack (¿o Panic Attack?) en Radio Nacional

Algunas semanas atrás había recibido una invitación del pianista Ricardo Pereyra, a grabar en vivo un programa para la serie que produce el veterano César Parisi en distintas emisoras de LRA Radio Nacional. Para ello se conformó un combo bautizado Jazz Attack que además de Ricardo en piano, reunió también a Pablo Gonzalez (drs), a Juan Antonio Rodríguez (bass - ver la entrada anterior) y a Hernan Galeano (tnr. sax). Yo no conocía a Hernán, que resultó un músico muy seguro y fluído, con un gesto que lo emparenta con la nueva generación de jazzeros. De los otros tres tenía ya la experiencia de haber tocado antes, y como siempre, me impresionaron por su capacidad de brindar una estuctura confiable para improvisar, además de ser buenos solistas a su turno. Hacía falta, ya que en el ensayo apenas se pudieron mirar unos cuatro arreglos de Ricardo, y el programa resultó larguísimo, de más de una hora de duración. De modo que hubo que incluir una cantidad de standards "a la parrilla".
Entrar a los estudios de Radio Nacional, fué como una visita al túnel del tiempo. El edificio, que originalmente fué construído en 1934 en Maipú 555 para alojar a Radio el Mundo, es una mezcla de la arquitectura Art Decó, con un gesto monumentalista típico de el espíritu totalitario que rondaba por el país y el mundo en la antesala de la 2da. guerra mundial. Impresiona el gigantismo de las instalaciones, y sobre todo la enormidad del estudio auditorio. Todavía están los tubos de un órgano gigante incrustados en una pared, aunque su corazón, fué extirpado en algún momento, para dar lugar a una "pecera" técnica . Quedan algunos rastros de la existencia de una orquesta sinfónica, que alguna vez fué parte orgánica de la radio. (Otro reconocimiento que mi alma gorila debe hacerle a Perón). Ví al menos dos pianos de cola. El que utilizamos estaba afinado y en perfecto estado. La sensación de anacronismo se conjugaba bastante bien con nuestro repertorio, que salvo algunos temas de Ricardo, consistía en temas mainsteam que hubieran sido propalados como modernos en 1950.
Musicalmente, pese de mis habituales lagunas en situaciones de grabación y público, me pareció que logramos superar el objetivo, aunque hacia el final, ya mostraba señales inocultables de boxeador mareado.
Fué una sorpresa comprobar la vigencia de César Parisi. Tengo intenciones de dedicar un bloque futuro del blog a la cuestión de los difusores, organizadores o gestores diversos de jazz. Me da la impresión que siendo un fermento necesario para que el género tenga llegada al público, a menudo son vilipendiados injustamente. Veremos que se me ocurre.

domingo, abril 23, 2006

19-4-06 Talking Trío en Dickens.

Paseando por San Telmo, me impresiona la cantidad de arte musical subvaluado. Será que por ser tocado en la calle, se lo escuche con condescendencia, pero sin advertir la calidad que se ofrece por monedas. Me quedé casi una hora en la esquina de Defensa y Pasaje San Lorenzo, a un grupo de gypsy-swing llamado Cuerdas del Sur, donde toca el contrabajista heavy Juan Antonio Rodriguez. Hacían vibrar a los adoquines con un repertorio Reinhardt clásico, y con algunos tangos y milongas que harían las delicias de JR Morton. Pensar que localmente tenemos el privilegio de que alguna gente acude a locales para pagar por lo que tocamos en Mar del Plata. El miércoles pasado no hubo mucha gente en Dickens, pero la suficiente como para completar casi todas las mesas. Escucharon respetuosamente nuestros intentos, y además, pagaron. Me doy cuenta ahora de ese privilegio.
Hubo algunos estrenos, entre ellos un Caravan que propuso Sergio Mileo, y que quizás por honor a su compositor Juan Tizol, me animé a balbucear en el trombón. También tuvimos el gesto temerario de tocar una de las Invenciones de J.S Bach, en una versión que condensaba en una, las dos voces de el cuarto de su célebre serie. Para un trompetista, se asemeja a un ejercicio del Arban de nivel avanzado, y tenía serias dudas de poder tocarlo. En la repetición empezé a perder pié, pero mediante el recurso de comerme unas cuatro o seis corcheas, logré llegar al final. ¡Creo que en la calle hubieramos recogido algunos centavos!

lunes, abril 17, 2006

Visita de Néstor Astarita y su trío.

Como una especie de coda al festival de Abril tuvimos la presencia este fin de semana a Néstor Astarita y su trío. Actuaron en el curioso Hotel de Punta Mogotes que fuera objeto de una entrada anterior de este blog. Pese a los intentos de promocionar el gig, los únicos beneficiarios de sus actuaciones fuimos un grupo de músicos marplatenses, que concurrimos al lugar los tres días que actuaron, participando en jams luego de su set. Lo acompañaron dos jóvenes talentosos: el contrabajista Gerardo De Mónaco, que provée una excelente base armónica, a la vez de un apoyo rítmico muy enérgico y participativo. En piano, guitarra y voz conocimos a Mariel Barreña, un verdadero descubrimiento de Néstor. Debido a su participación en la Banda Hermética de La Plata, tiene experiencia en el repertorio de bossa, canta con un gesto sobrio y afinado, y su touch y voicing en el piano revela una formación clásica que contribuye a que el sound del trío sea realmente bello.
Néstor Astarita es un notable gladiador del jazz, cuyo nombre me es familiar desde joven, cuando lo leía en las viejas revistas de jazz que devoraba cuando recién comenzaba mis primeros pininos musicales. De su iniciación en los míticos The Georgians hasta hoy, ha transitado por todas las etapas del género, hasta adquirir un estilo que es contemporáneo, pero sin perder el swing que a veces es escaso en los bateristas de la nueva generación. Fué una gran satisfacción conocerlo personalmente, pues su nombre tiene un valor icónico, al persistir incansablemente en la promoción y producción de espectáculos de jazz. Tuve una sola oportunidad de verlo en el pasado. Fué probablemente a fines de la década del 80, cuando fuimos con Valentín (que no tendría más de 15 años) a verlo en el auditorio del Centro Cultural Recoleta. Allí también tuvimos la suerte de escuchar al maravilloso trompetista Rubén Barbieri, y recuerdo como nos fuimos maravillados por lo que escuchamos aquella noche.
Sólo lamento que Valentín se lo perdiera esta vez...¡sólo se lo puedo contar cuando hablemos por teléfono!

viernes, abril 14, 2006

Jazz en Abril 2006

La masividad de acontecimientos que se sumaron estos días vuelve agobiante la tarea de actualizar este blog. Pasaron tantas cosas durante el festival el 7, 8 y 9 de Abril que me veo obligado a hacer un somero comentario de sólo algunas de las cosas que me impactaron. Creo que hay que destacar las actuaciones de Swing 4, un grupo de jazz fusión de Costa Rica, que dentro de su estilo particular descollaron como un grupo de virtuosos. El set en dúo de Manolo Fraga y Alfredo Remus fué una joya de interpretación jazzera, y el catalán Ximo Tebar aportó un set pleno de energía, junto a la cantante Ester Andujar. Otros grupo aportaron cosas buenas, pero tampoco las pude ver todas. El patriarca Mingo Martino estuvo presente, como así también Enrique Varela. Es que la variedad de oferta en el Teatro Auditorium y luego en la confitería Orión, superó mi capacidad de asimilación. Pero lo que me cautivó en particular fué la charla que dió sobre su lejana reunión con Cortázar en presencia del Gato Baribieri y otros, el periodista Nano Herrera. Estaba basada en una grabación del encuentro que Nano supo conservar durante años. Para el que supo escuchar, hubo perlas en los comentarios que se aplican no solo al jazz, sino a la actividad creativa en general. Éscuché todo con bastante conmoción, y además advertí sentado al lado mío a Manolo Juarez. Charlando un poco con él, descubrí a un personaje insólito, aparte de su imagen pública de referente cultural que prestigió al festival con su asistencia.